Pov Lauren.
Miraba a través de la ventana de la habitación de aquella chica, hace tan solo unos días esa chica había sufrido una complicación en su corazón, algo que preocupó al Dr. Ogletree.
Podía ver como la amiga de la paciente se encontraba sentada a su lado mientras lloraba, sostenía su mano con mucho cuidado. Parecía tener miedo de que su amiga fuera a lastimarse con el más mínimo movimiento.
- Oh, Doctora Jauregui. ¿Que hace por aquí? -pregunto el Dr. Ogletree a quien solo reconocí por su voz.
-¿Cuál es el estado de la chica? -pregunte sin siquiera mirar al doctor. Mi mirada estaba fija en la chica recostada en la cama.
-Ella estuvo exhibiendo algunos síntomas menores, aún no es nada serio. -comentó mientras revisaba su tabla en dónde venía el expediente de ella. -pero según lo que he visto, puede que necesite ese transplante de corazón más pronto de lo previsto.
Aleje mi vista por un momento de la chica que aún permanecía inconsciente y mire a mi compañero quien mantenía una expresión de tristeza.
-Lo que me parece extraño es que ella se rehúsa a realizarse la operación para su transplante de corazón, y no parece querer cambiar de opinión. -comentó el doctor dejándome sorprendida y gire mi mirada nuevamente a la chica recostada en la cama quien parecía recuperar la consciencia.
Note como la chica de rasgos polinesios sonreía mientras limpiaba sus lágrimas y hablaba de quién sabe que con Camila...
Fruncí un poco mis cejas intentado por un momento entender las razones por las cuales una chica joven, quien tiene una futuro por delante y gente que la quiere y se preocupa por ella, negarse a una operación que salvaría su vida.
-voy a ir a checar a Camila. - dijo el Dr. Ogletree mientras comenzaba a caminar hacia la habitación y entraba saludando a ambas chicas.
Y antes de irme pude detallar la radiante sonrisa que Camila le daba a mi compañero en respuesta a su saludo.
..........
Entre a la cafetería del hospital luego de un largo día de trabajo, habían pasado algunos días desde el pequeño incidente con la chica Camila y a pesar de yo no llevar su caso, me encontraba muy pendiente de ella.
Es solo por curiosidad, esa chica es un gran misterio y solo quiero saber por qué no quiere realizarse esa operación.
Mire a mi alrededor y me encontré con mi mejor amiga Verónica quien pasaba su tiempo coqueteando con una enfermera de urgencias, lo cual ya no era nada nuevo para mí o para cualquiera en el hospital.
-Calma tus hormonas. -comenté una vez que me acerque lo suficiente y la enfermera que la acompañaba emprendía una huida con su rostro rojo de vergüenza.
-maldición Jáuregui. -Se quejo mi amiga mientras me lanzaba una mala mirada. -ahí va mi chica del día de hoy.
Yo simplemente suspire mientras tomaba asiento junta a la ninfómana de Vero. Ella pareció notar que algo no me tenía muy bien por qué su mirada se relajo un poco.
-Dime que te tiene así. - fue directa.
Yo solté un suave suspiro antes de comenzar a contarle lo poco que sabía sobre el caso del Dr. Ogletree.
-Y eso es todo. -dije mientras comenzaba a comer.
-entonces al final es por una chica.. -dijo y yo hice una mueca.
-No es así. -dije pero Vero no pareció prestarme atención.
-Solo diré que no te puedes involucrar con los pacientes de esa forma Lauren, no es profesional. -dijo con una sonrisa burlona y sabía que todo lo que me decía era para molestarme un poco.
-No sé por qué soy tu amiga. -dije más para mí misma que para ella.
-Porque nadie más quiere ser tu amiga, te quieren para otras cosas. -dijo para luego soltar una risa.
Y así paso el tiempo de mi almuerzo con los comentarios subidos de tono de mi amiga y yo con ganas de no reírme para no alentarla a seguir con sus idioteces.
Y mientras caminaba por los pasillos de aquel hospital me encontré con la misma chica que siempre venía para hacer compañía a Camila Cabello, la chica rubia y alta, pero está vez no sé encontraba sola junto a ella se encontraba un chico alto castaño, ambos parecían tener una discusión.
-¿Que sucede? -pregunte una vez que me encontraba lo suficientemente cerca para que ambos me escucharán y voltearan a verme.
-Oh.. doctora. -dijo la chica. -Nada, solo le decía a este imbécil que mejor desapareciera de mi vista antes de que yo misma lo saqué a patadas. -dijo mirando con rabia al chico.
-Basta Dinah, lo único que demuestras con esta escena es que aún debo causar algún efecto en Camila y es por eso que no me dejas verla. -dijo el chico con suma arrogancia y vaya que yo la conocía muy bien. - así que se buena chica y déjame pasar.
-No, Mila no puede ser molestada, acaba de dormirse apenas y no dejaré que las despiertes solo por qué quieres probar algo que no es verdad.
Y por más que la conversación parecía interesante para cualquier otra persona, yo realmente no quería estar involucrada en eso.
- la paciente debe descansar, y aunque su condición se mantiene estable debo recordar que las emociones fuertes pueden afectar a su condición. - dije mirándolos a ambos. -por lo tanto debo pedir que ambos se retiren o permanezcan en silencio fuera de la habitación de la señorita Cabello.
Ambos permanecieron en silencio y mientras que la chica parecía lago triste ante la idea de no entrar otra vez a la habitación parecía aceptarlo, por el contrario el chico parecía molesto y me mostraba una mirada llena de disgusto mientras se giraba y comenzaba a salir del hospital. Yo solo me límite a suspirar.
Estaba apunto de irme cuando la voz de la chica me hizo detenerme y girarme.
-Gracias por ayudar a Mila aquel día... Sé que es su trabajo pero aún así... Quiero agradecerselo.
-no tienes por qué agradecer. Solo hice mi trabajo. -dije para alejarme de ahí.
Aún con la curiosidad y el impulso de preguntarle a la chica sobre la decisión de su amiga y sus razones.
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.Lamento no actualizar antes pero realmente me cuentas escribir, está es mi primera historia y realmente me pongo un poco nerviosa.
Espero que le guste y me gustaría que votarán y comentaran.
Gracias.
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Heartbeats |Camren|
FanfictionLauren es una Cardiologa de gran prestigio de un gran hospital, a sus 30 años no mantiene ninguna relación pues a pesar de ser hermosa no cree en el amor verdadero. ¿Podria la llegada de una nueva paciente cambiar su forma de pensar?