Joan vino corriendo hacia ambas chicas.
- Hombre, a quien tenemos aquí. ¡Sabela amiga mía! - y le dió un fuerte abrazo - cero rencor gallega.
- Cero rencor - contestó con una sonrisa falsa.
- Bueno, tenemos que irnos. Hasta... Algún día Sabela. - se dieron un cordial apretón de manos y el chico se fue a pedir un taxi mientras ambas chicas se despedían.
- Espero que nos volvamos a ver Sabelita. Te quiero.
- Yo más Marilia. - entonces se dieron un fuerte abrazo y una mirada en la que transmitieron todo lo que no podían decir. La canaria se dirigió corriendo hacia el taxi que su novio había conseguido. - Yo muchísimo más - susurró mientras el coche se desvanecía.
Entró otra vez al local y miró el reloj. Las cinco menos cuarto. Vió que todxs estaban cansadxs así que decidieron volver. Pillaron unos Uber donde por casualidad le tocó junto a Julia, Marta, María y África (imaginad uno de siete plazas).
- He besado a Marilia.
- ¡¿QUE?! - chillaron Marta y Afri.
- Así me gusta gallega - dijo orgullosa María.
- Pero - interrumpió alargando la e - Joan me ha abrazado.
- Pero no cuentes eso que vomito - gritó Julia haciendo que todas rieran.
- Que tonta eres Juls... - exclamó Sabela riendo.
**
Ya era la graduación. Sabela ya había cursado los cuatro años que debía junto a todxs. Habían sido unos grandes años. Había conocido a gente maravillosa que nunca olvidaría y a gente que prefería olvidar.
Julia y Sabela estaban en su cuarto un tanto melancólicas.
- ¿No te resulta extraño? - preguntó la gaditana
- ¿El que?
- Todo. No volveremos a llorar en este cuarto, no volveremos a enamorarnos...
- Ya. Eso ultimo lo has aprovechado hasta el final. - dijo la gallega guiñando un ojo.
- Que tonta. A ver, Roi es muy majo y eso, pero es que Carlos... Estamos hechos el uno para el otro.
- Ay que enamoradiza es mi Juls... - y ambas rieron. De repente, alguien tocó la puerta.
- ¡Fiesta antes de la graduación! - chilló María que estaba junto a Marta, Pablo y África.
- Amono' amono' todo' ebribadi - empezó a cantar la malagueña mientras entraba al cuarto.
- A ver cariños, empezad a vestiros que luego tengo que ir al baño a ponerme más highlighter. - dijo África.
- Que obsesión... - susurró Pablo.
- Te he oído Pablito - respondió la madrileña.
- Tiene razón, tenemos que vestirnos que en una hora hay que estar abajo. - cambió de tema Julia.
A los cuarenta minutos ambas chicas ya estaban así que dejaron que África se arreglara. Un rato después, todxs estaban preperadxs así que esperaron a que Carlos llegara para que recogiera a Julia. Como esperaron mucho y no querían llegar tarde, decidieron bajar a la ceremonia. Por la escalera se encontraron a un Carlos agotado con un ramo de flores en las manos.
- Perdón por no llegar pronto - dijo mientras intentaba recuperar el aliento - Lo siento - y le dió el ramo.
- Tranquilo amor, no pasa nada - y empezaron a besarse.
- Eh... ¡Hola! ¡Vamos a llegar tarde! - gritó María alargando las vocales.
- Esperadnos abajo - dijo Julia entre beso y beso.
- Madre mía, que pastelosos... - añadió Pablo haciendo que todas rieran.
Al llegar vieron a mucha gente. Entre ellos, los familiares de la gallega.
- ¡Sabela cariño! ¿Cómo estás? - gritó la madre de la chica.
- Pues muy b-
- Hola, hola a todas y a todos. - interrumpió la directora - a lo mejor muchas no me conocen. Soy Noe, la directora del campus. Hoy vamos a celebrar que nuestras chicas y chicos se gradúan. Y para hacer un mejor discurso, voy a llamar a Sabela Ramil. Un aplauso para ella - todxs aplaudieron y ella subió al micrófono.
- Hola. Pues yo soy Sabela y os voy a resumir lo que ha sido la universidad para mí - abrió un folio que llevaba en la chaqueta y lo puso en frente suyo - Pues... La universidad ha sido una gran oportunidad para mi. Tanto en el ámbito social como el educativo. He aprendido muchísimo. Pero más que eso, he fallado mucho para volver a aprender. Eso es lo que hay que llevarse de aquí. Los errores. También he de decir que me ha ayudado a estar aquí mucha gente. Gente leal, amable, humilde... En general, mis nuevos amigos. Gracias a ellos estoy aquí, así que muchas gracias. También gracias a mi familia que, aunque no nos veíamos mucho, sé qué me apoya siempre en todo lo que haga, así que gracias. Gracias a los profesores y otros alumnos que en algún punto de estos cuatros años me han echado una mano. Por último, gracias a una persona que no ha podido estar hoy aquí pero que siempre estará junto a mi aunque miles de quilómetros nos separen. - dijo con los ojos cristalinos - Bueno, gracias por escucharme. - al bajar, miles de aplausos llenaron los oídos de la gallega.
- Ha sido muy bonito Sabe - susurró Julia.
- Gracias Juls. - y se dieron un gran abrazo.
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Tranquilas que hay epílogo amigas. Que os ha parecido?
~❤️~
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Como quieres que te quiera | Sabilia
RomanceSabela es una chica de 20 años recién llegada a madrid. Allí conocerá a gente increíble cómo Marta, Julia, María... y Marilia.