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Se sentía afortunado de haber sido ubicado junto al castaño, no sólo era adorable y simpático sino que además llevaba un muy bonito sombrero con orejas de conejo que lo hacían único.
Único y distinguible.
En cuanto se sentó junto a él, Jungkook lo recibió con la más adorable sonrisa del mundo; sus dientecitos delanteros se asomaban asemejando a los de un dulce conejito y Jimin sintió que su sombrerito era más que adecuado para él -¿Quieres ser mi amigo, Jimin hyung?
-Claro, si tú quieres -dijo moviendo sus manitos con nerviosismo.
-Siiiiii -respondió alegremente -hyung es muy bonito.
Jimin se sonrojó y luego de un momento se sintió muy triste, realmente le gustaría poder reconocer el rostro de su nuevo amigo cada vez que lo viera.
