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Cuando la hora del recreo llegó Jimin y Jungkook salieron al patio del colegio a jugar y se divirtieron mucho.
A Jimin lo tenía muy preocupado el hecho de que tal vez no podría reconocer al menor el día siguiente, era la primera vez que tenía un amigo y no quería perderlo a causa de su enfermedad.
Pero todas sus preocupaciones se esfumaron el día siguiente, cuando al llegar al aula descubrió a Jungkook sentado en el mismo lugar y con su adorable sombrero de conejito en la cabeza.
-¡Jungkookie! -Alegremente corrió hacia el castaño para darle un caluroso abrazo.
-Hola Jimin hyung -dijo sonriendo una vez que se separaron y Jimin sintió un cosquilleo en su estómago al ver aquella adorable sonrisa. -¿Hiciste tu tarea de matemáticas?
El día continuó sin inconvenientes, pero una vez más al despedirse sintió una gran opresión al pensar que cuando volviera al día siguiente podría no ser capaz de reconocer a su querido amigo y se sintió abatido.
Nada podía compararse con la alegría que lo embargó cuando encontró a Jungkook con su sombrero el día siguiente, o los que siguieron a ese.
