Capítulo XIII:Nocturno

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- Las sombras no se ven muy bien en ti.

Sonrió al sentir esa voz profunda y calmada a su espalda. Pronto una figura muy familiar para ella fue a instalarse a su lado en el tejado, al tiempo que posaba sobre sus hombros una manta para cubrirla del frío. Cualquiera podría haber dicho que la noche no era lo suficientemente oscura, sin embargo, la chica sabía perfectamente que lo que el joven decía era más bien una metáfora de su estado de ánimo.

- Tampoco te ves muy glamorosa tiritando de frío -agregó, esta vez con un tono de broma-. ¿Cuándo será el día en que recuerdes en subir más abrigada?

- No tengo necesidad de eso -le respondió-, confío en que siempre vendrás con algo para cubrirme -le respondió con una sonrisa que se hizo más amplia al percatarse de la incomodidad del chico.

Se mantuvieron en silencio por un rato, mirando las estrellas que aparecían en el firmamento esa noche. La luna estaba menguando, pero aún así era capaz de iluminar un poco las inmediaciones de los dormitorios, que se veían perfectamente desde el techo del 2-A. Si bien estaba iniciando el verano, las noches aún eran demasiado frescas y corría una brisa helada que podía enfermar fácilmente a cualquiera, sin embargo, eso no era algo que pudiera impedirle a Uraraka Ochako el disfrutar de uno de sus pasatiempos favoritos; tampoco era algo que fuese a hacer que Tokoyami Fumikage no fuese a disfrutar de una noche relajada en donde el Dark Shadow podía ser manejado sin problemas.

- ¿Cómo te has sentido? -Fue el chico quien rompió el silencio, mientras que de él salía un pequeño Dark Shadow que se permitía buscar cariño en las manos de la joven a su lado.

- ¿De mis heridas o de mis sentimientos? -Le preguntó de vuelta, sin tapujos.

- Ambos.

- Aún me llama la atención que Bakugō no me haya hecho ninguna quemadura después de tanto entrenar con él, pero que un poco de hielo cubriéndome me haya dejado con ese tipo de quemaduras -respondió la chica, mientras señalaba parte de su brazo-. Al menos Recovery Girl dijo que no serían permanentes, tan solo debo seguir aplicándome una crema para ellas.

- ¿Y con lo demás? -La chica soltó un suspiro y el Dark Shadow se movió para envolverla por los hombros, como si fuese una forma de darle ánimos.

- Aún no logro que Todoroki-kun vuelva a hablarme.

- ¿Crees que está enfadado contigo?

- No sé si es enfado o vergüenza -respondió encogiéndose de hombros-. Todoroki-kun no es tan infantil como para no haber pensado en por qué hice lo que hice la noche pasada, pero creo que le apena acercarse a mí debido a esto -señaló nuevamente su brazo herido.

Volvieron a guardar silencio, rememorando lo que había ocurrido durante ese par de días que habían transcurrido desde el ataque al que se habían enfrentado sin buscarlo. Uraraka tan solo había pasado unas horas en la enfermería de la escuela para sanar las heridas provocadas por la rabia que el hijo de Endeavor había descargado sobre ella cuando no le permitió ir detrás de su familia. Mas, después de eso las cosas habían estado densas en los dormitorios: por más que la chica lo había intentado, Todoroki la estaba evitando y ni siquiera Yaomomo había podido intervenir para que las cosas se normalizaran entre ellos.

- ¿Y cuál es la verdadera razón por la que estás tan sombría? -Le preguntó, esta vez mirándola directamente.

- A ti no puedo engañarte, ¿verdad? -Comentó la chica con una sonrisa burlona.

- A ninguno de nosotros -respondió el Dark Shadow fregando su rostro contra el cabello de la chica.

- Hay muchas cosas dando vueltas en mi cabeza…

Uraraka Ochako:El Camino Para Ser Una Heroína Donde viven las historias. Descúbrelo ahora