VI:No Sirvo Para Esto

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Iba a ser un día normal y feliz. Eso era lo que el conjunto del día soleado y los cerezos en flor alrededor de la escuela y dormitorios le decían.

Iba a ver a sus amigos después del receso de fin del año lectivo y el par de semanas que había pasado con sus padres. Se pondrían al día con algunas novedades y armarían planes para su nuevo año juntos; quizá tendrían una visita de Aizawa-sensei en los dormitorios para recordarles ciertas reglas comunes y amenazar a Mineta por algún comentario fuera de lugar.

Ese era el día que esperaba y por eso había llegado temprano a instalarse en los dormitorios. Por supuesto, era lo que había ocurrido -en menor grado- al encontrarse con Mina, Tōru y Ojiro. Sabía que pasado el mediodía llegarían Iida y Tsuyu, y que Deku llegaría casi a la hora de la cena porque estaba con All Might en algún lugar que no había especificado. A pesar de no tener a sus amigos más cercanos a la mano, se había entretenido arreglando un poco su -normalísimo- cuarto hasta que se había distraído por la vista que tenía desde su ventana: el jardín que habían sembrado días antes de que terminara el invierno se veía hermoso, así que decidió salir a contemplarlo un rato antes de que el frenesí escolar se lo impidiera más adelante.

Todos creían que su amor por observar el cielo sólo se relacionaba con los astros nocturnos, pero también amaba el poder mirar el cielo del día cambiar de color y las nubes pasar. Se dio tiempo para ello, dedicándose a disfrutar los últimos momentos de soledad que tendría antes de la llegada de sus amigos.

Por supuesto que quedarse dormida bajo el árbol fue fácil, más aún cuando el sol de primavera algo entibiaba el ambiente y la humedad del piso era casi nula.

Siempre que deseaba tener un momento de paz, algo tenía que salir mal, suponía que era por su personalidad que el mundo creía que por ser tan alegre siempre debía estar haciendo algo o compartiendo con alguien. Así que ahí estaba: medio escondida detrás del tronco del árbol en donde se había quedado dormida y ya dando por perdida la oportunidad de presentarse ante Todoroki y Yaoyorozu, quienes parecía que estaban volviendo del negocio cercano a juzgar por las bolsas que ambos cargaban y se habían detenido a conversar sobre su periodo de vacaciones.

Claro, era simple pensar en que eso no era ningún impedimento para salir a saludarlos como si nada, reírse un poco y dar una explicación a por qué aparecía detrás de un árbol: nada que Yaomomo o Todoroki no fuesen a creer. Sin embargo, la conversación entre los chicos había tomado un matiz distinto… y ella sabía perfectamente hacia dónde se estaba dirigiendo.

- Todoroki-kun yo… -la voz de Yaomomo estaba extraña, parecía nerviosa y un poco preocupada- hay algo importante que quería decirte antes de iniciar el año... -Desde donde estaba, Ochako podía ver cómo Todoroki quitaba su vista de las aves que había divisado y los había detenido en ese lugar, y volvía su vista hacia la chica, observándola con atención.

Mierda, mierda, mierda… Se gritaba a sí misma, concentrándose en no moverse, respirar lo más quedo posible e intentar pasar lo más desapercibida posible para sus compañeros. No existo, no estoy aquí, no escucho, no miro, ¡no nada!

No quiso asomarse en ningún momento fuera de su cuarto, ni siquiera para comprobar si el resto de su grupo había llegado, y es que no sabía cómo iba a mirar a Todoroki y Yaoyorozu después de haber escuchado la confesión de la última sin querer; sin contar que se preguntaba cómo la chica podía ser tan miedosa como para haber salido caminando sin esperar a que el chico reaccionara o le dijera algo, sin embargo, el suspiro que el hijo de Endeavor había soltado cuando la chica se había perdido de su vista, dejó a Uraraka aún más intrigada por saber cuál habría sido su respuesta de haber tenido el tiempo.

¿Deku habría llegado? ¿Todoroki y él tendrían la confianza suficiente como para que le comentara lo que había vivido en la tarde? ¿Deku le contaría algo a ella? Esperaba que sí porque la intriga la estaba matando y de un tiempo a esta parte la confianza que en un inicio habían tenido todas las chicas había mermado un poco debido a los sentimientos que todas habían comenzado a desarrollar por sus compañeros… sabía que de boca de Yaomomo no se enteraría de nada.

Uraraka Ochako:El Camino Para Ser Una Heroína Donde viven las historias. Descúbrelo ahora