Izuku estaba ahí.
Abrazando a su mejor amiga mientras ella lloraba inconsolablemente, la razón no era para menos. Hanahaki: la enfermedad de las flores. La enfermedad de un amor no correspondido. Uraraka no dejaba de abrazarlo, se aferraba a su camiseta con todas las fuerzas que le restaban mientras su respiración entrecortada se normalizaba lentamente. Aún cuando ya parecía estar mejor, no fue capaz de soltarla.
Una parte de él se sintió como el peor amigo que pudiera existir en la historia. No podía creer que, cuando él se sentía liberado por contarle su secreto a alguien, ella estuviera sufriendo. Ella había sido su confidente y estuvo dispuesta a escucharlo y a apoyarlo mientras que ella misma no tenía nadie en quien confiar. ¿Desde cuando Uraraka estaría así?
Recordó el día en que le contó sobre su orientación sexual. Habló con Uraraka porque creyó que en ella podía confiar, y no sé equivocaba. Tan pronto sé lo dijo ella no lo dudo ni un instante para confirmar sé sé trataba de Kacchan, eso lo sorprendió y lo asustó. ¿Acaso era tan obvio? Que ella lo supiera le hizo pensar que sus sentimientos eran evidentes, entonces se sintió vulnerable y desprotegido. Pero luego se dio cuenta, no era nada evidente, solo era que Uraraka era una buena amiga.
Nuevamente se sintió fatal. Era desmotivante saber lo mucho que tu amiga te conocía y que tu no supieras cuando ella está en problemas. Por eso quiso arreglarlo.
—Por favor. Dime quien es —le susurró con la intención de darle a entender que podía confiar en él. Sin embargo esas palabras solo parecieron avivar su llanto. Fue después de algunos minutos que ella respondió con la voz rota por el llanto.
—No —dijo sorprendiéndolo. —Lo siento Deku pero no puedo decírtelo, no a ti.
No estuvo seguro de cómo tomar esas palabras. Una parte de él se sentía ofendido, triste por no recibir la misma confianza de parte de su amiga cuando él le había confesado lo que sentía por Kacchan. Quería reclamar pero sus palabras resonaron en su cabeza "no a ti". No era nada personal, quiso creer, simplemente no podía saberlo y debía aceptar su decisión.
—Esta bien —le respondió—. Entiendo si no quieres decirme.
En ese momento Uraraka lo miró con un brillo en los ojos agradecida por no haber insistido.
—Ven —dijo mientras la recargaba en sus hombros—. Vamos a la enfermería.
Ella asintió y con su ayuda fueron con Recovery Girl.
Sentado en la enfermería esperaba impotente a que Recovery Girl le diera su diagnóstico. Aunque en realidad no era algo necesario, solo bastaba con ver los pétalos para saberlo, apenas sabía algo sobre la enfermedad pero los síntomas eran distintivos y únicos.
Recovery Girl salió junto con Uraraka, le dio a ellas una caja con medicamentos y le recomendó que por ese día descansara un rato. Al salir de la enfermería Izuku acompañó a Ochako de regreso a los dormitorios.
—Entonces... ¿Qué te dijo?
Uraraka caminó con el rostro serio. Su mirada estaba perdida en algún punto del suelo, a pesar de que no lo evitó y le permitió caminar a su lado no permitió ningún tipo de acercamiento. Ver a una chica tan alegre como ella actuando de esa forma le partió el corazón.
—Hanahaki —habló con una voz seria y distante luego de varios minutos de silencio—. Aunque creo que es bastante obvio —suspiró, habían llegado a la sala común. Ella decidió sentarse en el sofá y él la acompañó—. Estoy así desde hace una semana, aparentemente era esto y no un simple refriado. Los medicamentos que me dio Recovery Girl solo retrasan el crecimiento de la flor dentro de mis pulmones pero no me curaran.
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PETRICOR
FanfictionA Ochako le gusta Izuku, eso es algo que todos saben menos el propio Deku. Deku por su partr ha estado enamorado de su amigo de la infancia y actual rival desde hace ya bastante tiempo. Cuando Izuku decida contarle sobre su amor platónico y ella des...