20.1# -Segunda oportunidad-

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–¿En serio soy yo el que tiene que respetar?– interrogó incredulo el de cabello azul. El castaño iba a responder pero el menor no lo dejo– ¡¿en serio me estás jodiendo con esa mierda de "respetar"?! ¡tú aquí es el que debería de tener respeto por su casa, su hijo y su matrimonio!– gruñó apretando la mandíbula.

Hoseok estaba sorprendido... nunca había visto de esa manera a Taehyung...

–Aunque no te preocupes por lo último, ya no Hoseok– dijo sarcástico, tomando entre sus dedos el tabique de su nariz y con un sonoro suspiró le volteó a ver con tanta tristeza, desepción y sin brillo en esos achocolatados orbes–... mañana iremos a solicitar el divorció, ya no~

–¡No puedes! ¡Seokjin~!–

–Seokjin lo entenderá– sentenció con voz fría y seca– ya no podemos seguir así, Hoseok. Desde... desde que nos casamos, todo está roto. Antes de todo éramos amigos, tú me gustabas... realmente estaba enamorado de ti...– su voz sonaba tan deteriorada y dolida que el corazón del castaño se encogió. Pero también latió desenfrenadamente al tomarle más importancia a tres palabras; "enamorado de ti".

–Taehyung...–

–Cuando tú me rechazaste dolió... aún recuerdo como la pasé ese año– sonrió con amargura– intenté enamorarte, no quería rendirme y entonces comenzaste a ser frío, indiferente, mentiroso, el chico tierno, feliz y de brillante sonrisa... de quien me enamoré... desapareció y no quedaron rastros de él...– susurro lo último con tanto dolor que su pecho ya no pudo más y lo liberó a través de lágrimas– cuando nos casamos, fue peor... aún te amaba demasiado. Y sorpresa... quedaste embarazo, pero yo no te había tocado ninguna vez en lo que duró la luna de miel... no dije nada ¿me quebré?... eso te lo aseguró Hoseok... pero ame, amo y amaré a Jinnie... porque también me recuerda a como eras antes...– bajaban y bajaban bañando las mejillas de Kim, no sollozaba. Solamente dejaba que lo que tanto lo estaba matando por dentro saliera.

Y hasta ese instante Hoseok se dio cuenta que estaba temblando, sosteniendo el lado en donde se encontraba su corazón agonizando por las punzadas de dolor de cada palabra dichas por el menor, derramando el mismo líquido salado y sintiendose una de las peores personas del mundo.

Quiso hablar pero el nudo en su garganta se lo impidió.

–Esto... esto no lo sabe nadie, pero tuve que ir a psicólogos porque estaba entrando en depresión. Dijeron que no era muy grave todavía y quisieron alejarme de ti... tres años después y la enfermedad avanzó hasta el punto de tener que tomar pastillas...– suspiró y al fin dejó de ver la ventana que daba al espacioso jardín de la linda casa que habían comprado– vas a ser libre dentro de unos meses, obviamente acatare todo lo que el juez diga a cerca de Seokjin y vendré a visitarlo, le afectará pero es un niño fuerte... él lo comprenderá– y con eso último, pasando del estado en el que se encontraba Jung, fue a empacar sus pocas cosas.

Hoseok se había dado cuánta muy tarde de que él también... él también amaba a Taehyung...
Estúpido ¿no?...

Y cuando Tae estuvo listo, se despidió de Seok y se fue.

Hoseok se quedó llorando, con el corazón destrozado y rogando por una segunda oportunidad...

[•••]

Diez años después.

–¡Papá, voy a salir con Nam! ¡vuelvo más tarde!– grito un hermoso castaño de quince años.

–¿Quién es ese tal "Nam" y por qué nunca escuché de él, Seokjin?– el nombrado había tropezado con el pecho de su alto y muy guapo padre.

El castaño sonrió inocente y Taehyung alzó una ceja esperando la respuesta de su hijo.

–Amm... pues verás... él es...– fue interrumpido por el claxon de un auto. A Jin le brillaron lo ojos al ver a su hermoso novio de dieciocho años.

Tae volteó a ver distrallendose y dándole pase para escapar a Seok. Este agitó la mano despidiéndose y antes de subir al auto grito un:

–¡Papá te lo explicará!– y el carro arrancó. Dejando a un desconcertado, impresionado y enojado Taehyung.

Los jóvenes de ahora eran todo un caso. Bufó y decidió entrar para sacarle información a Hoseok.

En los años que llevaban separados todo fue mejorando de poco en poco, ambos habían madurado más, por ellos mismos y por su hijo; la comunicación mejoro, Hoseok dejó de salir, se alejó de todo eso que le había arrebatado al hombre que tanto deseo y tuvo, pero que por pendejo perdió. Por otro lado, Tae consiguió mejorar la condición de su salud, había heredado la compañía de su padre y estaba bien... Sin embargo, los sentimientos de ambos no desaparecieron jamás.
Estaban ahí bien escondidos.
El miedo y la inseguridad se encargaba de mantenerlos ocultos.

–Hoseok ¿quién es ese tal Nam y por qué se llevó a mi bebé? ¿no sé supone que los que conducen son mayores de ed~?– las palabras murieron en su boca gracias a la tremenda vista que Seok le estaba dando.

El ahora rubio se encontraba en una fina bata de seda verde pastel, cabe decir que también muy corta y transparente gracias a las gotas de agua que tenía por todos lados ya que apenas se había acabado de bañar.

No pueden culparlo, él quería un vaso de agua porque tenía muy reseca la garganta y además, no sabía que el otro padre de su hijo iba a aparecer de la nada.

El silencio reino en la cocina, estaban nerviosos, avergonzados, temerosos a la reacción del contrario. Sus corazones palpitaban con tanta fuerza que sentían que se escuchaba por todo el lugar... tanto recorriendo en sus cuerpos y ellos no sabían cómo ocultarlo más.

Tarde o temprano esto tenía que suceder, porque la vida les estaba dando una segunda oportunidad.
Ya es desición de ellos si la tomarán o no.

|C|o|ntinuara.

¿Quieren Lemmon 🌚😏?  

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