27.1# -Un gatito alfa-

2.8K 325 51
                                    

–T-Tae... mgh– sus labios atraparon los míos en un suave roce, los chupaba y también dejaba mordidas.

Sus manos acariciaban mis piernas con suavidad, trazando líneas con la yema de sus dedos, causando que escalofríos subieran por toda mi espina dorsal. Jadee al sentir su lengua colarse en mi boca, enrollandose con la mía y explorando todo a su paso.

Mis manos estaban entrelazadas sobre su cuello, enredando mis dedos con su fino y castaño cabello; suspirando, sintiendo cada vez más caliente mi cuerpo... más necesitado de él.

–Taehyung... ah– gemi leve cuando abandonó mis labios y descendió hasta mi cuello.

Mordía, lamía, dejando marcas que durarían bastante en quitarse, dejando besos tiernos y fogosos. Haciandome derretir entre sus brazos y labios.

–Hobi... hueles tan bien...– quitó mi camisa y también mis shorts junto a la ropa interior.

Estaba desnudo, completamente expuesto y sus ojos estaban fijos en mi cuerpo, haciandome arder en el deseo de esas orcuras aguas tan turbulentas pero al mismo tiempo pacíficas, que tenía por orbes. Sus manos se aproximaron hasta mis pezones y comenzó a jugar con ellos.

–¡Taehyung!– sonrió de lado y sus belfos volvieron atacar los míos sin piedad.

Rápidamente intercambio mi boca por uno de mis botoncitos, succionando, lamiendo y mordiendo con cuidado. Mientras su mano vacía bajaba con lentitud por mi estómago hasta tomar mi erección, masturbándome.

–Mgh... Tae... ahah– gemi gustoso. Retorciendome debajo de su escultural cuerpo.

Abandonó mis oscuros y erectos pezones para ir bajando entre un húmedo sendero de besos, lamidas y chupetones; su cavidad fue el detonante para que arqueara mi espalda y me corriera con ganas.

–Esto no sabe mal...– dijo por lo bajo terminando de pasar su áspera lengua por los muslos internos de mis piernas quitando algunos restos de mi esencia.

Mi pecho subía y bajaba con rapidez, sentía mis mejillas calientes y qué decir de mi cuerpo. Estaba sorprendido, nunca me había corrido tan rápido e intenso.

–Oh Tae... mgh ¡Ah!– chille al sentir como su lengua se paseaba por mi entrada.

Lamida tras lamida, después introdujo su lengua y para finalizar expandió mi entrada con sus largos dedos; primero fue algo incómodo el segundo dolió un poco y ya en el tercero estaba delirando, suplicando porque se enterrara en mi.

–T-Tae... por favor... agh... ¡Ah!– había tocado un punto que me hizo ver estrellas por un momento.

Ese pulgoso no dijo nada y con gran esfuerzo en abrir mis ojos, pude apreciar la sonrisa tan caliente que me estaba dedicando junto a ese par de orbes gatunos y deseosos.

–¿Esto quiere hyung?– interrogó con voz gruesa y juguetona, mientras dirigía una de mis manos hacia su miembro.

Esa gran, venosa y húmeda extensión iba a entrar en mi, gemi ante tal pensamiento; abrí completamente mis piernas y dirigí su pene a mi palpitante entrada, rozando la cabeza con ella.

–Vamos Tae... hazme los bebés que tanto quieres...– susurré entre jadeos.

Sus orbes se dilataron más y gruño, posó una de sus palmas en mi cintura y se introdujo de una sola estocada. Gemi tan alto que estaba seguro me habían escuchado mis vecinas. Su erección había tocado otra vez, ese punto que me volvió desquiciado.

De mis labios lo único que podía salir eran incoherencias entre gemidos, suspiros y jadeos,  mezclados con su nombre. Mientras el soltaba gruñidos acompañados de jadeos y gemidos roncos.

–Taehyung... ahah... muévete...– coloqué mis manos en su espalda acariciándola.

Su mirada conecto con la mía y me beso, danzando con amor y deseo, tan apasionado y dulce. Un suspiro se escapó de ambos par de labios cuando el comenzó un vaivén de caderas, entrando y saliendo de mi con lentitud.

Abandonó mi boca y se ocupó de volver a marcar mi cuello, mientras las embestidas se hacían más rápidas.

Los segundos se convirtieron en minutos y yo sentía como poco a poco llegaba al clímax. El cosquilleo, el calor en mi vientre me lo advertían.

–Tae... amgh... me-me vengo... ah– dije como pude. Él beso mis labios en un piquito.

–Yo... también agh– aceleró a un más los movimientos.

Y me corrí después, gritando su nombre, manchando mi abdomen y el de él.
Tae no se detuvo hasta después de una cuantas estocadas más.
Su esencia se derramó en mi interior haciéndome gemir algo agudo, se sentía tan bien.

–Ah... eso fue increíble hyung...– se acercó a mis labios y los atrapó en un suave beso.

Lleve mis manos a sus mejillas y las acaricie mientras ambos seguíamos amándonos. Sus manos recorrían mi aún sensible y caliente cuerpo, sacándome uno que otro suspiró que se ahogaba dentro del apasionado contacto.

Pase mis manos por sus afelpadas orejitas y el ronroneo, sonreí y seguí.

Podía verse como un chico, demasiado guapo, tierno y sexy pero para mí seguía siendo un pulgoso, calenturiento y molesto gato... mi gato... mi gatito alfa.

|F|i|n.

🔹V H O P E🔹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora