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Yo salí de Adkins Inc. y me tomé un taxi de regreso a casa. Durante todo el camino, no pude dejar de pensar en lo que Mike me había dicho, al igual que todos los días durante el último mes, desde que me había enterado. Llegamos al edificio y yo le entregué mi dinero al taxista, para luego bajar del coche. Yo levanté la vista y me encontré con Mike, esperando en la puerta. Yo me acerqué a él.

- ¿cómo sabes dónde vivo?- pregunté confusa.

- Chester me lo dijo.- respondió él, sin importancia.

- ¿y qué haces aquí?- pregunté, abriendo la puerta de vidrio del edificio y entrando en este, seguida de Mike.

- Pues, quería hablar contigo y no has vuelto a casa de Chester, probablemente para evitarme.- dijo, leyendo mis pensamientos. Yo toqué el botón del elevador.

- No hay nada para hablar, Mike.- dije yo, entrando en el elevador, seguida de él.

- Claro que si.- respondió él.

- Claro que no.- insistí yo. Las puertas se abrieron en mi piso, y yo salí del ascensor, nuevamente seguida de Mike. Yo me acerqué a la puerta e introduje la llave en esta, abriéndola.

- Hannah, escúchame, sé que estás con Rob, pero...- habló, pero yo lo interrumpí, volteándome a verlo.

- Exacto, estoy con Rob, así que no hay nada de qué hablar.- dije yo, entrando en mi departamento y cerrando la puerta detrás mío. Yo me apoyé sobre esta y suspiré, mordiéndome el labio. Estaba perfectamente consciente de que estaba saliendo con Rob, pero en el fondo, también era consciente de que algo sentía por Mike, y ese era mi motivo para evitarlo. Él había cambiado mucho desde la última vez que nos vimos, y aunque no quería admitirlo, sabía que el Mike de ahora me gustaba mucho más. Yo reprimí todos esos pensamientos y me dirigí a la cocina, sirviéndome un vaso de agua y tomándolo todo de una sola pasada. Iba a dirigirme a mi cuarto cuando el timbre sonó. Yo suspiré, pensando que ya se había ido. Caminé hasta la puerta y la abrí.

- Mike.- quise hablar, pero él me interrumpió, entrando en el departamento y tomándome del cuello para besarme. Al principio no reaccioné, pero luego me dejé llevar. Él colocó sus manos alrededor de mi cintura y yo rodeé su cuello con mis brazos. El beso era apasionado, desesperado, como si se tratara de una pareja que no se había visto en meses. De un momento a otro, caí en la realidad y puse ambas manos en sus hombros, apartándolo de mi.

- No, espera. Esto está mal.- dije en voz baja.- yo estoy con Rob, Mike.- dije, apartándome aún más de él.

- Sé que sientes algo por mi.- insistió él. Yo sentí un nudo formarse en mi garganta. Quería llorar, ya que aunque me costara admitirlo, sabía que tenía razón. Yo me volteé para que él no pudiese verme llorar.

- Deberías irte.- dije, en un inútil intento de terminar las cosas aquí.

- Por favor, Hannah.- pidió, y yo oí cómo se acercaba a mi. Yo me limpié las lágrimas, aunque estas volvieron a surgir, y me volteé a verlo.- Rob no te ama. No como yo.- dijo en un tono calmo. Yo pensé en que tan cierto podía ser eso, y luego pensé que tanto amaba a Rob, y que tanto sentía por Mike.

- ¿cómo se que eso es verdad?- pregunté con la voz entrecortada. Mike se acercó a mi, hasta que nuestros rostros quedaron a centímetros de distancia.

- Déjame probártelo.- susurró, para luego volver a tomar mis labios.

Numb |MIKE SHINODA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora