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Nos encontrabamos esperando nuestro pedido cuando mi móvil sonó, indicándome que tenía un mensaje. Yo lo tomé y observé la pantalla; era Chester.

¿por qué no se pasan por casa hoy?

-C.

Yo fruncí el ceño al notar que hablaba en plural.

¿yo y quién más?

-H.

Le envié. Él no tardó en responder.

Tú y Mike.

-C.

Yo volví a fruncir el ceño.

¿Cómo sabes que estoy con Mike?

-H.

Nuevamente, no tardó en responder.

Están en todas las redes sociales.

-C.

Yo levanté las cejas, incrédula; apenas habían pasado unos minutos. Yo abrí mi Instagram y ví publicaciones de distintas páginas sobre nosotros. Estaba deslizando mi dedo por la pantalla, pero me detuve al ver una foto. Nos habían tomado una foto, sin que yo me diera cuenta y sin nuestro permiso. Yo volteé el móvil hacia Mike y le enseñé la foto.

- Nos tomaron una foto.- dije, aún incrédula. Él sonrió, y pude notar que estaba algo nervioso.

- Pues si, era de esperarse.- respondió él simplemente. Yo levanté ambas cejas, haciendo un gesto indicándole que explicara su comentario. Él desvió la vista, para luego volver a verme.- así es mi vida, Hannah. Así es la vida de cualquiera de nosotros.- dijo en un tono relajado.- cuando te vuelves famoso pierdes privacidad. Una cosa o la otra.- añadió. Yo dejé de enseñarle la foto y abrí nuevamente el chat con Chester.

- Que reconfortante.- murmuré, antes de teclear una respuesta.

Claro, iremos en un rato.

-H.

Respondí a su pregunta.

- Chester nos ha invitado a su casa.- le informé a Mike.

- ¿y quieres ir?- preguntó él. Yo lo observé y fruncí el ceño.

- Pues claro, ¿por qué no?- respondí. Él simplemente levantó los hombros.

- Entonces iremos.- me sonrió antes de que una empleada del lugar nos entregara nuestros platos.

***

Luego de pagar por nuestra comida, Mike tomó mi mano y salimos del lugar.

- ¿quieres caminar un rato?- me preguntó con una sonrisa. Yo me lo pensé y asentí; ya no recordaba cuál era la última vez que había visitado el centro por simple placer. Empezamos a caminar y yo observaba todas las vidrieras que estaban al alcance de mis ojos. En un momento divisé a unos metros un hermoso vestido blanco con detalles de encaje y un lazo a la cintura. Yo solté la mano de Mike y corrí a verlo. Cuando estuve frente a la vidriera, no podía quitar mis ojos de éste; era demasiado bonito. Mike llegó a mi lado.

- ¿lo quieres?- preguntó. Yo lo observé entusiasmada, pero luego volví a mirar la vidriera y observé el precio del vestido que se encontraba escrito sobre un papel debajo de éste. Instantáneamente mi entusiasmo desapareció; era más de lo que podía pedir.

- Descuida, no es necesario.- dije, algo desanimada. Me dispuse a girar para seguir caminando, pero Mike me detuvo, tomándome de la muñeca. Yo me volteé a verlo.

- Lo quieres, lo tienes.- dijo él, para luego tirar de mi brazo hacia dentro de la tienda. Yo traté de negarme, tratando de soltarme, pero finalmente entramos.

- Mike, en verdad, no.- me negué, hablando casi en un susurro.- no puedo hacerte pagar eso. Es demasiado caro para un simple vestido.- dije yo.

- Nada es demasiado si te hace feliz.-

Numb |MIKE SHINODA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora