Primero que nada quería agradecerles a las personas que les intereso y leyeron la novela, son pocos pero de todas formas les agradezco. Ojala el numero de lectores siga creciendo. Segundo, voy a estar subiendo capítulos más seguido y mas largos. Gracias de nuevo!
-Ya esta estable, no fue nada grave – escuche decir a una voz que no reconocía en absoluto. – Solo tuvo un fuerte golpe pero nada grave – escuche a la misma persona hablar.
Mis ojos estaban completamente cerrados. Me dolía el cuerpo y por ende no podía producir ningún movimiento.
-Doctor y cuando va a despertar – tampoco identifique a aquel que dijera eso, pero parecía la voz de un hombre.
Poco a poco me fui despabilando, mis pupilas ardían y el reflector que tenia sobre mi no ayudaba mucho. Cuando por fin desperté por completo, vi a dos personas junto a mí.
Uno de ellos era un hombre mayor, con poco pelo y canoso, llevaba un guardapolvo blanco y anteojos. El otro chico era joven, tenía un piercing en la ceja y uno de sus brazos completamente tatuados.
-¿Qué hago aquí?-fue lo único que dije con mi boca seca.
-Sufrió un accidente, este joven la encontró y la trajo hasta aquí-Dijo el hombre mayor que calculo será el doctor. –¿Tiene algún familiar al que podamos acudir?-Volvió a hablar el señor.
-Ellos viven muy lejos. -Respondí.
-Bien, empecemos con preguntas más fáciles. ¿Cuál es su nombre?
- Me llamo _____.
El otro muchacho permanecía inmóvil y su vista en mi también.
-Disculpe, ¿usted es el doctor, cierto?-Pregunte a la vez que trataba de sentarme, mis fuerzas eran muy débiles.
-Si.
-¿Quién eres tú?-Desvié mi vista al otro chico.
-Mi nombre es Jaidon, aunque me agrada mas que me digan Jai. Te encontré dentro de un auto, todo destruido y habían mas personas pero nadie se ofreció ayudarte, todos miraban impactados.- El joven observo el reloj -Se me hace tarde, debo irme. Ojala te recuperes pronto.
-Espera…-Dije pero el hombre mayor me detuvo.
-Tu no vas a ninguna parte, debes quedarte porque hay que hacer estudios y controlar que todo este bien, nos comunicaremos con tu familia para informarles de lo sucedido.
El doctor salió de la habitación y Jai también. Allí me quede, sola, mientras observaba como el único chico que se preocupo por mi sin siquiera conocerme se iba. Quizás nunca vuelva a saber de el pero siempre le voy a agradecer.