Capítulo 12 "Oscuridad"

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Sehun toca a la puerta de la casa de su mentor tras escabullirse de la Casa Bermellón. Sabe que, a esa hora de la mañana, el hombre estará ocupado en el trabajo y Hana seguramente estará en casa.

Ha venido a decirle que se terminó.

La mujer abre la puerta, y la sorpresa al ver a Sehun se evidencia en su rostro.

-¿Has considerado mi propuesta? -pregunta en voz baja, como si estuviera preocupada de que alguien pudiera escuchar su, de por sí, suave voz.

Sehun echa un vistazo hacia atrás para ver a una pareja de ancianos paseando por el camino hacia ellos; se agacha e ingresa a la casa y cierra la puerta.

-Esto tiene que acabar.

-Estoy de acuerdo.

Sehun ve que Hana está completamente seria, y siente que su corazón se vuelve más pesado.

-Lo que quiero decir es que... ya no regresaré a verlos a ninguno de ustedes. Se está volviendo muy duro y está lastimando a la gente que amo.

La frente de Hana se arruga y ladea la cabeza un poco, confundida. Sus ojos se entristecen tras comprender lo que Sehun dice, y éste juguetea incómodo con sus pulgares mientras ella lo mira como buscándole el alma o algo.

-Así sin más... ¿te irás? -Sehun asiente. -Después de todo por lo que has pasado... todo por lo que te hizo pasar, por lo que yo te hice pasar, ¿se terminó y ya?

Sehun sólo puede asentir, inexpresivo, y sabe que debe parecer tonto. Haber pasado por meses y meses de tortura y dolor y humillación, todo para huir por una simple promesa que hizo.

Pero no es una simple promesa. Es la promesa más importante que Sehun ha hecho jamás, y pretende totalmente mantenerla porque se la hizo a Luhan, y Luhan es su mundo. Su todo. Romper esa promesa sería como romper la confianza que ha cultivado y cuidado y visto crecer con tanta dedicación. No la va a arruinar.

Hana le sujeta el brazo, desesperada.

-Sabes que te encontrará. Tiene conexiones en la ciudad, y a menos que te vayas pronto y jamás regreses, te encontrará. -Sus dedos se aferran al material de su abrigo con fuerza, y Sehun la mira extrañado. -Lo sé porque ha pasado antes. Sé que esto es mi culpa. Todo lo que te ha pasado es mi culpa, y no puedo siquiera empezar a expresar mis más profunda tristeza y mis disculpas por ello. Pero tienes que escucharme. No dejará de buscarte. Si haces esto por mí, el dinero que estoy dispuesta a darte será suficiente para que abandones la ciudad y vivas cómodamente. Ya sabes las riquezas que soy capaz de dar.

Sehun le aparta la mano, y sabe perfectamente bien que lo que está haciendo es una tontería. Luhan le advirtió que aquel hombre no dejará de buscarlo hasta que sea suyo otra vez. Hará todo lo posible por arruinar todo a su alrededor. Sehun cree como un tonto que será capaz de descubrir algo sobre la marcha. Sabe que está actuando irracionalmente, pero es todo por Luhan. No puede retractarse de sus palabras. Estira un brazo para tomar la manilla de la puerta, listo para darle la bienvenida a sus pulmones al aire fresco. El del interior de esa casa siempre le molesta.

-Le contaré.

Sehun jura que su corazón se detiene. Sus dedos caen del picaporte.

-¿Qué dices?

-Le contaré del prostituto al que visitas -dice. No hay rastros de amenaza en su voz, sólo desesperación.

Sehun se arrepiente de haberle revelado su amor por Luhan en un momento de debilidad. Casi hasta extraña esos días. Cuando sólo hablaban sobre esto y aquello una vez que su mentor se hubiera quedado dormido, para tratar de distraerse y olvidarse de lo que acababa de pasar, y del hecho de que se habían visto en el intenso dolor de la pasión. ¿Cómo es que todo se volvió tan retorcido?

Flores de Cerezo Doradas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora