Capítulo 7 "Calidez"

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Sehun y Luhan se hallan recostados sobre sus espaldas, contemplando el techo. El delgado muro detrás de ellos cruje y unos suaves gemidos se oyen a través. Luhan trata de no imaginarse a Baekhyun en posiciones comprometedoras y humillantes. Como si le leyera la mente, Sehun estira los brazos y le cubre los oídos con sus palmas, acallando los sonidos. Es en ocasiones como esa cuando aparenta muchos años más en cuanto a madurez y deja a Luhan sintiéndose como el más chico de los dos.

-¿Has vuelto a pensar acerca de la propuesta de esa mujer? -pregunta éste para llenar el silencio y distraerse de Baekhyun.

-No -responde Sehun-. Mi mentor ha estado fuera de la ciudad desde hace varios días. En vez de eso he estado ayudando en la casa. -Decide no contarle que Hana lo intentó varias veces más con él durante su estadía. Declinó cortésmente sus ofertas en cada ocasión, argumentando que necesitaba más tiempo para pensarlo, pero la verdad es que está empezando a considerarlo.

Sehun no sabe cuál es la decisión correcta. Habrá serias consecuencias sin importar lo que decida, y a veces piensa que todo sería mejor si no tuviera que hacer ninguna elección, nunca. Pero luego recupera el juicio y sabe que no puede pensar tales cosas porque jamás dejaría solo a Luhan en ese mundo. Especialmente no ahora, no habiendo llegado tan lejos juntos.

Luhan le ha hecho sentir cosas que se creyó incapaz de sentir, y está casi seguro de que ese sentimiento es mutuo.

El más joven se voltea para enfrentar a Luhan cuando éste le aparta suavemente las manos de sus oídos y entrelaza sus dedos con los de él.

-Dime lo que piensas -susurra-. Lo que realmente estás pensando.

Luhan siempre puede darse cuenta cuando la mente de Sehun cambia de dirección porque su frente se arruga y saca la punta de la lengua para lamerse la comisura de los labios con concentración.

-Estoy pensando... -Sehun vacila-. Que tal vez la decisión que tome no sea la correcta.

En un raro día despejado, Luhan convence a la madama de que le permita a Baekhyun acompañarlo hasta el mercado para hacer las compras. Normalmente envían a la mucama a comprar, pero Luhan le promete que buscará clientes para ambos y entonces ella expresa su aprobación con una agitación de su mano, volviéndose instantáneamente a enfrascar en los recibos y facturas apiladas en su mesa. La madama sólo lo permite porque, aunque no lo quiera admitir, Luhan es su favorito de entre todos los de la casa bermellón.

Él piensa que salir e interactuar con gente amigable le hará un inmenso bien a Baekhyun, quien se ha estado llevando la peor parte de todo por más tiempo del que puede recordar.

El muchacho se pone una prenda de un tono verde oscuro y levanta la vista hacia Luhan con ojos enormes, excitados. Su cabello aún está algo húmedo porque es la tarde del martes, y su cliente que nunca lo limpia se acaba de ir. Por suerte dicho hombre es su último cliente del día, pero aún así a Luhan no le gusta el hecho de que fregar y limpiarle el cabello a Baekhyun se haya vuelto una rutina semanal para los dos.

-Gracias, Lulu -dice el chico, con su voz ya cargada de emoción, y Luhan le palmea la cabeza. Sujeta la lista de cosas que necesitan contra su pecho y rodea protectoramente con un brazo a Baekhyun.

Abandonan el falso paraíso de la casa bermellón y se abren paso hacia el distrito comercial. Los ojos de Baekhyun están muy abiertos y brillantes porque pareciera haber pasado una eternidad desde la última vez que salió. Seducir y tentar hombres en la calle afuera de la casa no cuenta.

El mercado está rebosante de vida y actividad; los colores y aromas abruman al muchacho. Los pescadores braman sobre sus capturas del día y los puestos vecinos ahúman los peces para la gente apresurada. Otros puestos venden nueces y frutas que Baekhyun jamás ha visto antes, apiladas en altos cúmulos sobre incontables barriles, y está tentado de abandonar los brazos protectores de Luhan y correr y correr hasta alcanzar el final del mercado.

Pero no lo hace. Jamás se iría de al lado de Luhan.

-¿Batatas? -pregunta esperanzado mientras pasan junto a un carro repleto de hortalizas frescas. Luhan asiente, extrae su monedero y lo deposita en las manos del más joven.

-Escoge alguna buena. La cocinaremos para la cena de hoy.

Baekhyun se aproxima al carro y se pone a toquetear las batatas para encontrar las más decentes, hasta que se distrae por la persona que está al otro lado. El dueño es alto, tal vez una cabeza más alto que Baekhyun mismo, con un cabello oscuro y revoltoso cuyos mechones sobresalen por varias partes. Está de espaldas a él, limpiando más vegetales.

-¡Gigante! -Otro hombre, que trabaja en el stand vecino, le ladra al vendedor de hortalizas y saca a Baekhyun de su estupefacción. -¡Presta atención, tienes un cliente!

El alto se voltea frenéticamente, dejando caer en el proceso todo lo que estaba sujetando.

-¡Lo siento mucho! -grita, haciendo su mejor esfuerzo por atrapar los objetos, pero sin embargo caen todos al suelo-. No te escuché. Estaba...

El vendedor de vegetales encuentra su mirada con la de Baekhyun e inmediatamente se olvida de todo lo que estaba diciendo y pensando y de las verduras desparramadas a sus pies. Luhan tan sólo observa, divertido.

-Nada más quería comprar unas batatas. -El hombre alto asiente con entendimiento, pero sus ojos enormes indican que lo más probable es que no haya captado ni una palabra de lo que Baekhyun le dijo. -¿Cómo sé cuáles son buenas?

El vendedor avanza y se choca contra su carro en el proceso, aparentemente todavía sin poder apartar la vista de los ojos de Baekhyun, penetrantes y delineados con kohl.

-Puedo ayudarte con eso...

-... Baekhyun -proporciona éste, y se ríe tapándose la boca con el dorso de su mano-. Gracias por tu ayuda...

-Chanyeol -responde con presteza el vendedor, claramente ansioso por que el hombre lo conozca.

-Chanyeol -repite Baekhyun con lentitud, y el alto ama la forma en que su nombre es pronunciado por la lengua del adorable extraño-. Parece que has dejado caer algunas cosas, Chanyeol.

Dicho hombre se sonroja ligeramente y se pone en cuclillas para recoger el pelador y sus ahora sucios vegetales. Los lanza hacia un bol de madera lleno de agua para lavarlos luego.

-Lo siento, me has sobresaltado un poco.

-No fue para nada mi intención -dice Baekhyun con una sonrisa, y Luhan no puede evitar sonreír y poner los ojos en blanco. Baekhyun puede ser muy dulce y encantador cuando quiere, así que no es sorpresa que ya tenga al torpe trabajador del mercado atento a cada una de sus palabras.

Luhan rebusca entre las flores del puesto de al lado, asegurándose de mantener un ojo vigilante en su amigo. Sonríe cuando Chanyeol le muestra a Baekhyun la mejor manera de elegir una batata, buscando magullones y manchas y apretándola con suavidad. El vendedor de vegetales limpia con su delantal la verdura ganadora y se la presenta a Baekhyun con una floritura, quien en respuesta suelta una débil risita contra su mano y toma el vegetal haciendo una reverencia.

-Esa te la regalo -dice Chanyeol, y el otro luce exultante-. Si me respondes una pregunta.

-¿Sí?

-¿Por qué usas tanto maquillaje? -inquiere con una ligera inclinación de su cabeza-. No me malentiendas, te queda bien. Sólo tengo curiosidad.

-Me gusta porque me hace parecer mayor -responde Baekhyun, hinchando las mejillas-. Odio cuando la gente me dice cuán joven luzco.

Chanyeol sonríe ampliamente. Tal vez demasiado amplio, piensa Luhan, porque sus ojos lucen un poco enloquecidos al hacerlo; pero Baekhyun ríe otra vez y entonces piensa que es lo más adorable del mundo.

-Me disculpo sinceramente si esto te resulta muy atrevido, pero... ¿hay alguna posibilidad de volverte a ver, Baekhyun?

Luhan se pone alerta y se precipita junto a su amigo a tiempo para taparle bruscamente la boca con la mano, justo cuando consigue decir:

-¡Por supuesto! Ve a la casa be... ¡mmmf!

-Regresaremos la próxima semana -interrumpe Luhan con una sonrisa agradable, y se lleva a su amigo-. A la misma hora.

Chanyeol saluda débilmente con la mano a Baekhyun, y éste sostiene la batata contra su pecho. La sostiene cerca, apretada contra su corazón durante el resto de sus compras y durante el regreso a la casa.

Flores de Cerezo Doradas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora