Capítulo 9

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Estaba sonrojado el calor subía por sus mejillas, sus lindas orejas color cobrizo se movieron hacia atrás y captó los tronidos que hacia la leña al quemarse, pero sobre todo podía escuchar la música, las personas hablando y sobre eso el olor de la comida.

Y recordó que la comida era la que lo había llevado a esto. A esta fogata con estas personas al lado de este hombre NO montonero, NADA feo y NO tan malo.

-quieres que te traiga un poco más de carne- le pregunto Hetian. Negó con la cabeza el chico le acaricio la oreja izquierda y se levantó dejándolo solo frente aquella hoguera. Miro a sus padres comiendo con tranquilidad y disfrutando la velada.

-Está bien-se dijo a sí mismo. Aquello no estaba tan mal.

-¡Hetian!- las risas de las doncellas bonitas llamaron su atención. Las chicas se amontonaron alrededor de su futuro esposo y le molesto un poco, sus pequeñas orejas se movieron hacia atrás.

- Baila conmigo Tian- Yo te lo pedí hace un mes- Tu bailaste con él el equinoccio pasado- ¿y?-

Guanshan los miraba con atención, el pequeño gusanito de los celos le pico la espalda, cerro los ojos y cruzándose de brazos ignoro el alboroto que su NADA feo hombre causaba en esas chicas.

-No podré bailar con ustedes - las chicas pusieron cara de tristeza y las orejas de zorro de Mo dieron un respingo, HeTian se giró - Bailaré con mi prometido-

Los rostros se giraron hacia el zorro-humano y este se sonrojo.

-Bailemos pequeño zorro-

Shan frunció el ceño.

- no se hacerlo idiota- le gruño, pero Hetian lo jaló tomándolo de la cintura y le susurro.

-Entonces solo abrázame-


Hubo un murmullo. Las voces femeninas se quejaron, otras parecieron felices. Al final, nadie más los molesto.


Mo yacía acostado sobre la gran cama de su nueva, elegante y gran casa. Bueno la que obtendrían sus padres a costa de su virginidad. Se tapo los ojos con las palmas de las manos. Y después de pensarlo unos diez minutos se dijo a si mismo que no estaba nada mal. Se levantó de la cama y se acercó al ventanal, la fogata seguía ardiendo débilmente, un par de parejas seguían a su alrededor, abrazándose y besándose. Zorrito Shan se sonrojo y se giró dándole la espalda a tan promiscua escena.
Miro hacia la puerta.

¿Su prometido estaría durmiendo?

Su boda se había previsto para el fin de semana, los intestinos se le revolvían y sentía calor en las mejillas solo de pensar en su destino. HeCheng aseguraba que todos los preparativos serian rápidos y tendrían la mejor boda al estilo humano que se pudiera imaginar. “Boda al estilo humano” Shan no tenía ni la mínima idea de cómo era eso. Los zorros simplemente se marcaban, vivían juntos, tenían zorritos y ya fin del cortejo.


Suspiro, dio un último vistazo a la fogata y regreso a la cama.






El día de la boda llego más rápido de lo que él hubiera querido, ese día su madre lo había levantado antes de que el sol saliera, le preparó una tina de agua caliente repleta de flores y hierbas aromáticas. Mo se sumergió y estuvo ahí hasta que el agua se entibio y su piel se impregno de los ricos aromas. Después si madre, luego de muchas suplicas, le puso una toga blanca, suave y bonita, tenía bordadas pequeñas flores en la parte inferior, su madre termino su estúpido outfit con otra diadema de flores blancas sobre su cabello rojo brillante.

-¿por qué siempre tengo que vestir así de cliché de princesa de cuento?- se quejó el zorro.

-es parte de las tradiciones humanas Shan, además yo creo que te ves muy lindo- Mo puso los ojos en blanco. Hizo ejercicios de respiración y se dejó llevar hasta el hermoso jardín de la familia He.

Y mientras un hombre vestido de negro anunciaba a la multitud que Mo y Hetian se iban a casar. Shan llego a la conclusión de que los humanos eran muy, pero que muy raros cuando tenían que unir sus vidas para tener una familia, primero se vestían ridículamente, les hablaban a todos sus conocidos para que los vieran desfilar por una tela roja tirada en el piso y luego un hombre que a ojos de Shan se veía demasiado normal, contaba con el poder legal de unirlos en matrimonio.

-¡ahora puede besar a su esposo!- dijo el hombre de negro. Shan salió de su ensoñación.

-¿cómo? ¿besar? ¿de qué carajo habla?-

Y entonces Hetian tomo el rostro del pequeño zorro entres sus grandes manos tibias y le planto un beso suave en los labios.

-malditos humanos ridículos- fue lo último que pensó antes de ponerse realmente colorado y desmayarse de la impresión.


Nota: vaya esto ya es más raro que antes XD sigan leyendo por favor :(!!

Capa roja y el zorro gruñón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora