5.

1.1K 139 14
                                    

Taemin podría decir con orgullo que apenas parpadeo cuando Kibum entro como relámpago a su oficina en su hora de comida. Unas horas antes lo había cruzado en los pasillos del Saint Mary, y por la forma en que lo miro, que dicho sea de paso, era como lo había estado mirando todo el hospital desde que empezó su turno esa mañana, sabía que su amigo tendría muchas preguntas que hacerle y no desistiría hasta tener las respuestas.

Así que, cuando Kibum se sentó frente a él colocando dos cajas de almuerzo estaba preparado mentalmente para lo que venía, más o menos.

- ¿Qué paso? – pregunto Kibum –

- Hola a ti también – respondió Taemin rodando los ojos mientras abría su almuerzo –

- Hola – dijo sarcásticamente el otro - ¿Qué paso? –

- Salí con Minho de nuevo –

- ¡Taemin! – se quejó Kibum de la falta de detalles, el rubio no pudo evitar reír –

El pediatra explico con todos los detalles que recordaba las dos salidas que había tenido con Minho ese fin de semana. Contó con una sonrisa tímida, que se iba ensanchando mientras hablaba, sobre la salida por pizza el sábado hasta su paseo dominical. Al llegar a la parte done Minho lo había invitado al cumpleaños de su sobrina y cuando puso la marca de olor en su muñeca Kibum soltó varios chillidos emocionado.

- Eso es increíble – dijo Kibum con una gran sonrisa, pero enseguida arrugo el cejo ante el repentino gesto abatido del rubio – ¿Qué sucede? –

- Cuando me estaba marcando, quise preguntarle si podía... percibirme, pero no pude porque no quería desilusionarme – el mayor tomo aire e hizo una pausa mientras pensaba que contestar, entraban en terreno muy delicado –

- Bueno, hay dos opciones. – empezó con cautela – Dijiste que él sabía que eras omega, así que puede que esté consciente de tu condición, y quiera cortejarte a pesar de eso. O que él sea... ya sabes –

- Debo enfrentarlo y dejar de hacerme falsas esperanzas –

- Es lo mejor, – confirmo Kibum – pero mientras nada te impide disfrutar su compañía, ¿Correcto? –

- Correcto – asintió y sonrió al fin relajando el ambiente nuevamente – Gracias, hyung –

- Así que tu padre no ha venido al hospital – dijo de pronto Kibum con su característica sonrisa felina –

- ¿De qué hablas? – pregunto confundido por el súbito cambio de tema –

- Bueno, entraste al Saint Mary presumiendo tu marca de aroma como si nada, y si tu padre no ha venido a verte con respecto a eso es porque no se ha enterado –

- ¡Maldición! – exclamo Taemin –

La perspectiva de que un alfa quisiera marcarlo, uno como Minho, había sido tan emocionante, y el alto le gustaba tanto, que no le había dado un segundo pensamiento dejando simplemente que este lo hiciera. No fue consciente del peso de su decisión hasta el día siguiente que al entrar al hospital todas las miradas se posaron sobre él. Su preocupación inmediata había sido Kibum y sus preguntas, pero ahora que eso estaba resuelto se dio cuenta que todavía estaba el asunto de sus padres.

Taemin sabía que su padre era respetuoso de su privacidad, nunca había intentado interferir en su vida de ninguna forma aunque siempre ahí estaba para aconsejarlo cuando se lo pedía. Su madre era un poco distinta, no que intentara inmiscuirse, era más el que daba opiniones las pidiera o no Taemin. El rubio sabía que no lo hacía por molestar, sino que se preocupaba por su condición y su confianza, pero a veces era sofocante.

MisconceptionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora