Creepyspastas Y Tu (Lemmon!)

Laughing Jack

Estaba de vacaciones en Londres llendo de vista a la casa de mi primo Isaac quien había sido mi mejor amigo desde pequeños, aunque habíamos perdido el contacto desde hace muchísimos años, pero comenzaba a extrañar lo demasiado. Recuerdo que cuando eramos niños la pasábamos jugando y riendo cuando nuestros padres se juntaban a charlar o realizar alguna cena especial durante las fiestas, sin importar el comportamiento de su padre cuando se emborrachaba. A pesar de todo, yo era muy feliz con su compañía, puesto que nunca fui buena para hacer amigos o socializar con otras personas agendas a mi familia. Mientras conducía, iba recordando muchas cosas que hacíamos de niños, y entre aquellos recuerdos llego a mi mente una caja musical, un payaso muy alto, vestido de muchos colores. Su nombre era Jack, y era alguien increible. Aún hasta el día de hoy me pregunto ¿Habrá sido real? ¿O solo era un producto de nuestra imaginación?. Es extraño, porque ambos podíamos verlo, oírlo, y sentirlo también. Era muy agradable su presencia, y a Issac le venía bien su compañía para olvidarse de la realidad en la que vivía día a día. Todo era muy poco creíble, pero sin importar aquello, fuimos felices en su momento. Cuando menos me lo esperaba, me di cuenta que ya habia llegado, asi que bajé del auto, acomodé mis ropas y caminé hacia aquella casa antigua, que daba la impresión de estar abandonada. Sinceramente al verla me da escalosfríos, y un sentimiento de miedo. Toqué el timbre y esperé por una respuesta, la cual no tardó mucho. Issac abrió, vistiendo unos calzoncillos negros y una ramera banca.

-—¡Sorpresa!—.Dije lanzándome a sus brazos emocionada.

—¿T/N?—.Preguntó mientras que se tensaba por un momento, pero correspondió a mi abrazo lentamente.— Tanto tiempo sin vernos...

—¿Verdad? Siento tanto no haber venido antes, pero mi trabajo no me daba el tiempo de venir—.Hablé ya con un tono un poco más triste, mientras que me sonrojaba un poco y agachaba la mirada. Sabía que eso no justificaba mi ausencia, pero no sabía que más decirle.

—No te preocupes por eso, eres bienvenida siempre, jeje—.Rio mientras que ponía una manos sobre mi hombro, y tratan de relajarme.

No pude evitar sonreír nuevamente, pensando que no es el momento ni el lugar para desanimarme por algo que ya había pasado. Finalmente volvíamos a esta juntos, así que no arruinaría nuestro reencuentro.—Y bueno ¿No vas a invitarme a entrar?

—¡A-Ah, si! A-Adelante—.Tartamudeo mientras se hacía a un lado para darme el paso.

Nos adentramos en la casa, y me sorprendí al ver en la pobreza en la cual vivía Isaac. Literalmente no había nada en aquel lugar, casi todo estaba desgastado y sucio, como si estuviera abandonado. Un sentimiento de dolor recorrio mi corazón e hizo que doliera fuertemente. Siempre fueron pobres, y ahora con la ausencia de sus padres quizás no tengas el dínero suficiente para vivir de una mejor forma.

—¿Ocurre algo?—.Dijo tras de mi, por lo que voltee para verlo y tratar de cambiar mi cara.

—N-No es nada, no te preocupes—.Sonreí para no preocuparle. Suspiré profundamente antes de juntar mis manos.—¡Bien! ¿Qué hacemos ahora? ¿Quieres que cenemos juntos? Podemos ir a comprar algo, o comprar los ingredientes y prepararlo.

—Eso suena bastante bien, podríamos ir al mercado que est-...—.En eso se escucho un pequeño estruendo en el piso de arriba, como si algo se hubiera caído de algun lugar muy alto. Lo noté extraño, ya que se supone que él vive solo, a no ser que tenga una pareja viviendo con él. Isaac corrió rápidamente al segundo piso seguido por mi. Entramos a su habitación, o bueno, quizas ex-habitación, puesto que solo habian cajas y al parecer unos muebles tapados por unas mantas blancas llenas de polvo. Habían muchas cajas pequeñas botadas por el lugar, se habían caído después de esta tanto tiempo apiladas unas sobre otras, por lo que supuse era completamente normal. Comenzamos a ordenar lentamente, para nuestra suerte, ninguna se había abierto, así que todo era más fácil.