Masky & Hoddie

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- Se supone que es por aquí... Pero no se ve nada a kilómetros - Susurro para mi misma, mientras que tenía mi telefono en mis manos, en el cual tenía un mini mapa de la zona.

Ahora mismos, voy en camino a la casa de mi de mis abuelos, los cuales, vivían apartados de la ciudad, por la zonas rurales cercanas. Estaba perdida, ya que cuando iba a visitarlos mis padres conducían, y yo simplemente mantenía mi mirada en el teléfono, mientras escuchan a música. Supongo que para la próxima tendré que prestar un poco más de atención al camino, para que esto no vuelva a ocurrir.

Lo peor de todo, es que ya estaba atardeciendo, me dolían los pie sde tanto caminar, tenia hambre y frio. Este día supongo que no puede empeorar. Caminé unos cuantos metros más adelante, y me senté a la orilla del camino, mientras intentaba llamar a mi madre por teléfono para que viniera por mi. Mis abuelos deben estar preocupados por no saber de mi después de tantas horas.

- ¿Pe-Pero qué? - No hay señal... - ¡Qué día más horroroso!

Comencé a refunfuñar cruzandome de brazos, y arrugando la nariz. Mire a mis alrededores, y ningún vehículo se veía o escuchaba a kilómetros, además de que no había ninguna casa cerca, solo habían árboles y el camino. Suspire pesadamente, y volví a ponerme de pie, a pesar de estar cansada, aún no podía detenerme, debía intentar hallar el camino. Tomé mi mochila, y continúe caminando hacia adelante, con la esperanza de encontrar al menos un lugar donde pasar la noche en caso de que me de por vencida.

Al cabo de más o menos una hora, seguía caminando, pero esta vez mi pies estaban matandome, y había perdido el ritmo anterior de velocidad al andar. Ya estaba completamente oscuro, y lo único que tenía era la linterna de mi teléfono para alumbrar mi camino. Ya no tenía la seguridad de encontrar civilización. Pensaba en que mis padres deben esta preocupados, y que quizás estén buscándome. Pero... ¿Por qué no me los he cruzado en el camino. Quería llorar, pero me mantuve fuerte y avancé un poco más. Alumbraba todo a mi alrededor, observando atentamente el camino.

En ello, gracias a la luz de la linterna pude ver, algo que me dio esperanzas de poder encontrar aunque sea el camino de vuelta a la ciudad. Había un letrero, que señalaba hacia una dirección en especifica, que giaba hacia el interior del bosque. Con mis fuerza corrí hacia aquel trozo de madera e intenté leerlo para saber a donde me guiará, y aunque no se podía leer con tanta claridad, pude divisar la palabra "Vivero". En el interior estaba saltando de la emoción, y sin dudarlo me fui en aquella dirección, olvidándose del cendero anterior.

El lugar estaba marcado por unas vallas altas, las cuales dividían el sendero de los árboles. No podia negar que en cierro caso tenía un poco de miedo, ya que ni siquiera sabía si las personas dueñas de aquel lugar me ayudarían. Aún así, no perdía nada con hacer el intento. En el transcurso del camino, me sentía muy extraña, como si el hambiente entre la entrada y el lugar hubiese cambiado de la nada. A pesar de ello, más que nada pensaba en que la falta de descanzo, el hambre y los nervios podían ser los causantes de aquellos sentimientos.

- No debo perder la cabeza, falta solo un poc-

En ello, mis palabras fueron interrumpidas por el hecho de haber oído como una ramita se quebraba cerca de mi, por lo que alarmada giré mi teléfono para alumbra aquel lugar de donde provino el sonido. Tenía miedo de que un perro, o algún un animal salvaje me atacará en medio de la oscuridad, pero ese no era el caso. No había nada, y por segunda vez, pensé en que mi mente me estaba jugando en contra, así que seguí mi camino.

Poco a poco, el lugar fue cambiando, y en vez de haber vallas, habían pequeños invernaderos, donde supongo dentro habrán plantas cultivadas. Y no sólo eso, también habían algunas de esta por fuera, puestas en maseteros de distintos tamaños, dependiendo del tamaño del brote. Se veían muy lindos, y al apuntará hacia adelante con mi teléfono, pude ver a lo lejos un pequeña cabaña, la cual parecía tener luz encendida. Pegué un pequeño brinco de emoción y con las pocas fuerzas que aún me quedaban corrí emocionada hacia el lugar. Finalmente, volveré con mi familia. Entre tanta felicidad, mi sonrisa se había ampliado, y me dejé guiar más que nada por la luz que atravesaba la ventana de la cabaña, hasta que en el momento menos esperado, tropecé con algo grande, lo cual me hizo caer de rodilla la suelo.

Creepyspastas Y Tu (Lemmon!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora