SeHun

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🐰Día 2🐥

El segundo día, el día de Sehun, llegó y terminó cuidando a un Junmyeon muy enfermo

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El segundo día, el día de Sehun, llegó y terminó cuidando a un Junmyeon muy enfermo.

Su temperatura volvió a subir en un grado casi alarmante y la medicina no estaba ayudado en absoluto.

—Myeonnie —La voz ansiosa de Sehun sonó en los oídos de Junmyeon. Se sentó a un lado de la cama y apartó suavemente hacia a un lado, el flequillo de su Hyung—. ¿Qué necesitas? Te escuche llorar.

—Lo siento —murmuró Junmyeon, tosiendo un poco mientras hablaba—. Me siento cansado, Sehunnie, todo me duele. Ni siquiera puedo dormir. Me estoy congelando —le dijo el hombre mayor a Sehun con voz débil.

Por lo general, trataría de consolar a sus miembros incluso si estaba enfermo, sin embargo, en ese momento estaba delirando y demasiado cansado para darse cuenta de lo que estaba diciendo.

—Hyung, lamento que te sientas tan enfermo —Sehun le habló con calma, moviendo suavemente su mano hacia su hombro. 

Se sorprendió cuando Junmyeon, que parecía demasiado enfermo para siquiera intentar cambiar de posición, de repente se volvió hacia él y se acurrucó, ocultando su pálido rostro en los muslos de Sehun con un gemido. Sehun comenzó a frotar la espalda de Junmyeon para consolarlo.

—No me gusta cuando te enfermas. Siempre me siento mal al verte así de agotado.

—Lo siento... no quise hacer que te preocuparas —gruñó Junmyeon, su garganta le dolía más cada vez que hablaba.

—No te disculpes, no es tu culpa que te hayas enfermado —Sehun lo consoló. Se rió ligeramente antes de continuar—. Por otro lado, si no hubieras sido tan terco, es posible que no hayas recibido esto tan mal —bromeó Sehun. Frunció el ceño cuando no obtuvo respuesta. Sehun dejó escapar un suspiro, dándose cuenta de que tal vez las bromas no funcionarían en este momento.

—Sehun, ¿te acostarás conmigo? —Preguntó Junmyeon con otra tos y un sollozo. Le dolía el cuerpo en la posición en la que estaba, no es como si no le doliera en cualquier posición de todos modos, pero cuando estaba recostado sobre su almohada, su cabeza no se sentía tan pesada y triturada, pero aun así, ansiaba el cariño.

—Por supuesto —Sehun sonrió cálidamente a su líder. Ayudó a Junmyeon a acostarse y luego se metió en la cama junto a él. Envolvió sus brazos alrededor de la cintura de la figura enferma a su lado y lo atrajo hacia sí mismo. Sintió que Junmyeon acariciaba su cálida cabeza contra su pecho, y no mucho después se quedó dormido en sus brazos.

Pasaron algunas horas y Junmyeon se despertó, todavía sintiéndose tan enfermo como antes, pero al menos con menos sueño. Su cuerpo aún le dolía y su garganta era, de alguna manera, más dolorosa, pero al menos había dormido un poco.

Sin embargo, estaba confundido, porque Sehun no estaba con él. ¿Lo había soñado? Junmyeon se levantó, a pesar de que cada músculo de su cuerpo le decían que no lo hiciera, y lentamente salió de la habitación, temblando sin el calor de su edredón.

Primero se dirigió al baño, pero ya estaba agotado una vez que llego. El agua corriendo debe haber alertado a Sehun, porque cuando abrió la puerta el más joven lo estaba esperando.

—Deberías haberme llamado —le dijo Sehun a Junmyeon mientras rodeaba al hombre más bajo con el brazo para que se apoyara en él—. Estás caminando de manera desigual. ¿Estás mareado?

—Algo así —le dijo Junmyeon, apoyando su cabeza en el hombro del más alto—. Muy mareado, en realidad.

—Vamos, necesitas volver a tu habitación —Sehun lo llevó a su habitación y lo metió de nuevo en la cama. Se levantó y encontró el botiquín de primeros auxilios que ya estaba en la habitación y sacó el termómetro. Estaba en silencio, Junmyeon no protestó y esperaron.

Sehun leyó la temperatura: 

—39°C. Volvió a subir. 

El más joven pensó por un segundo. Sabía que esto era posible, pero aun así, parecía demasiado alto. Se levantó y fue al baño, volvió con una toalla fría y se la puso a Junmyeon.

—Gracias... —murmuró Junmyeon. Esperó un momento antes de volver a hablar—. ¿A dónde fuiste mientras yo dormía?

—Abajo. Una vez que estabas dormido me levanté a... ¡Oh, espera! ¡Ya vuelvo!

Sehun se levantó y corrió escaleras abajo para revisar la estufa. Rápidamente agitó la sopa que había hecho. Sabía que a Junmyeon no le gustaba comer nada que requiera esfuerzo cuando estaba enfermo, así es como Sehun había terminado preparando una sopa con verduras cocidas en exceso, frijoles y fideos que se consumiría sin ningún esfuerzo real por parte de la persona que los comiera.

Preparó un cuenco y corrió escaleras arriba. Se sentó junto a su amigo de nuevo. 

—Te hice sopa.

—Gracias —dijo Junmyeon antes de tomar el bocado que Sehun le ofreció. Su apetito había desaparecido, pero el caldo caliente le calmó la garganta. Sin embargo, solo dio unos cuantos bocados antes de que su estómago le dijera que parara—. Lo siento, Sehun... está delicioso, pero... —Junmyeon se detuvo para sofocar una sensación de náuseas—. Realmente no puedo meterme comida.

—Está bien —le aseguró Sehun. Puso el tazón en la mesa lateral y se recostó—. Debemos descansar hasta que los demás lleguen a casa. Lo necesitas y estoy más que contento de acostarme después de todo ese trabajo.

Junmyeon se acercó más a Sehun, apoyando su cabeza, de nuevo, en el cálido pecho del más alto. Escuchó el latido del corazón de Sehun y dejó que lo calmara. No fue hasta que estuvo casi dormido que habló:

—Eres mi favorito, Sehun. Por favor quédate conmigo para siempre.

Sehun puso un brazo alrededor del cálido cuerpo del hombre más pequeño y lo mantuvo cerca, absorbiendo el calor de sus palabras y de su cuerpo. El más joven sonrió ante la idea de ser el favorito de su líder. Sehun susurró suavemente: 

—Eres mi favorito, Junmyeonnie. Me quedaré contigo siempre —Con eso, Sehun le cantó gentilmente al hombre enfermo, tratando de ayudarlo a dormir.

Junmyeon no se quedó dormido por completo, pero le dijo a Sehun que su voz le resultaba reconfortante, y comenzó a quejarse de las pocas líneas de canto que le daban al menor cuando podía hacerlo tan bien.

Todos los demás llegaron a casa después de sus horarios y, como estaba inquieto, Junmyeon les pidió a todos que pasaran tiempo con él.

Ordenaron la cena, generalmente Junmyeon les decía que no durante las promociones porque sus dietas eran estrictas, pero él lo dejó pasar porque sabía que necesitaban algo que ellos disfrutaran.

Todos entraron en la habitación de Junmyeon y amontonaron otra cama para juntarlas, luego lo pusieron al tanto de cómo iban las promociones en los últimos días. Todo el grupo terminó durmiendo juntos en las dos camas esa noche, contentos de estar juntos.

 Todo el grupo terminó durmiendo juntos en las dos camas esa noche, contentos de estar juntos

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There For The Leader. [Suho x EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora