Una semana después del pequeño "contratiempo" de la cocina de Chizuru, las victimas de su error se encontraban reunidas. "Yukimura-kun," dijo Kondou, llevando una mano hacia su cabello, "aun estoy sorprendido de que hayas cometido semejante error."
"Lo siento," Chizuru estaba a nada de soltarse en llanto.
"Si, ¿generalmente nos odias tanto?" Okita le dio un ligero codazo a Chizuru. "No pensé que trataras de deshacerte de nosotros."
"De verdad lo siento mucho," Chizuru bajo su cabeza.
"Vaya, vaya," habló Kondou, "estoy seguro que está siendo sincera cuando dice que fue un error."
"Eso no cambia el hecho de que todos nosotros pasamos los últimos días tirados en el suelo conforme a como el veneno surtía efecto," Shinpachi asintió. "Pensé que mi estómago me iba a matar."
"Perdón, Nagakura-san."
"No fue tan malo como escuchar a Heisuke quejándose toda la noche," comentó Harada. "Su voz es muy ruidosa, podía escucharlo a través de las paredes. Todo lo que hizo fue implorar a su mamá."
"De verdad lo lamento Harada-san."
La disculpa de Chizuru fue ignorada de nueva cuenta en tanto Heisuke se ponía de pie, gritando a Harada, "¡No soy estúpido Sano-san! Además entre todos nosotros, ¿adivina quién fue el que se recuperó más rápido?" llevó orgullosamente un pulgar apuntando hacia su pecho.
"Por supuesto, Hijikata-san," Shinpachi señaló en dirección del vice comandante. No prestó atención al argumento en defensa de Heisuke y continúo, "debe de ser un demonio después de todo."
"Idiotas," Hijikata contuvo su ira entre dientes.
"Bueno, Yukimura-kun," llamó Kondou cálidamente, "estoy seguro de que no cometerás esta clase de errores en futuro y que no fue intencional, por lo que no habrá un castigo."
"Kondou-san," continúo Okita sin apartar el dedo en el renglón. "Seguramente no se proponía hacerlo, pero a pesar de ello necesita tomar responsabilidad por su acciones."
Una pequeña expresión de sorpresa salió de los labios de Chizuru ante aquellas palabras y enfocó su mirada en el boquiabierto Kondou. Okita parecía estar disfrutando demasiado de aquello.
"Souji," dijo Kondou con aprensión.
"No tienes que preocuparte, Kondou-san," Okita sonreía burlonamente, "no será nada peligroso…o malo por lo menos," se encogió de hombros, "no debería de serlo."
"¿No debería serlo? ¿Qué tienes en mente?"
"Un favor, "el resto de los hombres en la habitación se giró para mirar a Okita, quien continuo sonriendo como un gato. "Para cada uno de nosotros, por Chizuru-chan. Solo creo que debe de ganarse el perdón de aquellos que comieron su curry envenenado. "
"¿Un favor?" las voces de todos hicieron eco.
"Así es, para ganarse el perdón Chizuru tendrá que completar una tarea que le impondrá cada una de las personas que enfermaron como resultado de su descuido. El favor será de nuestra elección, por supuesto."
"¿Eh?" Chizuru quedó helada.
Las sonrisas no se hicieron esperar en los rostros de Harada y Shinpachi. "Será un castigo razonable," asintió Harada.
"Pe-pero," tartamudo Chizuru. Ya podía ver las ideas trabajando en la mente de los hombres.
"También suena bien para mi," Heisuke se cruzó de brazos, retomando su asiento en el piso.
Okita llevó su mirada al líder del Shinsengumi, "¿Qué dices Kondou-san?"
"Bueno, supongo," Kondou aun parecía inseguro. "¿Qué opinas Toshi?"
Hijikata observó a Okita un momento. Antes de cerrar sus ojos para pensar. Un par de segundos después los abrió y se enfocó en Chizuru. Su expresión no podía ser leída y Chizuru descubrió que contenía su aliento ansiosamente en la espera de su respuesta. Hijikata sintió una sola vez, "doy mi aprobación."
"¡Wa!" exclamó Chizuru con una sonrisa débil. "¿De verdad?"
"Si mientras no interfiera con asuntos del Shinsengumi. Este asunto y el trabajo deben manejarse por separado. "
"Entonces está acordado Chizuru," Shinpachi deposito unas palmaditas en la cabeza de la chica. "¡Oficialmente nos debes un favor!"
Chizuru jugo nerviosamente con las manos, girando sus dedos esbeltos. "¿Cuán, cuántos, cuántos favores son en total?"
"Bueno, hay siete de nosotros ahora mismo," respondió Harada contando las cabezas.
"Agrega uno más," interrumpió Heisuke. "Yamazaki-san también comió el curry mortal."
"¿Ocho?" Habló Chizuru, esperando que no hubiera más personas que hubiesen comido del curry. "Ocho favores."
Hijikata-san aclaró sutilmente su garganta, "de hecho-"
"¡Más!" Chizuru en realidad envió una mirada sin intención hacia la dirección de Hijikata.
La mirada fulminante de la castaña solo sirvió para entretener a Hijikata y las comisuras de sus labios formaron una sonrisa muy rara. "Tomé el plato de de curry que iba a ser de Sannan-san aquella noche."
La penumbra parecía situarse sobre Chizuru. "Entonces son nueve, Chizuru," dijo Heisuke con voz melódica. "Tienes mucho trabajo por hacer."
"Espero ver tu arduo trabajo Chizuru-chan," agregó Okita.
Chizuru levantó su cabeza, apretando los dientes con fuerza antes de hablar, "bien, acepto, no excluiré a nadie."
Los ánimos de los hombres después de haber aceptado su "castigo" aun hacían eco en la cabeza de Chizuru, sus hombros se desplomaron. "Puedo hacerlo," de dio valor. "Es lo menos que puedo hacer después de haber envenenado a todos," se explayó. "Aun no puedo creer que lo hice," gruñó, despeinando su fleco toda afligida.
Okita y Hijikata fueron los últimos en abandonar la angosta habitación, permaneciendo en el porche viendo como Chizuru deambulaba hacia su cuarto. "Será divertido, ¿verdad Hijikata-san?" Dijo Okita.
Los ojos de Hijikata fueron hasta los hombros caídos de la chica mientras continuaba su camino, "Solo no exageres Souji."
"¿Es una sugerencia?" preguntó Okita mientras emprendía su camino. "¿O un trato?"
Hijikata no se inmuto al responderle. "¿Qué piensas?"
Okita sonrió con suficiencia, viendo a Hijikata desparecer en una esquina. "Ese Hijikata-san," suspiró, "siempre amenazándome."
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Entretenimiento en la Cena
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