punto de partida

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La claridad de esa mañana opacaba hasta el más recóndito y oscuro rincón del pasillo. La luz del día traspasaba esos grandes ventanales que acompañaban al corredor desde su comienzo hasta su terminación, el joven ChanYeol lo recorría de extremo a extremo, su andar era algo ligero y continuo. Su comportamiento se notaba nervioso con evidencia. Para ese entonces tenía ocho años de edad.

-ChanYeol... ¿Por qué te encuentras solo aquí? Ven, acompáñame, todos van a querer conocerte.

El niño se detuvo un momento, asintió con lentitud y prosiguió a seguir a la señora EunYeong, una mujer de cabello oscuro, corpulenta, sonriente y carismática, encargada de los niños del orfanato.

-Te despertaste muy temprano hoy. Dime, pequeño ¿Por qué estabas allí sin compañía?

Interrogó luego la adulta mientras caminaba junto al chico.
ChanYeol no decía algo aún, sólo seguía los pasos de la señora, con la vista enfocada en las baldosas de mármol del suelo.

El edificio era enorme. El orfanato designado "Puente de las Maravillas" era un centro de protección de menores distinto, tal vez ChanYeol no podría considerarlo de esa forma aún, pero para los otros niños huérfanos del establecimiento era su hogar especial, aun así muchos esperaban por una familia propia, pero mientras tanto se podía decir que eran felices y dichosos porque tenían el cariño y aprecio que merecían.

Era un día domingo, por esa razón, como era de costumbre, se reunían a todos los niños en el gran comedor para que pudiesen disfrutar de su desayuno tranquilo a las nueve de la mañana.
La señora Eun le pidió a ChanYeol que su comportamiento sea bueno con todos los niños, además le sugirió que hiciera muchas amistades y que no experimentara vergüenza ni sintiera miedo al interactuar porque todos eran iguales y que a ninguno se lo podría considerar mejor que al resto.

La mujer ingresó con ChanYeol a la sala, ella lo sujetaba de la mano, él sólo se dejaba guiar. Había alboroto, miles de voces de niños retumbaban por el gran salón, a algunos jovencitos se los veía recorrer el lugar de aquí para allá, otros conversaban y reían desde sus asientos mientras se nutrían con el delicioso desayuno. Muchos se volteaban muy interesados al ver la llegada del chico nuevo de gafas y lo observaban detenidamente mientras frente a ellos éste pasaba.

-¿Tienes hambre? Ven, toma asiento y aguarda un momento, tu desayuno está siendo preparado en la cocina.

Indicó la adulta e hizo que ChanYeol se sentase en el último asiento de la esquina de una de las tantas largas mesas junto al grupo de niños que la compartían.
Mientras esperaba, él no parecía muy entusiasmado en querer compartir conversación con algún otro chico. Estaba callado y serio, se encontraba asustado y extraño, comprensible era, para él, un niño de ocho años ingresar a un orfanato no era algo agradable.

A los minutos, sin tardar demasiado, la señora Eun, quien era por el momento la única persona de confianza para él, le acercó a la mesa una bandeja repleta de bocados.

-Come bien... Nos veremos luego, quédate tranquilo. Todo estará bien.

Lee YeongMi era el nombre de la madre de ChanYeol, le diagnosticaron cáncer hacía vario tiempo y por el momento se encontraba en una grave etapa. Su esposo, Park SungJin, padre biológico del niño, perdió la vida hacían aproximadamente cinco años atrás.

Su madre conoció a la señora EunYeong en una de las visitas al médico. Eun padecía de una enfermedad momentánea y debía ser casualmente atendida por el mismo médico, causa de su encuentro, se volvieron bastante de confianza. Lee YeongMi le comentó que tenía un único hijo menor de edad y que deseaba un futuro bueno y normal para él. Ella temía de su enfermedad, sinceramente el desarrollo de aquel mal iba bastante desequilibrado y corría el riesgo de perderlo todo.
Desde ese entonces, las puertas del corazón de la señora Eun y del orfanato estuvieron siempre abiertas para el niño.

ℬridge of the wonders ⋆ೃ࿔˖「chanbaek」᎒español᎒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora