ira, resentimiento

57 3 0
                                    

Durante el periodo de un entero mes, los días en el orfanato se habían vuelto una inquietud para el joven Park. Era inútil pero el infierno por el cual atravesaba le correspondía a una persona. Le pertenecía a nadie más ni menos que BaekHyun quien se convertía en su pesada carga diariamente.
Lo odiaba, se odiaban, y ese sentimiento mutuo aparentaba acrecentar cada vez más conforme pasara el tiempo.

ChanYeol no había logrado emprender una amistad fija, fiel y considerable durante su estadía. Aunque no lo entienda, necesitaba a alguien con quien realmente intercambiar palabras de ánimo y sentimientos cálidos, pero él no aportaba mucho su interés en lo mencionado, más bien, ChanYeol nunca se esmeró en denotar afinidad por alguien o simplemente esperaba a que lo hicieran por él principalmente.
Lo único que podría anelar vehementemente y esperanzadamente era en particular volver con su familia, él demostraba certeza de que su progenitora se encontraría a salvo y al fin y al cabo regresaría con ella. Él sería tan vulnerable e iluso, él solo resultaría ser el engañado, y así vivía el día tras día fiándose de sus fantasías.

...

La única y sosa compañía que quedaba a su lado era la de Squirtle, la mascota del orfanato.
Perezosos eran los esfuerzos del animal que a ChanYeol le costaba estar al pendiente del próximo moroso paso que daría, pero en realidad no tenía la peor compañía de todas, era la tortuga más preciada, todos los huérfanos amaban su sosiego, su constancia y la ingenuidad de sus lentos movimientos.
Hacía un tiempo no se había permitido relacionarse de seguido con YiFan, francamente, él mismo se veía completamente distinto e incompatible.
Se encontraba aislado y reposado en su trasero sobre el penúltimo escalón que daba hacia el patio en donde la mayoría disfrutaba de la sutil y moderada calidez del clima externo durante los incipientes días del otoño. Miraba a Squirtle en posición con el mentón apoyado en la palma de su mano intentando pasar el rato, sin embargo, la tortuga no se detenía a presenciarlo.

BaekHyun tenía la ofensiva y provocativa manía de arrimarse e irritarle cada vez que se le diera la gana y esta vez fue una de tantas... "Ya no molestes." Era esencialmente lo que ChanYeol balbuceaba en un intento inútil de evitarlo porque el menor sólo atinaba a ignorar sus reproches. Pero fue distinto, BaekHyun llegó demasiado lejos y ChanYeol perdió su ineptitud y resignación por un momento.
Su apacibilidad quedó en el aire y con frenesí manipuló a su adverso menor, volcándolo de un empujón al suelo, BaekHyun estuvo pasmado por los súbitos y vertiginosos movimientos que había llegado a adquirir, las lágrimas de furor estaban a punto de desalojar sus ojos porque su trasero dolía del impacto, sin embargo no se permitió derramar ni una gota.

-¿Ahora llorarás?

Se limitó a decir frívolamente el muchacho de gafas, aunque fracasando nuevamente, los ojos de ChanYeol se extendieron semejante a dos platos al oír desde sus espaldas la voz de la señora EunYeong, aquella que presenció la dramática del espectáculo sin perderse ni un retazo de el.

...

Con actitud grosa, los dos eran llevados prácticamente a las rastras. La cuidadora los llevaba bastante indiganada mediante el mal comportamiento mutuo, cogiendo con ademán y con su mano izquierda la de ChanYeol y con la reversa la de BaekHyun, sin despedir ni una sola palabra de sus labios aún.

Por lo usual, lo indiscutible en la mujer era lo empalagoso y cariñoso de sus actitudes, no obstante se podría decir lo contrario de ella en cuanto las cosas no funcionaban adecuadamente. BaekHyun ya se había familiarizado con ello y conocía suficientemente bien las reacciones de la mujer pese a cada año de su vida había morado en el orfanato, mientras que ChanYeol desconocía y lucía terriblemente asustado.

...

Se encontraban en la sala de dirección ahora, no había antes nadie, el silencio retumbaba en el citado y solitario espacio. La tutora los trasladó ahí por una determinada razón. Había un sofá en la sala, teñido en un azul viejo y mullido. Frente al mencionado, en una mesa baja de cristal reposaba un florero del mismo material y brillantes dalias frescas del color del sol sumergidas en la humedad del interior del envase. En el otro extremo de la habitación yacía un escritorio, dos asientos frente a este y papeleo, demasiado papeleo. La señora EunYeong pasaba sus tiempos en el cuarto de dirección en cuanto tenía las periódicas visitas de aquellas parejas que se veían justamente incitadas por el deseo de acoger una familia y ella atendía a sus peticiones cordialmente.

Precisamente al ser un espacio regocijado en tranquilidad, era la buena oportunidad para que BaekHyun y ChanYeol pactaran por la paz y armonía, no fue mala la ocurrencia de la señora EunYeong dejarlos a solas para que se conciliaran y valoraran entre sí.

-Ambos necesitan dar y recibir un "disculpas". Hasta que se permitan respetarse y aceptarse el uno al otro podrán quedar libres y continuar con sus vidas correctamente. No quiero rivalidades en el orfanato. Estamos hechos para convivir en armonía, no en enemistad.

Firmes, claras y dirigidas simultáneamente con sentimiento fueron las palabras de la adulta, quería lo mejor para ellos porque realmente les tenía afición. Ella abandonó el lugar y ambos niños, sin chistar, se miraron el uno al otro con pesadez, en quejas despavoridas en sus interiores tras la incomodidad del incidente. El silencio perduró un momento, segundos, minutos, ninguno de los dos tuvo el determinado coraje para disculparse en aquel lapso perdido de tiempo.

-Discúlpate...

Mencionó entre dientes el menor. ChanYeol levantó su mira que hacía un instante atrás se arrastraba por el suelo en un efectivo nerviosismo.

-¿Disculparme yo primero? En realidad es tu deber disculparte conmigo, tú iniciaste todo esto.- Se preservó el mayor en respuesta.

-Si tú no me hubieras dejado en el suelo nada de esto hubiera sucedido.

-Si tú no me hubieras provocado a causarlo...

BaekHyun no dio más respuestas en palabras pero clara e insistentemente esperaba las disculpas de ChanYeol primero.

-Está bien... Lo siento. Sólo para poder salir de aquí y mantenerme a distancia de ti.- Contestó definitivamente ChanYeol, dándole un final al inoportuno y arduo episodio en el que se había involucrado junto a su incompatible alma pequeña, BaekHyun.

...

Pasaron más días, el tiempo corría de una forma casi imperceptible. Algunos aspectos en la vida de ChanYeol habían dado un giro rotundamente pero en otras particularidades nada se había restablecido y continuaba en la misma condición, manteniendo la esencia de un principio. Él ahora asistía al tercer nivel de educación primaria, cada día había algo por aprender y permanecía en un intento moderado por habituarse con las pautas del orfanato.

La socarronería de BaekHyun hacía un perfecto contraste con su cara de ángel, de alguna forma u otra lucía superficialmente como un manso joven, pero ChanYeol lo negaría, siempre lo negaría. BaekHyun era un diablillo y así se comportó siempre, sin arrepentimientos, insolente, silencioso y subliminal, humilló a ChanYeol como antes nadie lo hizo. BaekHyun no aceptó las disculpas, jamás se disculpó y por lo tanto nada cambió. La relación mordaz continuaba en la misma condición, manteniendo la esencia de un principio, sin arrepentimientos, sin reconciliación.

ℬridge of the wonders ⋆ೃ࿔˖「chanbaek」᎒español᎒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora