v e i n t i s i e t e .

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Los días se tornaron mas frescos en un abrir y cerrar de ojos, pero del frío que se escabulle debajo de tu piel y congela tus huesos.

Me acomodo debajo de las cobijas intentando mantener el calor de mi cuerpo, lo cual parecer ser una tarea bastante imposible ya que la casa esta malditamente vacía y sin movimiento durante todo el día, haciendo que el lugar permanezca frío.

El ultimo par de días han sido una total pesadilla, ni siquiera se cuantos días pasaron en realidad desde aquello pero solo se que deje la cama muy pocas veces y mucho menos de la casa.

No tengo ganas de responder preguntas ni de sentirme observada, ya es bastante la humillación y a la única persona que puedo tolerar ver es a Denise, quien en realidad no tiene demasiada opción ya que vivimos debajo del mismo techo.

Apenas hemos hablado aunque se que ella sabe lo que paso, los rumores en Alexandria vuelan. Creo que no se atreve a preguntar que es lo que sucedió exactamente o por que, o tal vez esta esperando a que yo se lo cuente, de todas maneras se ha mantenido al margen de la situación y me siento agradecida por eso ya que si tuviera que hablar sobre lo sucedido no podría mirarla a la cara sin convertirme en un mar de lagrimas.

¿Quien diría que podía doler tanto?

También quisiera poder actuar como una buena amiga y acompañarla en sus momentos de soledad y preocupación por Tara pero no puedo.

Quisiera no ser una egoísta de mierda pero así soy.

Doy otra vuelta sobre el colchón para finalmente alcanzar el reloj sobre la mesa de luz junto a mi cama y ver como marca las siete y cincuenta, lo cual no me sorprende gracias a los pocos rayos de sol que entran por los huecos de la ventana.

El insomnio ha sido mi fiel compañero durante estas ultimas noches. Muy pocas veces pude conciliar el sueño y ha decir verdad eso comenzaba a notarse en mi mal humor y en las grandes bolsas debajo de mis ojos.

Tres fuertes golpes hacen que contenga el aire por un instante por la sorpresa y el susto.

— ¿Que? — pregunto.

En vez de recibir respuesta alguna, Denise aparece por el otro lado de la puerta abriéndola dejándome ver una media sonrisa en su rostro.

— Ya es hora. — dice acercándose decidida hacia mi.

— ¿Que? — vuelvo a preguntar y como respuesta ella me destapa, quitando las cobijas de mi cuerpo. — ¿Que haces?

— Ya fue suficiente de todo esto. — dice haciendo un gesto con sus manos. — Ya tuvimos nuestro pequeño duelo, ambas pero aquí se acaba. Nada de auto compadecerse ni aislarse. Lo superaremos y si no lo hiciste, fingirás que lo haz hecho hasta que realmente lo superes.

— ¿De que hablas? — se de lo que habla pero simplemente no quiero hacer lo que me pide, al menos no por ahora.

— Ya sabes de lo que hablo así que mejor que salgas de esta cama si no quieres que yo te saque de ella. — dice cruzándose de brazos y yo ruedo los ojos pero finalmente toco el piso con los pies. Ella, contenta se para sobre el marco de la puerta mientras me observa. — Apúrate, hoy tenemos un largo día y lo primero que harás es darte una ducha porque te ves asquerosa. —dice antes de desaparecer sin darme tiempo a responderle pero igualmente hago un 'fuck you' al aire aunque ella no pueda verlo.

Dejo escapar un largo suspiro antes de recoger la cobija que Denise tiro al suelo para ponerla devuelta sobre la cama e irme derecho hacia el baño para hacerle caso a mi amiga.

Me deshago de el pijama que he usado por casi cinco días y regulo el agua de la ducha antes de meterme debajo de ella, dejando que el agua caliente se encargue de aliviar la tensión en mis músculos.

INNER SCARS (+18) DARYL DIXONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora