Doré et Bleu

CAPITULO VII: Agreste & Dupain

Esa mañana Marinette se sentía más que nerviosa emocionada, iba a cerrar su primer negocio como socia de "Le Papillon" y luego esto sería la banderilla de salida para empezar a trabajar como diseñadora en París, sin duda era la realización de uno de sus más grandes sueños, después de todo el trabajo y el esfuerzo.

Escogió de su guarda ropa un vestido azul marino, sin mangas ajustado hasta la cintura y la falda sé desplegaba en línea A con paletones, lo combino con unos tacones amarillos con un pequeño moño en la punta, dejo caer su pelo lacio que llegaba hasta el final de su espalda y el fleco de lado, uso un labial vino mate que le quedaba magnifico, agrego unos cuantos accesorios, una chaqueta nude al igual que su bolso.

- ¡Ese vestido es muy lindo Marinette! - le dijo Tikki

- Gracias Tikki ¿iras conmigo?

- Emm no lo creo...ahora no me necesitas tanto como antes, y de seguro estarás muy ocupada, prefiero quedarme

- ¿estás segura?

- Si Marinette no te preocupes, mira...y le extendió unas argollas que le combinaban perfectamente - las encontré en tu alhajero deberías usarlas - cuando Marinette sé quito los aretes, Tikki desapareció.

Adrien por su parte, estaba casi listo sé había levantado muy temprano para prepararse con tiempo, el escogió un conjunto completamente negro de camisa, pantalón y mocasines de vestir, lo contrasto con una gabardina larga color gena, uso un reloj color plata muy elegante, peino un poco su cabello, y al salir sé puso sus gafas de sol cafés. Llego a la oficina treinta minutos antes de la hora acordada, dio algunas indicaciones a las secretarias y a Nathalie, estaba listo para recibir a Marinette.

Cuando Ezra y Marinette llegaron, sé les indico subir un piso más en el elevador, al salir, Nathalie los esperaba

- Buenos días, señorita Dupain, señor Calahan

- Buenos días Nathalie - respondió Marinette - creí que nos reuniríamos en la sala de juntas

- No esta vez, ya que es muy importante el señor Agreste decidió hacerlo en su oficina, síganme, los condujo por un pequeño pasillo tras la recepción, y toco una gran puerta de madera de roble. La oficina de Adrien era una muestra de modernidad y buen gusto, los colores dominantes eran el blanco y el negro, una foto de la madre de Adrien predominaba toda la decoración, sin duda Emilie le había heredado sus grandes y bonitos ojos verdes

- Buenos días - dijo Adrien que estaba tras su escritorio sé acerco ellos a recibirlos - Señor Calahan - y le estrecho la mano - Marinette - y le dio un beso en la mano - esto le pareció a Marinette como un Déjà vu sumado que Adrien se veía muy bien. Un toque en la puerta interrumpió la escena

- Deben ser los abogados - menciono Nathalie, y en efecto eran ellos

Después de esclarecer algunos puntos, remarcar unas cuantas cláusulas, afinar los detalles, leer partes del contrato importantes, los dos, Dupain y Agreste estamparon sus firmas al final de algunas hojas y el trato quedo establecido, la sociedad era un hecho.

- Bueno debemos brindar - al instante las secretarias entraron con un carrito con champagne y algunas copas, que sirvieron a los asistentes - porque este sea el principio de una buena relación ¡salud! - y todos brindaron con el - y ya que hemos terminado, bueno al menos nosotros, Marinette tengo algo que mostrarte

- ¿a mí?

- Si a ti, dejémoslos a ellos con Calahan y Nathalie que terminen de hacer el trabajo aburrido - y extendió su mano para indicarle que lo siguiera -¿nos vamos? - ella dudo por unos momentos, el notándole siguió - ¡por Dios Marinette! no es como te vaya secuestrar ni nada, además Calahan puede solo ¿no Calahan? - Ezra asintió - entonces ¿me acompañas? - sin decir nada Marinette cedió y lo salió de la oficina con él, su auto ya estaba esperándolos afuera, el corrió a abrirle la puerta para que ella pudiera entrar.