Capítulo 2

9 0 0
                                    

Subidas y bajadas

Todo estaba saliendo sorprendentemente bien, estaba recuperando altura, cada vez nos acercábamos más a la superficie.

Estábamos ya a cinco mil metros de profundidad cuando el timón se quedó clavado en la posición derecha, de modo que viraba hacia la derecha también. Intenté devolverlo a la posición inicial, pero de nada sirvió, así que lo intenté con una patada.

Su respuesta fue, evidentemente, quedarse inmóvil.

Pero mi problema ya no era ese. Estábamos a punto de estrellarnos contra un enorme iceberg. Sí, un iceberg. “¿Qué demonios hace un iceberg a cuatro mil metros de profundidad?” -me pregunté – “¿No será esto un sueño y estoy en mi camarote dando una siesta?”

Y me pellizqué fuerte. "Así que no sueño, ¿eh? ¿¡Por qué me pasa esto a mí!?”

Éste sí que era el fin. No podía hacer nada. No existía un manual que me dijese cómo arreglar el timón en cuestión de segundos y virar a tiempo para evitar el choque.

Nunca pensé que mi muerte sería tan extraña e inusual. En realidad, nunca había pensado en cómo moriría. ¿Qué iba a pesar cuando todo el mundo se diera cuenta de que nunca regresaríamos? Seguramente que habíamos sufrido un accidente mortal. Se acercaba bastante a la situación. Sólo que no creía que ninguna teoría incluyese al iceberg. Era imposible hacer algo para evitarlo. Me despedí de todos mis seres queridos y les pedí que no se preocuparan por mí, que iba a estar bien en el más allá.

Así que me rendí, y esperé aterrorizada, el momento de sucumbir. “Ahogada, voy a morir ahogada…" Qué agonía me esperaba... o tal vez la colisión fuera tan fuerte que muriera al instante. Preferiría morir de la última manera, la verdad.

El monstruoso y majestuoso iceberg blanco estaba cada vez más cerca.

Wild OceanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora