Black Fortunes Por: Herald-MageAnduli

Ocho

Enero de 1976

Decir que Harrigan había sido sorprendido por su regalo de Yule de Orión Black era una severa subestimación. Había recibido una capa de invierno blanca bastante hermosa y cálida con un ribete de pelaje negro de parte de Abraxas Malfoy, simplemente pasar sus manos sobre el material grueso y suave le hizo apreciar el regalo en un invierno con un frío tan intenso. De Lucien Lestrange, tenía un libro intrigante y complejo sobre las Artes Oscuras y la creación de hechizos, estaba casi a la mitad y, a veces, se preguntaba si llevaba un hechizo compulsivo, ya que parecía incapaz de dejarlo por lo menos 2 horas después de comenzar a leer.

De Lord Orión Arcturus Black, sin embargo, no había recibido uno sino tres artículos. El primero fue un bouquet de tres flores, una rosa blanca, una roja y una sorprendentemente bella y pálida claro que después de una intensa inspección resultó que fue realizada en cristal puro. Era exquisitamente detallada y obviamente elaborado por alguien de gran habilidad tanto en la Transfiguración como en la Conjuración. La firma mágica era la de Orión.

El segundo era bastante sencillo al lado de las flores, compuesto por una simple carta escrita en un pergamino de oro, cerrado con el escudo de la familia Black, impreso en negro sobre cera blanca. Un estudio más detallado reveló que el pergamino estaba tejido de hilos de oro puro, lo que sin duda hace que el pergamino fuera muy caro.

El último había sido un delgado brazalete hecho de platino con claras Runas en relieve de cristal grabadas alrededor de la superficie.

Por sí solos, cada uno de estos objetos espectaculares podría ser un regalo elegante, todos juntos sin embargo representaban algo de sumo respeto y dedicación: una solicitud de cortejo. Después de leer la carta bien escrita y sincera que describía las intenciones y razones de Orión para la asombrosa solicitud, Harrigan no dudó en colocar el brazalete en su muñeca izquierda. El metal se calentó por un momento antes de que las Runas se volvieran doradas, indicando una petición honesta y pura. Si cualquiera de los dos rompiera el Cortejo con una infidelidad, las Runas se volverían negras en el brazalete del perpetrador, algo por demás vergonzoso. Sobre todo porque el brazalete no se podría quitar durante al menos otros cinco días.

Ahora Harrigan se estaba vistiendo con cuidado con un elegante conjunto de túnicas negras y bronce con mangas de tres cuartos que dejaban al descubierto el brazalete. Recuperando rápidamente su adorable capa de al lado de la puerta, salió y se dirigió al Caldero Chorreante, donde se reuniría con Orión. Los dos iban a cenar en el Golden Spark, pero habían acordado reunirse al principio del Callejón para poder disfrutar de un paseo a través del mercado mágico juntos.

Cuando llegó al pub notó muchas miradas, aunque ignoró todas menos una. La mirada apreciativa y la sonrisa cálida y sensual que el actual Lord Black señalaba hacia él hizo que sus mejillas se sonrojaran levemente y aprovechó la oportunidad de quitarse los guantes forrados de piel para mirar hacia abajo, aunque una leve risita dio evidencia del hecho de que su táctica no había pasado inadvertida.

Aun así, se había calmado lo suficiente como para no sentirse avergonzado mientras levantaba la cabeza, se volvía como una sonrisa irónica en dirección de Orión y dijo: "¿Qué haces con mi compostura, hmm?"

Orión simplemente sonrió y extendió su brazo derecho, con el cual Harrigan pasó su brazo izquierdo, exponiendo así el par de brazaletes de Cortejo a juego. Los repentinos susurros que brotaron del pub no sonaban como nada más que un silbido de fuego que silbaba, o una serpiente temperamental. Ellos salieron del pub a través de la puerta trasera, Orión se estiró para golpear los ladrillos correctos antes de volver a enfundar su varita.