Tu sonrisa, siempre me ha salvado.

30 4 2
                                    

Desde que me convertí en un demonio, mis amigos murieron, los tuve que sacrificar para así poder salvar a las almas inocentes que no tuvieron nada que ver con mis pecados.

"Mientras mantengas la cabeza y sonríes,ni una lágrima caerá sobre tus mejillas."

Así pues, cuando terminó la guerra, la humanidad no estaba consciente de lo que realmente pasó; ni yo mismo sé lo que ocurrió esa noche, sólo sé, que traicioné a los que amaba.

Camino por la ciudad con mi apariencia de humano, nada fuera de lo común, varias personas me saludan y me sonríen y yo les respondo con un gesto o un ademán con la mano, nada fuera de lo común. Todo tranquilo, los humanos son seres extraños, han descubierto la ley del más fuerte, y se aprovechan de los más débiles.

"Pretendes ser realmente fuerte, pero sólo escondes la mirada. Escondes suspiros, tu sonrisa es débil. Se pega a mi, cómo cristales rotos. Está bien hablar del dolor de tu corazón."

Pero no puedo hacer nada, destruyo todo lo que toco, en eso, escucho un gemido de dolor, al voltear la mirada, veo que unos matones atacan a un niño ¿qué infiernos piensan en atacar a un niño?

Me acerco a ellos y revelo mi identidad, lo cuál los tipos sacan sus armas, sabiendo sus intenciones, iban a tomar al niño cómo rehén, pero abrí mis alas y con mi velocidad pude tomar al niño entre mis brazos y protegerlo de la bala, lograron perforar una de mis alas que grité de dolor, mis ojos comenzaron a brillar, mostré mis colmillos y mis garras que no tuve piedad de ellos.

"Tu sonrisa...siempre me ha salvado."

"Puedes llorar ahora, ya que siempre estaré contigo."

Sus gritos se hicieron eco por el espacio, no pude evitar ver cómo el niño me miraba, sus ojos mostraban miedo, pero ya no hay vuelta atrás, no puedo retroceder el tiempo, no quería que me viera de esa manera.

Estaba a punto de irme, pero entonces, siento que algo me sostiene de la mano, es el niño que me mira con esos ojos color amatista.

"Pierdo de vista la sombra del amanecer que un día perseguiste."

-No te vayas- dijo y luego muestra una pequeña sonrisa- está bien.

Creí que sólo lo decía por lástima, odio que me tengan lástima, pero su mirada no muestra eso, sino compasión.

-¿No te doy miedo?- pregunté.

-No me das miedo.

Desde ese día, nos volvimos amigos.

"Cuándo te arrepientas y dudes, vuelve, aún si no quieres decir nada."

"Yo no te olvidaré, incluso ahora te has quedado a mi lado."

-Sabes que no puedes estar a mi lado-dije.

-Quiero estar a tu lado-responde.

-¿Por qué?

-Porque...siento que has sufrido bastante y quiero ser tu hombro para que llores.

-¿Por qué eres amable conmigo pese que doy miedo?

-Jamás debes juzgar el libro por su portada. Mi abuelo me ha dicho, que debo respetar a las criaturas que no tienen la culpa de haber nacido así.

Sus palabras son tan infantiles que no puedo creerle, pero esos ojos, esa joyas me dicen que es sincero con lo que dice. El niño se para de puntas y toca mi rostro.

-Tu piel se siente tan cálida-dijo.

Yo sólo me quedé ahí, mirándolo con curiosidad, sin darme cuenta, lágrimas corren por mi rostro, no. No quiero que me vea de esa manera, quise alejarme, pero sus pequeñas manitas no me dejaron huir de ahí, sólo dejé que me abrazará por el cuello y me acariciará.

-No hay nada de malo llorar de vez en cuando, aquí hay un amigo que te protegerá.-dijo-por cierto, mi nombre es Yugi Mutou.

-Judai...Yuki Judai.

Pasaron muchos años, Yugi crecía cada estación del año, su belleza resaltaba más y esa bella sonrisa no cambiaba, sigue siendo tan brillante desde que lo conocí.

Ahora ya es un hombre que persigue sus sueños, y yo procuraba acompañarlo por todas partes sin que nadie se percatara de mi presencia, lo protegía de todo aquel que quería hacerle daño, no había otra cosa que no fuera estar a su lado.

"No lo puedo explicar bien con palabras, y el tiempo se mueve sin cesar, pero..."

Por un momento llegué a enamorarme de él, pero sé que no es posible, ya que una vez me confesó que le gustaba alguien, yo trato de ocultar mis celos, pero sé que es inútil, ya que sabe cuando trato de ser fuerte y quiero llorar; Yugi siempre es tan comprensible, cada que no quiero hablar, él me dice: "Vuelve cuando estés mejor, ya que no quieres hablar ahora."

Y eso hice, salí por la ventana de su habitación, abrí mis alas y me fui de ahí. Al mes, me enteré que Yugi se iba a casar con una mujer de nombre Anzu. Eso no me lo esperaba, desde el fondo sabía que esto no iba a pasar nada entre nosotros, lo supe desde que lo conocí.

Pude haberme ido de su lado, pero siempre me llama con su dulce voz que no me fuera, que quería estar a mi lado, la verdad sea dicha, le dije que ya me iba, pero entonces, él me abraza por detrás y oculta su rostro en mi espalda, siento mojado, ya veo, está llorando ¿por qué?

"Esa sonrisa siempre me ha salvado, ahora puedes llorar, ya que siempre estaré contigo."

-No te vayas-dijo.-por favor, no te vayas.

-Has encontrado a tu alma gemela-dije tratando de no sonar grosero-ya no te sentirás solo, ahora harás una familia a la que debes de proteger.

-Pero, te has convertido en mi familia. Estoy completo cuando estás aquí a mi lado, y yo quiero protegerte de todo el mal. Nadie me ha escuchado más que tú, nadie me ha comprendido, hasta que tú te has convertido en mi compañero de juegos, te quiero, por favor , no te vayas.

El abrazo se hace más fuerte, yo no dije nada, dejé que su aroma se impregnará en mi. Y así estuvimos un rato.

**********************************************************************************************

Su sonrisa, yo no quería que su felicidad se esfumara por mi culpa, así que decidí quedarme, él me ha enseñado reír, llorar, nunca rendirse por lo que amas, sin darme cuenta, el tiempo fue cruel conmigo.

"Siempre estarás en mi corazón."

Pasaron muchos años, Yugi envejeció y murió, como todo ser humano, su vida acabó, por desgracia mía, yo no puedo morir, soy un ser inmortal, pero jamás dejé que mi tristeza me derrumbará cuando él me enseñó que nunca debo rendirme, y justo enfrente de su tumba, lo juro por mi vida, que jamás dejaré de luchar.

"Hasta que dejes de inclinar la cabeza, sólo levanta la cara y sonríe."

Pues desde que lo conocí, desde ese día, su sonrisa, siempre me ha salvado.

SongficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora