De vuelta al Lordran del presente, cuando transcurren los hechos de Dark Souls, nos encontramos con dos personajes animales que se encuentran ligados a Artorias. El primero y más cercano a él, que además ya conocemos, es Sif. Tras los eventos de Oolacile, Sif pasó centurias protegiendo la tumba de su antiguo maestro usando su propio espadón. El Gran Lobo gris quería evitar que otros tuviesen el mismo destino que su amigo, por lo que solamente alguien lo suficientemente fuerte como para vencerle podría llevarse el Pacto de Artorias para atravesar el Abismo.
Si conseguiste salvar a Sif en Oolacile y te diriges a luchar contra él, el lobo te reconocerá, a pesar del paso del tiempo. Se trata de , especialmente cuando le queda un toque para morder el polvo y se dedica a cojear por el escenario. Sin embargo, es una lucha que ninguno de los dos podéis evitar: Sif no permitirá que alguien más débil que él se lleve el anillo de Artorias, y tú necesitas derrotar a los Cuatro Reyes de Anor Londo, que habitan en el mismísimo Abismo, para abrir las puertas del Horno de la Primera Llama.
El segundo animal que se dedica a custodiar la tumba de Artorias es la gata Alvina, líder del clan de los Protectores del Bosque. En el pasado, ella es quien nos guía hacia Sif, que se encuentra tras un muro ilusorio que, de no ser por ella, sería complicado de encontrar. Su conexión a Artorias se basa en la admiración, pero es uno de los pocos personajes que conoce la verdad sobre su muerte. Aun así, parece mantener su respeto hacia Artorias, un ejemplo de la alta estima que profesan sus más cercanos amigos.
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Dark Souls: Artorias, el Caminante del Abismo
Short StoryDescubre la verdadera y trágica historia de Artorias, el caballero caído en desgracia La leyenda de Artorias, se forjó en el antiguo Municipio de Oolacile, logrando traspasar las eras hasta inspirar a una legión de valientes no muertos hasta el fina...