My home (Jackson Wang y Tú)

XXXIII

Había olvidado lo que era levantarse temprano para preparar el desayuno, a mí aún me quedaban algunos días libres antes de irme a Australia pero los chicos estaban en pleno Comeback, su tiempo libre era casi inexistente así que tenía que levantarme aún más temprano para que pudieran desayunar, aunque eso era solo cuando tenían que grabar para un programa. Y sus ratos libres se la pasaban susurrando entre ellos para que no los escuchará, en especial hoy que hasta Young Jae estaba en el dormitorio.

Desde que me desperté todos me estaban haciendo la ley del hielo, incluso JB se hizo el dormido para no hablarme.

«Maldita sabandija, como si no conociera sus mañas al dormir»

Prepare el desayuno y ni el aroma a tocino levantó a Mark o a BamBam.

Definitivamente algo estaban ocultando, todos eran tan malos para guardar secretos que preferían no hablarse entre ellos para no meter la pata.

Cansada de esperar a que salieran decidí mejor irme a bañar, tenía días libres por parte de la empresa pero eso no me salvaba de ir al Gym o a las clases de karate.

Cuando salí de ducharme logré escucharlos susurrar en el comedor.

—Odio tener que ignorarla.

—Ya sé, ni siquiera puedo agradecerle por el delicioso desayuno de hoy porque sé que mi bocota hablara de más.

—Ya chicos, solo será por un rato, podremos lograrlo.

—¿A qué hora se fue Jackson?.

—Ni siquiera llego a dormir.

—Debe de estar vuelto loco con la sorpresa.

Carraspee la garganta para que notaran mi presencia, los 6 palidecieron al verme parada en el umbral del pasillo.

—¿Por qué Jackson no vino a dormir?.

Ninguno dijo nada, solo se pusieron de pie y desaparecieron del lugar dejándome ahí.

—¡No les volveré a cocinar nunca!.

Me fui a mi habitación bastante molesta, habían sembrado la duda en mí y ahora quería saber que ocultaban.

Me vestí con ropa deportiva, baje al estacionamiento para montarme en mi bicicleta y me fui directamente al gimnasio de la empresa. Al menos la música que salía de mis auriculares y el esfuerzo físico me distraían del comportamiento de los chicos.

—________.

—________.

—¡_______!.

JB me quito el audífono para que lo pudiera escuchar.

—Llevo hablándote como 15 minutos.

—¿Verdad que no es lindo que te ignoren?.

—Vamos linda— tomo mi mentón entre sus dedos y se inclinó para quedar muy cerca de mí— no puedes enojarte por eso.

Golpee su mano para que me soltara y retrocedí.

—Tus artimañas baratas de galán ya no funcionan conmigo, soy su fan, pero le soy fiel a mi Bias.

Él no dudó en soltar una sonora carcajada, llevó sus mano a su abdomen por el dolor que le producía reír tanto.

—Vamos a casa, yo te llevo.

—No gracias, vine en mi bicicleta.

—Yo conduzco.

—¿No dejaras de insistir hasta que diga que sí, verdad?.