| 2000 |
Los de primaria se prepararon para aquel campamento, tres días y dos noches.
Los chicos estaban emocionados, excepto uno, Park Ji Min.
El no quería ir, de hecho hasta intentó fingir una gripe, pero sus padres no le creyeron, no entendían porque no quería ir a las salidas escolares, porque venia aveces con heridas en el rostro, claro estaba que él decía haberse golpeado por torpe, lo era, era torpe, pero.. ¿tanto para auto lesionarse frecuentemente?
Sus padres estaban dispuestos hablar con las autoridades del instituto, pero él decidió ir. No quería preocuparlos, menos a su pequeño hermano, para quien él era un héroe.
Al llegar fueron divididos por grupo y cursada, era evidente que no podría estar cerca de su pequeña. Eso lo deprimía realmente.
Aún así, no le tocó con esos molestos de su curso, al contrario, le tocó con unos compañeros con los cuales se llevaba muy bien. Pero de todos modos, no eran de fiar, podían lastimarlo.
La mañana y medio día estaba lleno de juegos en los que pudo ver de lejos a su niña, riendo, corriendo, jugando, sólo eso lograba sacarle una sonrisa.
Claro estaba, él no se divertía, debido a que los juegos implicaban manchas, él era corrido por aquellos verdugos, siendo empujado y cayendo al suelo varias veces con el pretexto de ser solamente un "accidente" y una simple disculpa obligada por los maestros era suficiente para seguir sin más.
O en caso de las bombas de agua, siendo golpeado constantemente con aquellas.
Al igual que el quemado, los balones realmente dolían en su piel.
La noche llegó, al fin paz, no tendría que verlos, una buena.
Aun así, algo le faltaba y es que, inconscientemente se había acostumbrado a pasar las tardes de receso con la pequeña, realmente necesitaba escuchar su voz, su risa, ver su pequeño rostro.
Sin más, decidió ponerse en marcha, la habitación de las niñas de primero no estaba tan lejos, menos tiempo que perder.
| 2004 |
—¡Mira! creció un poco más -emocionada.
—Estas entusiasmada pequeña -sonrió la abuela.
—¡Si! -reían ambas, pero la abuela soltó una gran tos, tanta que asustó a la menor quien se puso en pie para ir hasta ella- Ajumma ¿esta bien?
Ella le pidió con su mano aquella botella de agua sobre la mesa, Yerin entendió y corrió a buscarla.
Tae y sus hermanos habían salido con su madre hacer las compras, Tae no quería dejar sola a su nona pero ella se lo pidió, después de todo sabia que la pequeña y linda vecinita vendría hacerle compañía.
—Gracias -una ves se recompuso y terminó de ingerir agua, le sonrió a la menor para tranquilizarla- estoy bien Rinnie, no te preocupes
—¿Segura?
La mujer asintió lentamente.
—Te pido un favor, no le comentes a Tae o alguno de los pequeños ¿si?
—¿Ni a la señora Kim? -pregunto inocentemente.
—Ni a la señora Kim
—¿Y el señor Kim?
La inocencia de aquella niña inundaba el corazón de la mayor, realmente llegaba a amar aquella pequeña, tanto como a sus propios nietos.
—Tampoco al señor Kim -sonrió- sera nuestro pequeño secreto -sonrió para acariciar su cabeza.
—¡Abuela! -la voz de sus nietos la hizo voltear.
—¡Mis niños!
Los tres corrieron a sus piernas.
—Omma -su hija sonreía al verlos- prepararé la cena, Yerinie ¿te quedas?
—¡Claro!
La mujer rió.
—Debes preguntar a tu omma primero -sonrió
—¿Oh? ¡¡¡Ommani!!!
La risa de ambas mujeres se hizo oír, la menor corrió hasta su cerca, para cruzarla y seguir corriendo a su casa.
—Es tan mona -sonreía la abuela.
—Lo es -igual su hija- Tae Tae debe cuidarla mucho
—¡Claro! -asintió él.
Ambas mujeres rieron compinches.
—Mi nieto tan lindo -lo abrazó.
—¡Abuelita! -sonrió correspondiendo al gesto.
| 2000 |
El reloj marcaba las 22:17 pm.
El pequeño Park no era consciente de lo que estaba haciendo, vió aquel cartel en la puerta "1ero" el nombre de su pequeña estaba entre las niñas de la lista, abrió la puerta, las luces apagadas, entró, divisó el entorno encontrándola.
Se encaminó hacía su cama, sólo verla ya lo hacia sentir completo, una sonrisa inconsciente se formó en sus labios.
—Pequeña.. -sonrió.
Ella se removió para voltear.
—¿Oppa? -susurro- ¿Jiminie oppa? -se sentó somnolienta, frotó sus ojos y lo vió con claridad- ¡Oppa! -sonrió feliz.
—Shh -el mayor puso su dedo sobre sus labios en señal de que guardará silencio, ella imitó asintiendo.
Esto le recordaba la primera vez que se conocieron, él cayendo de una ventana, ella resguardando su caída con una colchoneta, Jimin volvió a sonreír al recordarlo.
—¿Qué haces aquí oppa?
—Solo quería verte -tan simple y tan natural como eso, porque para él, era normal.
La presencia de esa niña en su día, era normal, como el aire, como el viento, como respirar, asi de vital.
—Siempre eres tan dulce -sonreía.
—S-E-X-Y
—Jajajajajjaja
—Me encanta que rías

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Eternal Love~
Short Story|2004| -Oppa~ -frotó su frente con un ligero y adorable puchero en sus labios. -Tonta... -sonrió agradecido. |2000| -¿Quieres ser mi amigo? -extendiendo su pequeña mano. -¡Eh! ¿en serio? -¡Desde hoy seremos amigos! -sonrío esa niña- Soy Ye Rin, ¡Jun...