Eternal Love~

007

  | 2000 | 

—Oppa.. oppa.. Jimin oppa..

El chico no levantaba su mirada.

—Lamento.. que tengas que limpiar esto -se disculpó la menor.

—¿Estás loca? yo me disculpó, no debiste hacerlo..

Ambos se encontraban limpiando todos los papeles del pateo.

Ese era el castigo que dispuso el director, luego de una gran charla de reprensión e invitación a la auto reflexión, dictó el castigo.

"En vez de quedarse en clase, vallan y limpien, luego me traen un escrito reflexionando de sus actos."

El mayor inconscientemente inflo sus mejillas, acto que no pasó desapercibido para la pequeña Yu Na.

—Oppa eres tierno, eres muy lindo -sonreía enternecida.

—¿Eh?

—¡Que eres muy lindo!

—Cla-claro que no.. -desvio su mirada avergonzado.

"Gordo"

"Chancho"

"Puerco"

"Asco"

Palabras que rondaban su cabeza, palabras que traumaron al menor.

—Te quiero oppa -la mano de la pequeña encima de la suya, lo obligó a correr aún más la mirada.

¿Quererlo? ¿a él? ¿quién podría además de su familia? No, no era posible.

—Aigoo -suspiró frustrado, la menor rió.

—¿A donde debo ir? Que es correcto es muy confuso, yo...

—Te levantarás de nuevo, con ojos sonrientes oppa~

Él volteó a verla, ella le regalaba una smile de eyes.

—¿Cómo lo sabes? -susurro.

Yu Na sonreía.

—Te haré un hechizo.. camina con confianza, no te detengas, no te rindas -ella lo palmeó suavemente, con ternura.

—No puedo -susurro cabizbajo.

—Si puedes, ¡lo harás! -sonrió.

| 2004 | 

—Aigoo ¡quiero verla! ¡quiero verla!

—Pero..

El chico sin poder terminar era sacudido por las manos de la menor, una y otra vez. Samarreado mejor dicho.

—¡Oppa! ¡por favor! -puchero.

Se veía adorable ante los ojos del Kim mayor.

—Rinnie, no puedo.. yo no manejo su matamofori -explico.

—¡Pero esta en tu jardín! -se quejó.

—De hecho en el de abuelita -rió con su cuaderno rojo bajó el brazo.

La menor frunció el ceño, soltó las prendas del chico, pataleo e hizo un leve berrinche.

—Eres linda -reía.

—Oppa.. -los ojos de la pequeña se desviaban hacia aquel cuaderno- ¿qué tanto haces con el? -lo apuntó.

El niño sonrió cuadradamente.

—Secreto

—Si me lo dices.. emh.. ¡te diré el mio!

Él alzo ambas cejas sorprendido

—¿Tienes uno? -ella asintió repetidas veces.

—¡Sueño con mi príncipe! - sonreía jugando.

El mayor sonrió.

—¿Quieres ver mi elefante?

—¿Oh? ¿¡tienes uno!?

Él mayor asintió estirando su brazo para pellizcarlo, mostrandole esos dos lunares y su "trompa"

—Pumh -imitaba el sonido de dicho animal.

—¡Woaa! -sonreia emocionada, haciendo sonreir al mayor.