𝐀𝐮-𝐫𝐞𝐯𝐨𝐢𝐫

165 47 0
                                    

Las mañanas no son bonitas si no estamos en la misma cama, si un rayo de sol no baña tus cabellos y tú sonríes al verme. Si rodeas mi cintura y me besas con dulzura que descongela cualquier corazón helado.

Las mañanas no son bonitas si me despierto en la fría colcha con la persiana cerrada, con la fría habitación suplicando que no me levantara. No son bonitas si mis lágrimas bañan las sábanas.

Mil cantares de amor que celebrar y otros mil de desamor para llorar. La balanza que tú mantienes y que me reconforta, la balanza que yo mantengo y te resguarda.

Han pasado cuatro meses desde aquel recuerdo de París. Poco a poco se está borrando pero mi corazón no quiere olvidar.

El invierno no quiere alejarse de Seul.

El invierno me ha congelado y no me devuelve el calor que adquirí en París.

Junto a los brazos de aquel chico alto.

¿Dónde estás?

Ni un solo mensaje en mi móvil, ni una sola llamada.

Se fue de mí al cruzar aquella puerta del hotel

Y su recuerdo se quedó para romperme para siempre.


Cruzo las calles de Seul buscando un simple atisbo de tí pero no lo encuentro.


Por ello me resguardo en mis canciones, en mi disco.

Fui a París en busca de inspiración y termine encontrando mi musa.

Una musa que huyó como los pájaros de una jaula

Me resguardo en mi mismo, solo me quedan mis melodías.

Solo me queda aquel disco para seguir recordando a el hombre que me está matando

Por ello ahora escribo, mil cantares de amor por lo que me hiciste sentir.

Por ello te canto mil cantares de desamor por lo que me estás haciendo sentir.

𝐌𝐞𝐫𝐜𝐢 𝐛𝐞𝐚𝐮𝐜𝐨𝐮𝐩, 𝐏𝐚𝐫𝐢𝐬;  𝐉𝐨𝐡𝐧𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora