"No tenemos nada que perder, nada que ganar, nada que más que desear - excepto para hacer nuestras vidas en una obra de arte" ― Lana Del Rey (cantante)
No te miento cuanto de digo que pasé una semana buscando un sitio donde dormir.Les daba igual que mis padres se hubieran muerto.
Suspiré.Esto sólo me podía pasar a mí.Lo único que me quedaba era Clumsy,mi querido gato gordo y negro.
-Perdone,necesito un sitio donde...-No me dejó terminar y me cerró en la puerta en las narices.Literalmente, me había empezado a sangrar la nariz.
Golpeé una piedra con fuerza.Así que esto es lo que significa ser huérfano.Andé lentamente a mi "refugio" que consistía en una caseta medio derruída en un callejón maloliente.Clumsy estaba contento cazando ratas mientras yo contaba el dinero que me quedaba.No me daba ni para una comida.
Las horas pasaban como días y los días como meses.Perdí la noción del tiempo,de la temperatura y de todo lo que me rodeaba.Había robado un par de puros.Mi padre me decía que el tabaco te quitaba el hambre,aunque en mi caso no hacía efecto.Pero me ayudaba a no aburrirme.Era invisible,lo que me convertía en presa fácil.
No me importaba.
Se supone que valoras más la vida cuando ésta está en peligro.No era mi caso.De hecho,haría cualquier cosa por un trozo de comida fresca.
Y como no, tenía que aparecer aquella mujer.Con sus pantalones holgados ,su cazadora de cuero y sus gafas redondas de sol.Con sus labios rojos pasión fruncidos y sus cejas casi inexistentes.Su cuerpo esquelético y enfermizo por culpa de las drogas.Rodeada de ese aura oscura.Con su aroma a peligro y problemas. Nicole Schneider.Y yo,como un tonto juré que la seguiría hasta el fin del mundo.
Y cuando digo el fin del mundo me refiería a la nave abandonada situada al final de la calle principal.
Me explicó que era la esposa del jefe de una organización de criminales.Y que necesitaban reclutar a gente inocente,pequeña y joven.En otras circunstancias eso me huabría ofendido.Pero no lo hizo.Explicó que necesitaba a gente en la sección de robos a locales.Gente que se pudiera meter por los conductos de aire o por las ventanas.Y yo era perfecto para eso.
Me quedé bajo la promesa de comida,una cama y ratas para Clumsy.
No sabes lo que es el miedo hasta que entras ahí.Hombres y mujeres llenas de golpes,tatuajes y miradas hostiles.Pronto yo también desprendería ese característico olor a criminal.
A partir de ese día las horas empezaron a sentirse como segundos.Aprendí rápido las técnicas básicas.Realicé pequeños hurtos por la ciudad,nada muy gordo.
Al poco tiempo aprendí a vivir cada día como si fuera el último.Nicole me trataba como un hijo,bueno,eso lo hacía con todo el mundo.Me sentía querido.Pero lo más importante,por fin era útil.
Clumsy también había hecho algún robo.De vez en cuando salía y cuando volvía,traía una barra de pan caliente.Yo sonreía como un padre satisfecho de su hijo y le acariciaba detrás de las orejas.Nos comíamos el pan juntos antes de que éste se enfriara.Era nuestro pequeño secreto.
Luego estaba Donna,una mujer de unos 40 años.Con el rostro arrugado y los ojos caídos.Decía que me parecía a su difunto hijo.Ambos nos ayudamos para superar nuestras perdidas.
Es increíble cómo los finales de unos pueden ser los principios de otros.Cuando una historia se acaba empieza otra.
Y yo acababa de empezar a vivir la mía.