(Capitulo IV)

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—Creo que llegamos, Min tienes que bajar aquí— hablo el novio de su mejor amigo.

—Y si mejor no voy y nos vamos al cine...yo invito las palomitas— sonrió el mayor

Tae miro a Hoseok y le hizo un ademán de acceder a la petición de suga, a lo que el otro le miró molesto.

No saldrás de ese lugar hasta que tengas novia— sentencio el pelirrojo — Además yo quiero verte feliz, alguien que soporte tu carácter... alguien que te quiera.

El castaño no dijo nada y solo bajo del auto esperando que su amigo lo siga hacia el burdel.

Aveces me da miedo tu poder de convencimiento,Hobi—susurro el menor.

Recuerda tae yo siempre consigo lo que quiero...por eso eres mi novio— se acercó y lo beso.— Después regreso por tí...—Le susurro el pelirrojo antes de bajar del auto e ir tras el castaño.

Cualquier amigo normal me crearía un perfil en Tinder y me buscaría novia...pero no! Hoseok me lleva a un burdel—Se río el mayor

Yo se lo que hago Suga... además ya te escogí a la indicada— recordó cuando vio las fotos de jimin en el catálogo de “productos”.

Como quieras... además es imposible que yo me enamore en una noche y lo sabes.—

Puedes regresar o hacer un pedido a domicilio si lo deseas—le mostró un tarjeta con el número de teléfono del local.

Ya me estás asustando...—guardo la tarjeta en su billetera.

Ambos chicos llegaron al local, quedaron algo sorprendidos al ver que parecía un hotel lujoso con decoración algo pomposa y no un prostíbulo.

Una señorita algo coqueta se les acerco y les entrego un dulce a cada uno.

Buenas noches caballeros, buscan una habitación— los miro a ambos.

No...solo somos amigos, pero una para mí amigo si...una con acompañante—hablo tímido

—¿Que tipo de acompañamiento desea? Tenemos un catálogo con chicas y chicos nosotros no juzgamos—sonrio de lado

La quiero a ella...tengo su nombre aquí— saco un papel doblado y se lo entrego a la señorita.

Ah! Creo que se está equivocando señor...— fue interrumpida por el pelirrojo —lo se, lo sé pero yo la quiero para mí amigo— le sonrió y miro a Suga que estaba intrigado por el tipo de acompañante que le había elegido el menor.

Esta bien como usted lo ordené— sonrió— a decir verdad es la más solicitada y la que más cuesta y estoy segura que lo hará sentir muy bien— le entrego la llave.

Gracias, habitación 304¿verdad?—

—Si, a la derecha

Ambos se despidieron de la señorita y caminaron hasta el ascensor.

Ten, hasta aquí mi trabajo— le entrego la llave y lo empujó al ascensor que se cerró impidiendo que el pudiera refutar.

Déjame Volar ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora