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- ¡Deja de hacer eso y entra al auto de una vez, Kim Seokjin!

Reí, Hana se tapó la cara con ambas manos pero era demasiado tarde, ya había visto cómo sus mejillas comenzaban a teñirse de rojo. Su piel era tan pálida que incluso a esas horas de la noche y con solo la luz proveniente de la entrada alumbrandola podía notar su sonrojo, adorable por cierto.

Y es que nadie se resiste a mis besos voladores, no estoy siendo egocéntrico, es un hecho científicamente comprobado.

Luego de llevarla a cenar la acompañé a su casa, pasadas las once y media. No le conté sobre los mensajes de Somi.

Ambos bajamos de mi auto, ella para abrir el portón y adentrarse en su casa, yo para verla hacerlo.
La cuestión es que cuando llegó a la puerta se paró y con ambos brazos cruzados al pecho se quedó ahí esperando a que yo me marchara para entrar, pero yo también me quedé ahí, dispuesto a no moverme hasta que ella estuviera dentro.

Creo que llevábamos más de diez minutos así, nos saludabamos con la mano y esperábamos a que el otro hiciera el primer movimiento. Al final ella ganó y esperaría a que yo me marchara para entrar.

El problema es que no quería hacerlo aún. Y lanzarle besos desde la cera había sido mi excusa perfecta. No sólo hacía tiempo, también la hacía reír y eso comenzaba a gustarme demasiado.

- Hace frío, vas a enfermarte, ¡ya vete! - me hizo señas con la mano para que me metiera al auto de una vez y así lo hice.

Abrí la puerta pero antes de subir me volteé. Ella frunció el ceño, confundida por unos segundos hasta que grité. - ¡El último, lo juro! - y dicho eso volví a lanzarle un beso, pero esta vez lo atrapó, se lo llevó a los labios y me lanzó otro de regreso, dejándome sorprendido.

- Adiós Seok - me despidió, esta vez definitivamente. Su sonrisa fue lo último que vi antes de arrancar.

¿Me lanzó un beso? ¿Eso fue un beso indirecto? ¿Nos besamos indirectamente? Sonreí inconscientemente de solo pensarlo, sería nuestro segundo beso, ¿o cuatro? ¿quinto?

Durante la velada no hablamos de lo ocurrido en el parque, no porque fuera incómodo o tuviéramos algo que aclarar, no lo mencionamos porque no nos parecía incómodo. Las miradas e insinuaciones de los últimos días hablaban por nosotros.

¿Porqué no me había fijado antes en lo carismática, sarcástica y linda que es Hana? Quizás era debido a que pasaba todo el tiempo babeando por Somi al punto de no ver más allá de ella.

Oh cierto, debo ir a la casa de Somi.

Aparque el auto frente a su edificio, en el mismo lugar donde solía hacerlo, a pesar de que ha pasado bastante desde la última vez que estuve por aquí.

Todo transcurrió como de costumbre. Entré al edificio luego de saludar al guardia, intercambié un par de palabras con el encargado también, y en el ascensor me encontré con la anciana que vive en el mismo piso que Somi, la cual todas las noches sacaba a sus gatos a pasear por el jardín trasero y se quejaba de lo mal cuidadas que el jardinero tenía las rosas, por su puesto esta vez no fue la excepción.

Todo se veía tan bien, entonces ¿por qué yo me sentía tan fuera de lugar?

La emoción de verla ya no estaba ahí cuando toqué el timbre de su puerta, ni los nervios que me hacían remojarme los labios a cada rato, o carraspear la garganta antes de saludarla como si mi voz fuera a causar algún efecto en ella, como si algo en mi fuera a provocarle otro sentimiento que no fuera el de amistad.

Quizás fue esa la razón por la que ya casi no sentía eso al ver a Somi, el saber que para ella no era más que un amigo, porque dados los últimos acontecimientos ya no su mejor amigo me podía llamar.
Fue un proceso doloroso pero entendí que nuestra historia nunca terminaría como esos clichés en los que la chica terminaba correspondiendo los sentimientos de su mejor amigo.
Antes solía asimilar nuestra historia a la de Simon y Clary, ellos fueron mejores amigos durante años y él siempre estaba ahí para ella aunque no correspondiera sus sentimientos, pero lo odiaba porque no quería ser Simon sino Jace porque al final es de él de quién Clary se enamora. No fue hasta que la vi de la mano de otro que comprendí que yo jamás sería el Jace Herondale de Somi, y pasé de odiar a Simon a envidiarlo. Al menos él llegó a confesarle sus sentimientos a Clary e incluso tuvieron un noviazgo, y a pesar de que no resultó siguieron siendo mejores amigos, mientras que por mi parte luego de que Somi comenzara a salir con ese chico cruelmente se alejó por completo de mi.

Friendzone ⚡ Seokjin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora