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Le di una última calada al cigarro que tenía entre los dedos antes de lanzar el filtro al suelo y pisarlo, retuve el humo en mis pulmones por un tiempo prolongado hasta expulsarlo todo con cierta lástima. Ese era el último de los tres que compré, no debí fumarlo tan rápido. 

Han pasado tres años desde que no pruebo este dañino hábito que una vez fue mi peor vicio, pero la alteración por culpa de los últimos acontecimientos me llevaron a ello. Aguante demasiado pero no pude contenerme más, por eso antes de adentrarme más en el parque pasé por un kiosko cercano y compré tres cigarros. No una cajetilla completa porque si lo hacía temía volver a aquellos tiempos. 
No estoy orgulloso de lo que hice pero necesitaba una vía de escape que también ayudara a relajarme aunque fuera un poco. De esa manera no estaría al borde de una crisis nerviosa o divagando en mis pensamientos. 

Lamentablemente, luego de fumar todas mis vías de distracción, comencé a hacerlo. 

El parque guarda muchos recuerdos, algunos malos, la mayoría buenos. Puedo decir que la gran parte de los sucesos de mi vida se han dado entre estos árboles. 

Somi era partícipe de varios. 

Hace algunos años cuando apenas acababa de mudarme a Seúl me perdí en el parque tratando de llegar a un restaurante donde había quedado con mi hermano, habría dado vueltas en círculos por horas de no ser por una amable chica que se acercó con la sonrisa más hermosa que recuerdo. 

— ¿Estás perdido? — preguntó en un tono tan dulce como su sonrisa. 

Somi fue mi salvadora esa tarde. Como la comida era deliciosa le recomendé el restaurante a los trainees y desde entonces comenzamos a ir allí cada vez que podíamos después de entrenar. 
No creí que la volvería a ver ¿qué probabilidades tenía de encontrarme con una desconocida en esta gran ciudad? pero así fue tan solo dos semanas después. Yoongi enfermó, pasé por medicinas a la tienda de conveniencia situada frente a el restaurante y ahí estaba, detrás del mostrador con la misma sonrisa que me persiguió desde que la vi. 
Comencé a frecuentar esa tienda casi todos los días, para comprar medicina, comida, o para preguntar si tenían aquello o lo otro. Solo lo hacía para verla. 
Al pasar los días descubrí que trabajaba de lunes a viernes por las tardes en esa tienda, y justo a la hora que yo pasaba con los chicos a comer ella estaba en el parque esperando que fuera la hora de cruzar para tomar el autobús. Pasó un mes y medio en el que me dediqué a ir a la tienda y observarla desde el ventanal del restaurante mientras estaba en el parque. 
De no ser por la insistencia de los chicos nunca habría tenido el valor de acercarme a entablar una conversación de más de dos minutos con ella. Fue por su pesadez —y el hecho de que literalmente me lanzaron al parque— que comenzamos a vernos seguido y entablamos una amistad. 

Creo que ese fue el problema. Sabía cuales eran mis sentimientos desde un principio pero en lugar de acercarme como pretendiente lo hice como amigo, fui tan simpático y amigable. Nunca le insinué nada más así que nunca me vio como algo más. 
Durante unos años el parque fue nuestro lugar de encuentro. Nos reunimos casi todos los días para conversar sobre nuestras vidas, comíamos comida chatarra y alimentabamos a las palomas. Festejamos el debut de Bangtan aquí junto a los chicos que rápidamente se volvieron sus amigos también, era tan fácil caer ante ella. A todos esos recuerdos se suman el día que la sorprendí con la noticia de que le había conseguido un contrato en una agencia de modelos, porque su belleza no debía desperdiciarse. La vez que le escribí y canté una canción por su cumpleaños, la memorable borrachera que me agarré el día que ganamos el primer premio en un programa músical y acabé confesandole que la amaba, pero se lo tomó a chiste. ¿Cómo es posible que jamás se haya dado cuenta de que la miraba de otra forma? 

Luego están los recuerdos no tan agradables, como cuando la vi besándose con un chico, o la cantidad de veces que me dejaron mis parejas. Porque si, intente dejar de pensar en Somi de esa manera amorosa tantas veces que ya perdí la cuenta. Incluso intenté darles celos con algunas pero no resultó, sólo logré que mis amigos se dieran cuenta que babeaba por ella. Era tan obvio pero Somi parecía ciega. 
Todas me dejaban antes de cumplir los tres mese, y todas me decían lo mismo al hacerlo. 

— Todo el tiempo estás con esa amiga tuya ¿que hay de mi?... ¿Sabes qué? Quédate con ella, lo nuestro se acabó. 

Y cuando finalmente comenzaba a sentir algo por alguien más, lo arruine. 

Puede que todos crean que solo use a Hana para darle celos a Somi pero no hay mentira más grande que esa. Yo de verdad tengo sentimientos por ella, pero me di cuenta tarde. Ahora no quiere saber nada mi y también piensa que la usé. 

La silueta de la persona que esperaba se hizo visible entre los árboles, caminando lentamente hasta quedar frente a mi. A pesar de que podía sentir sus ojos sobre mi continúe con la vista fija en el árbol a mi izquierda, el cual tenía un grabado que me recordaba una de las mejores tardes que he tenido. 

Seokjin + Hanna = ❤

— Gracias por venir, no pensé que lo harías. 

Fue entonces la primera vez que la miré a los ojos esa noche, armándome de un valor que sabía necesitaba tener para sacarme de una vez todo lo que llevaba dentro. — Yo también tengo cosas que hablar contigo, Somi. 

💫💫💫

Este capítulo iba a ser mucho mas largo, iba a tratar de lo que hablaron Somi y Seokjin así de lo que hablaron Hana y Somi, llevó meses trabajando en este capítulo. Pero la inspiración me abandono a mitad de camino y solo puede escribir esto. Lo siento :(

El siguiente es el último (el jueves) y luego se vienen los extra

Una vez más me disculpo por esta mierda tan corta :( :(

xo - g

Friendzone ⚡ Seokjin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora