One

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Salí de mi apartamento rapidamente sin pensarlo dos veces.

Llegaba tarde a la pastelería, de nuevo me había quedado dormida, cosa que se había convertido en algo habitual cuando decidí quedarme hasta tarde escribiendo.

Conducí hacia mi trabajo rápidamente y por suerte sólo fueron dos minutos los que me faltaron para llegar bien.

Seulgi estaba detrás del mostrador ajustándose el delantal, y al abrir la puerta su mirada se dirigió hacia mi.

-Temía de verdad que llegaras tarde hoy- Entró a la cocina pero sólo fue un segundo, para pasarme mi delantal.

-Te prometí que no volvería a llegar tarde- Sí lo prometí, pero tratándose de mí, ni si quiera yo me lo creía.

Até el cordel de mi delantal y me coloqué en mi sitio, aunque aun faltaba una hora para que el local cobrara vida como todas las mañanas.

-Hoy regresa Hyerin de su luna de miel, ¿cierto?

Me giré hacia mi jefa, y asentí.

Era mi mejor amiga y se había casado hace dos semanas.

Las dos trabajábamos en la cafetería de Seulgi desde que empezamos los estudios, hasta ahora y vivíamos juntas.

Vivíamos claro, se acababa de casar y ahora yo vivía sola en nuestro antiguo piso.

-Parece mentira, nuestra pequeña casada, y encima con un partidazo.

Reí ante la forma de hablar de Seulgi, y me apoyé en el mostrador.

-Si, aunque fue un poco precipitado, se que el japonés la cuidará, más le vale.

Levanté la espátula que había a mi lado y señalé a Seulgi.

-Ella regresa de vacaciones, y tu te vas. Estoy deseando teneros a las dos ya aquí, cuando falta una el trabajo se multiplica.

Suspiré al recordar el motivo de mis vacaciones.

La boda de mi hermana.

Si, mi amiga se había casado, y había sido genial, pero al mes siguiente tenía otra boda, ya que mi hermana se casaba.

Y esa boda no me hacía tanta ilusión como la de Hyerin.

- No pegues muchos saltos de alegría a ver si te vas a torcer un pie.- Su sarcasmo hizo que volviera a suspirar.

-Estoy contenta, si.

Traté de creérmelo, mientras jugaba con un bote de chispas de chocolate que se encontraba arriba de la vitrina de los helados.

-Se nota. Algún día me dirás por qué no quieres ir. Volverás a ver a tu familia, creo que eso es suficiente.

No quería. No me hacía ilusión. Y me daba pánico presentarme allí.

Entre mi hermana y yo, me había tocado ser el tren descarrilado, mientras que ella era perfecta.

Y no es que me importase, realmente mi vida no era genial, pero la prefería antes que la que tenía mi hermana, o incluso la que tuvieron mis padres.

Pero me enfrenté a ellos, quise independizarme antes de tiempo, y lejos de casa como una mujer independiente y no todo salió como quería.

Quería ser escritora, habia sido mi sueño desde que tenía uso de razón, pero todo siempre jugaba en mi contra. Empezando por el poco apoyo que recibí de mis padres ya que según ellos era una tontería.

Y como me decía a veces Seulgi, si no tenía ni idea de que estaba haciendo con mi vida y tampoco me encontraba a mi misma, como iba a ser capaz de escribir algo que me pareciese lo suficientemente bueno.

Fake Boyfriend || Johnny NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora