Fake Boyfriend || Johnny NCT

Two

Llegué a la pastelería donde ya se encontraban Seulgi y Hyerin sentadas hablando animadamente.

-No sabes cuanto me alegro de que ya estés aquí.

Logré escuchar de Seulgi, quien no paraba de tocar el brazo de mi amiga como si hiciese años que no la veía.

Hyerin si se percató de mi presencia nada más entrar, pero cuando Seulgi se ponía en modo madre orgullosa, nadie podía interrumpirle.
Me limité a dejar mi bolso en la mesa, y sentarme a su lado.

-Jihyun, ¿cuándo has llegado? ¡Ya tengo juntas a mis niñas que alegría!

Se levantó y nos abrazó, y aunque éramos dos en el abrazo, verdaderamente sentía que me asfixiaba.

Tenía una fuerza descomunal esa mujer.

-Y a mi que me pariste sólo me pegas chanclazos.

Daniel, el hijo de Seulgi estaba parado al lado del mostrador y llevaba su patinete en la mano.

-Tu te callas que sólo me das disgustos... espera ¿qué haces aquí tan temprano?

Daniel siempre venía a desayunar antes de irse al colegio bastante temprano, pero los fines de semana era todo lo contrario, y precisamente hoy era sábado.

-Pues el tío Taeil se ha puesto a taladrar la pared para colgar un cuadro a las 8 de la mañana y me ha despertado.

Inmediatamente Hyerin y yo empezamos a reírnos, mientras Seulgi rodaba los ojos y se levantaba para quitarle a su hijo todos los pasteles que estaba cogiendo.

Taeil era el hermano de Seulgi, y aunque no vivía con ellos, siempre iba a cuidar a su sobrino.
Era un manitas en todo lo que hacía, y trabajaba en una inmobiliaria.

-Cuando venga luego, se va a enterar, lo dejo a cargo de Daniel por algo, no se para que se pone a hacer agujeros en la pared.

-Es Taeil, nada de lo que hace tiene un por qué.

Suspiró, y trajo consigo los pasteles que le había quitado a su hijo para ponerlos en la mesa.

-Desayunad algo antes de abrir. Tenemos tiempo, llegué mucho antes y adelanté trabajo.

-Gracias Seulgi, volver a la rutina ahora me cuesta.

Mi amiga habló con la boca llena de cupcake.

-Por eso mismo he adelantado yo. ¿La semana que viene te vas tu verdad?

Volvíamos al mismo tema. Hyerin al escuchar eso, me miró cómplice.

-Si, mi querida amiga tiene cuentas pendientes y una boda a la que asistir.

Seguí comiendo, porque estaba segura de que seguirían hablando entre ellas.

-Entonces, ¿seguro que vas?

-Sí, irá, y no lo hará sola.

Hyerin contestó por mí.

-¿Cómo que no irá sola?

Me miró esperando a que contestase, y dejé el dulce en la mesa.

-Eso está por verse, no es seguro...

-Sí lo es, vas con Johnny.

Seulgi agrandó sus ojos, y se levantó pegando un golpe en la mesa.

-¿Johnny? Quién es ese muchacho y por qué no me has contado que estabas con alguien.

-No estoy con nadie, ni si quiera conozco a ese chico, y tampoco he hablado con él como para saber si me va a hacer ese favor.

Mi amiga rodó los ojos y con su mano guió a Seulgi para que se sentara.