Estoy lista para esto.
Lista para encerrarme a mí misma en una jaula llamada matrimonio. Nunca he querido estar en esta posición, jamás deseé casarme, ser la esposa de un hombre, formar una familia. Ni siquiera con Aleksei. Esos nunca fueron mis planes. Ahora las circunstancias y mis ambiciones me obligan a hacerlo.
Desde que firmemos ese contrato marital, me convertiré en la cabeza principal de la Bratva, eso es lo que debe importarme. Eso debe impulsarme a no huir.
La puerta de mi habitación se abre y mi papá entra por ella. Tan guapo como siempre y enfundado en un traje hecho a la medida.
—Hola —digo mirándolo por encima de mi hombro.
—Es hora —me avisa. Suspiro.
—Vamos a ello entonces —me escucho resignada, y lo estoy.
Me giro y la enorme falda de mi vestido lo hace conmigo. Me inclino, tomo el ramo de rosas blancas de la cama y le doy una media sonrisa a Vladik.
—No quieres hacer esto —afirma introduciéndose más al aposento y acercándose a mí. Su mano cálida se posa en mi mejilla. Me apoyo en ella.
—Debo hacerlo.
—Lo sé. Y ya verás que pronto saldrás de esto. —Me da una sonrisa de aliento y hago una mueca de disgusto.
—No si Konstantin está mintiendo.
—Si lo hace, yo mismo le arrancaré los testículos. —Su mirada se ensombrece un poco.
Me río.
—Eso lo tengo claro. ¿Vamos? —Gago una seña con mi cabeza hacia la salida y mi verdadero padre asiente.
Me tiende su brazo y yo me aferro a él como si mi vida dependiera de ello. Hay tantas cosas que tengo que contarle, más que todo lo que pasó en realidad esa noche. Lo que me hizo Popov. Pero no tengo el valor. Sé que tomará represalias contra todos y yo quiero conservar la imagen de hombre bueno y pacífico que es, aunque no sea así en realidad.
Caminamos por el pasillo con paso lento. Creo que lo único que me gusta de esto es que él me llevará al altar. Descendemos por las escaleras y nos dirigimos al jardín frontal de la casa, donde se celebrará la ceremonia.
—¿Qué piensas tanto? —murmura. Fuerzo una sonrisa.
—En nada.
—Tu madre me ha dicho que tienes cosas que contarme —me tenso—. Sin embargo, no te voy a presionar, dejaré que tú misma te acerques a mí.
—No es importante.
Voy a matar a mamá. No debió comentar nada.
—Me parece que sí y espero saberlo.
—Luego —menciono escueta. Por el rabillo del ojo lo veo asentir.
Cuando llegamos al exterior, todo está decorado con un pálido blanco y plateado. Las sillas están colocadas frente al altar que consiste en una pequeña plataforma con un arco de rosas blancas y una mesa para el fiscal aliado que nos va a casar. Una alfombra blanca se extiende desde la salida de la casa hasta el final del recorrido para que yo desfile sobre ella.
Mi vestimenta contrasta exageradamente con todo aquí.
La cola de mi vestido corte princesa resbala por el camino como si fuera una estela de sangre. Y eso en realidad es lo que representa, la sangre que derramaron Aleksei, Mijaíl, Angelique y Gilbert... por mi culpa.
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Reina de la Mafia©
General Fiction***DISPONIBLE LIBRO EN FÍSICO*** Mi padre cometió un error muy grande. Demasiado. Me enseñó todo lo que sabía a pesar de que decía que no era digna de heredar el nombre de jefe de la mafia rusa, que era mujer y que las mujeres de la bratva era para...