Capítulo 5

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Por alguna razón Louis se encontraba nervioso mientras veía a los dos alfas rubios observarse mutuamente

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Por alguna razón Louis se encontraba nervioso mientras veía a los dos alfas rubios observarse mutuamente. Ukyo miraba confundido la escena frente a él, el oji verde sentado en el gran sofá con Louis que no se quiso separar de su lado. Luego de una breve presentación, Ukyo por fin entendió la situación.

–Así que eso pasó – el alfa le hizo una breve reverencia en modo de agradecimiento a Kanato –muchas gracias por cuidar de mi hermano.

–No es nada– el rubio negó con sus manos– solo salde mi deuda.

Confundido, Ukyo se levanta mirando interrogante al par. Notando su mirada Louis decide responder.

–La noche que vine a casa fue debido a él –con un sutil gesto señaló al alfa a su lado– estaba inconsciente y lo lleve a la tienda.

–Con que eso pasó –el oji celeste lo entendía, pero no podía evitar molestarse un poco por la irresponsabilidad del omega. Afortunadamente fue Kanato y no otra persona con malas intenciones.








–De nuevo muchas gracias por ayudar a mi hermano–otra vez Ukyo le hizo una pequeña reverencia, despidiendo al alfa de ojos verdes.

–Ya le dije que no fue nada.

–Etto, Kyo-nii san– sonó la suave voz del peli rosa ceniza, quien estaba mirando al rubio de gafas– voy a acompañar a Fujishiro-san a la salida.

Ukyo observó al omega frente a sus ojos, por más que tratara de mantener la mirada en él sus ojos inevitablemente se desviaban a alfa invitado tímidamente. No le quedó de otra más que sonreír, era la primera vez que veía que Louis se interesaba en alguien más que en el cabello de los demás o el suyo.

–Si, ve.







–Muchas gracias por acompañarme a casa Fujishiro-san–Repitió Louis con una dulce sonrisa somnolienta, ya iba siendo hora de que fuera a dormir.

–Nos vemos– alzando un poco la mano el alfa se dio la vuelta para ir a la estación.

Dejando al omega atrás Kanato emprendió camino pensando en lo que tenía que hacer al llegar a casa, debía ducharse, preparar la cena, ordenar unos papeles para el trabajo, ¿qué más?, ah si, debía....

–¡¡¡Fujishiro-san!!! –se escuchó gritar la voz del omega de ojos avellana.

¿Louis?

Confundido Kanato se dio la vuelta oara encontrar que, para su sorpresa, Louis había corrido tratando de alcanzarlo y como consecuencia estaba sujetando sus rodillas tratando de recuperar el aire.

–Asahina tu....– incrédulo ante lo que veía, el alfa alzó una esquina de su boca – realmente no haces nada de ejercicio.

Ignorando la burla del alfa, Louis se irguió en toda su altura con una mirada determinada que confundió aún más al rubio. El omega se acercó un poco más al rubio.

𝐃𝐀𝐊𝐈𝐒𝐇𝐈𝐍𝐄𝐑𝐔 • 𝐋𝐎𝐔𝐈𝐒 𝐀𝐒𝐀𝐇𝐈𝐍𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora