Capítulo 7

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  Louis se sintió nervioso en cuanto olfateo las feromonas que provenían del rubio, estaban en medio de una película cuando el alfa empezó a desprender sus feromonas con olor chocolate con begonias, ¿qué debía hacer en una situación cómo esa?, ¿debía correr, huir, llamar a algunos de sus hermanos?.

Kanato entró en celo.

El rubio se sintió avergonzado, ¿cómo no se había dado cuenta que su celo se acercaba?, debía despedir a Louis lo más rápido posible antes de que cometa alguna tontería.

-¡L-louis, yo creo q-que será mejor...! -pero no pudo continuar, las dulces feromonas del omega lo estaban llamando a consumar el acto.

Kanato trató de mantener la compostura, es de Louis de quien se trataba, no podía simplemente ir y cogerselo como tanto quería, el pobre debía de estar muy asustado. Se levantó del sofá, tembloroso y mareado por las feromonas del omega y el calor que empezaba a embrigarlo.

–D-debes irte...–sin embargo no pudo lograr su cometido, ya que el rubio perdió todo signo de razón y ahira era dominado por el celo.

Louis de un momento a otro fue abrazado por el oji verde, el peli rosa intentó ver la cara del alfa y una vez que lo hizo notó cuan afectado estaba, tenía los ojos brillosos y enorme sonrojo cubriendo su cara y el inicio de sus orejas, el jadeo constante de Kanato indicaba que realmente estaba bastante afectado, el oji avellana se preocupó.

Supresores, debía comparar supresores.

Primero debía recostar a Kanato.

–Kanato-kun, tienes que recostarte, te comprare supresores –el peli rosa lo tomó de los brazos intentarlo llevarlo a su habitación y recostarlo en su cama, pero Louis no tenía la suficiente fuerza para seguir llevándolo, a mitad del camino el omega tropezó con la alfombra cayendo al suelo con el alfa encima de él.

–Eso, eso dolió – el oji avellana sobo su cabeza, al caer se llevó un buen golpe en la nuca, intentó reincorporarse en sus brazos lara seguir– perdón Kanato-kun, ya queda po...!!!.

Louis no pudo continuar su frase porque sintió que el rubio lamia su cuello, atónito, el omega trató de controlar su corazón, que no hacía nada más que golpear con fuerza y rapidez su pecho, ¿que debía hacer?, cabe decir que Louis jamás había estado en una situación como ésta, normalmente se mantenía alejado de los alfas por cautela y falta de interés, con sus hermanos no había problema porque siempre mantenían controlado su celo y Masaomi siempre estaba atento a ellos.

–Kanato-kun no debes..., no estás consciente de ti mismo –intentó detenerlo pero no podía concentrarse porque el rubio continuaba lamiendo su cuello y sus manos recorrían los muslos del omega.

Kanato llevó sus labios al lóbulo de Louis mordiendo suavemente, dejo su oreja para finalmente besarlo, el owli rosa se sobresaltó e intentó inútilmente detenerlo, pero las feromonas del rubio lo marearon y terminó por corresponder el beso. La lengua del oji verde invadió la boca del contrario y de inmediato tomó el control del beso, aún en el suelo, el rubio recostó al oji avellana, repartió besos por su cuello, marcandolo.

Sin poder resistirse, Louis sólo se dejó llevar.










El peli ceniza abrió los ojos con algo de dificultad por la luz que se filtraba por la ventana, frotó su mejilla contra el pecho del alfa que aún dormía a su lado, sintió una mezcla de felicidad, nerviosismo y vergüenza, ¿qué pasaría ahora con su relación con el alfa?. Louis sintió que su respiración se agitaba, pero se calmó al escuchar el quejido que soltó el rubio al despertarse.

𝐃𝐀𝐊𝐈𝐒𝐇𝐈𝐍𝐄𝐑𝐔 • 𝐋𝐎𝐔𝐈𝐒 𝐀𝐒𝐀𝐇𝐈𝐍𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora