Mid Season (Yesung & Tu) EDITANDO

{Capitulo 5}

La luz del sol entraba a raudales por la ventana, llenando la habitación con un cálido resplandor. Tn se desperezaba en su cama, aún abrumada mientras miraba su celular. Justo cuando intentaba poner en orden sus pensamientos, una voz familiar rompió el silencio.

— ¿Cuándo piensas dar la cara? — preguntó Charlotte, apareciendo de repente. Una vez más, Tn cayó de la cama.

— No hagas eso — protestó Tn mientras se incorporaba.

— Ya es jueves, y más te vale que mañana vayas a Mouse Rabbit — demandó Charlotte, con un tono que a veces la hacía parecer más imponente que amable.

— Lo siento — contestó Tn, comenzando a quitarse el otro zapato. — Me dio vergüenza ir ayer — explicó, mordiendo su labio.

— Comprendo — dijo Charlotte, finalmente mostrando un atisbo de empatía. — Yo también estaría así si dejara plantado a un chico como él — añadió.

— No lo dejé plantado — se defendió Tn. — HyunBin no me dejó otra opción.

— Escucha, lo que hiciste está mal. Mañana irás y te disculparás, fin de la discusión — sentenció Charlotte, con un tono autoritario.

— Sí, mamá — respondió Tn, rodando los ojos.

A la mañana siguiente

— ¿A dónde vas? — preguntó HyunBin cuando vio a Tn tomando sus cosas. Él estaba por entrar a escena.

— Por un café — dijo Tn sin mirarlo. Sabía que si le miraba, se pondría más nerviosa de lo que ya estaba.

— ¿Por un café o un paparazzi? — dijo él de forma burlona.

— Café — respondió Tn, remarcando la palabra.

— No llegues tarde — pidió HyunBin mientras salía rumbo al set.

— Rómpete una pierna — le gritó Tn en forma de despedida, sonriendo mientras él se alejaba.

Con el corazón acelerado, Tn salió corriendo lo más rápido posible, sabiendo que el lugar de grabación estaba a solo unas cuadras de la cafetería. La brisa fresca la animaba mientras atravesaba la acera.

— Extrañaba ir a Mouse Rabbit — murmuró la voz de su amiga, un eco en su mente.

— Lo dices como si llevara años sin ir — contestó Tn mentalmente, cruzando la calle con un ligero gesto de incredulidad.

— Sí, bueno, para mí es eterno, ya sabes — explicó su amiga, con un tono que destilaba dramatismo.

— Pues bienvenida — replicó Tn sarcásticamente, justo antes de escuchar el suave sonido de la campana de Mouse Rabbit al abrir la puerta.

Al entrar, una ola de familiaridad la envolvió.

— ¡Tn! — gritó el pequeño Jongjin, su voz llena de alegría.

— ¡Jongjin! — exclamó Tn, sintiendo una oleada de felicidad mientras caminaba nerviosamente hacia el mostrador. A medida que se acercaba, no pudo evitar lanzar una mirada de reojo al lugar. Mouse Rabbit estaba casi vacío, con solo cinco personas presentes aparte de ella: una pareja de novios, un hombre mayor, Jongjin... y Yesung.

Su corazón dio un vuelco al reconocerlo. El ambiente, una mezcla de aromas a café y dulces, parecía cobrar vida a su alrededor mientras Tn se acercaba, sintiendo la incertidumbre en el aire.

— Pensamos que la tierra te había tragado — dijo Jongjin burlonamente. Tn le sonrió y de reojo vio al chico que estaba detrás del mostrador. Sin embargo, Yesung estaba atento a su teléfono.