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Capítulo uno:
Un buen inicio

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1ro de septiembre de 1975

Mientras la familia Lockhart buscaba el anden correcto, el menor de ellos no paraba de hablar de lo emocionado que estaba por comenzar sus clases en el colegio Hogwarts de magia y hechicería. Esperaba quedar en Ravenclaw, como su hermana, algo que la hizo sonreír de oreja a oreja.

- ¿Por qué no podés tener mi edad así estás conmigo? - le preguntó el rubio a su hermana.

- Porque, por suerte, soy mayor que vos y tengo el poder - dijo mientras le hacía pequeñas cosquillas a su hermano. Los dos comenzaron a reír mientras su madre los miraba con emoción.

- Llegamos - dijo Aurora mirando la columna de ladrillos frente a ella.

- Los veo del otro lado - dijo con una sonrisa arrogante Athena y corrió hasta atravesar la pared. Después de cuatro años ya se había acostumbrado a no chocar contra el muro.

Le encantaba ver a todo el mundo feliz por ir a Hogwarts. Familias llorando porque sus hijos se iban por casi todo un año, alguno que otro muggle boquiabierto por la situación y por supuesto, los niños de primer año. Algunos con miedo, otros con nervios, aunque la mayoría se notaba increíblemente feliz.

- ¡Hey! ¡Loba! - la joven miró buscando a la persona que la había llamado hasta que sus miradas se encontraron.

- ¡Rojiza! - gritó Athena mientras abrazaba a su amiga - Te extrañé demasiado este verano.

- ¡Yo a vos! No sabés todo lo que te tengo que contar - sonrío la chica.

- ¡Athena! - llamó su madre mientras se acercaba con su hermano - ¡Lily! ¡Que gusto verte! - la mujer se acercó a la pelirroja y la abrazó con mucho cariño.

- El gusto es todo mío, Aurora - sonrió - ¿Y a quién tenemos acá? - desvío su mirada hacia el pequeño niño quién la miraba con adoración. El chico salió de su trance y se acomodó el suéter.

- Gilderoy Leo Lockhart, bella dama - Athena contuvo su risa al notar que su hermano intentaba coquetear con su amiga.

- Lily Evans - los dos se estrecharon las manos y sonó la campana avisando que el tren estaba por salir.

Aurora abrazó con mucha fuerza a su hijo, le dijo un par de cosas motivadoras y le dio muchos besos mientras el niño se quejaba. También se despidió de su hija y su amiga y los tres subieron al tren.

𝖘 𝖆 𝖋 𝖊  - 𝘴.𝘣𝘭𝘢𝘤𝘬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora