𝖘 𝖆 𝖋 𝖊 - 𝘴.𝘣𝘭𝘢𝘤𝘬

III

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Capítulo tres:
Una disculpa

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Mientras Athena y Pandora cenaban en la mesa de Ravenclaw, tres chicos las miraban (o mejor dicho, solo a la morocha) de diferentes maneras.

- Ya pasó una semana - habló Peter mientras terminaba su pata de pollo - deberían hacer lo correcto - los tres chicos giraron su cabeza hacia él y lo miraron confundidos. Colagusano rodó los ojos y dejó escapar una queja - James, tenés que pedirle una disculpa, aceptá que no estuviste bien - el chico de anteojos bajó su mirada apenado - Remus, sos su mejor amigo, tenés... no, mejor dicho, debés hablar con ella sobre esto y también disculparte - Lunático volvió a mirar a su amiga quién también lo miró pero corrió la vista rápidamente - Y Sirius, por favor, hablale. Ya me da vergüenza estar al lado tuyo que todos vean que se te cae la baba por la chica Ravenclaw.

- ¡Eso no es así! - gritó el ojigris tan fuerte que Athena prestó atención a la escena, pero como estaba tan cansada de tener que estar en un mismo salón con esos chicos, se levantó y salió del Gran Comedor.

Remus (que prestó atención a cada cosa que estaba pasando) se levantó rápido de su asiento y fue en busca de su amiga.

- ¡Athena! ¡Esperá! - gritó el hombre lobo hasta llegar a su amiga - Tenemos que hablar.

- ¿Qué cosa, Remus? - dijo algo cansada la castaña - ¿Que fuiste parte de la broma que tus amiguitos le hicieron a mi hermano? Por Rowena, ¡está en primer año! ¡Está perdido y no es su culpa que Lily le parezca linda! - la joven estaba a punto de explotar hasta que su amigo la tomó por los hombros y la miró directo a los ojos.

- Yo no estuve de acuerdo en hacerle una broma a Gild, nunca - habló sinceramente Lupin - Hasta le advertí a James que no era una buena idea y que era un tonto por intentarlo - suspiró - Sos mi mejor amiga, no puedo creer que hayas pensado eso de mí.

- No hiciste nada para frenarlo Rem - Athena miró al piso angustiada - No creo que seas capaz de lastimar a alguien salvo que se lo merezca, pero mi hermano ahora tiene miedo de andar solo por los pasillos - volvió a mirarlo a los ojos - Estaba muy enojada, no te tendría que haberte ignorado, perdón.

- Perdoname a mí - respondió el castaño - te prometo que no dejaré que mis amigos vuelvan a molestar a tu hermano - los dos sonrieron y terminaron con un abrazo, esos que tanto les gustaban, esos que los revivían y les llenaban el alma.

Antes de separarse pudieron escuchar que alguien tosía falsamente y los dos amigos se separaron para ver quién era.

- Lamentamos interrumpir su momento de amor - comenzó a hablar James - pero queríamos hablar con vos - dijo mirando a Athena, quién no notó que el otro chico miraba casi enojado a Remus por lo que acababa de ver.