Cap Allen

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El operativo se llevaba a cabo, todos se encontraban en sus posiciones. SWAT entraría en cualquier momento, solo hacía falta la orden de su capitán.

La orden se dio. Las puertas sedieron y hombre armados y listos inundaron el edificio abandonado.

Ya se había llevado la inverstigación desde hace semanas, el caso era sobre trata de blancas, todo un asertijo, los mafiosos no eran tan descuidados y sin una prueba no se conseguía una orden, y sin una orden no hay investigación.

Despué de que el de partamento de policía hiciera su trabajo entraba SWAT.

El operativo estaba siendo muy extraño, no encontraban nada, el edificio estaba desierto, todas las negativas llegaro de inmediato por radio satelital a su capitán.

Hasta que por fin...

Una voz quejosa...

Una puerta escondida en una pared.

Al abrirla solo encontraron a un hombre armado, ofrecía  resistencia y uno de los miembros de SWAT no dudo en disparar.

Detras de el almenos 25 mujeres apenas vestidas regadas por toda la abitación veían con miedo y esperanza a los ombres uniformados de negro.

-¡Las encontramos! ¡Planta baja, zotano 1!

Todos los oficiales allí presentes sabía que las mujeres estaban en un estado delicado, todo era pasmado y tranquilos, a la espera. Todo de acuerdo al protocolo.

Oficiales del departamento de policía tomaron sus lugares y se comenzó la extracción de las rehenes. Poco a poco, cada chica de rasgos hermosos pero cuerpos demacrados fueron saliendo y siendo llevadas a las ambulancias que no dejaban de resonar fuera al edificio.
A cada una de ellas se les daba una manta térmica y se revisaba signos, y una que otra se fue directo a urgencias.
Cada una de ellas salía del shok de haber pasado tanto tiempo siendo esclavas, en la oscuridad, sin alimento, traumatizadas de muchas formas.

Se intentó encender luces, se vio el transformador y se llegó a la conclución que desde hace mucho eso no servía. Eso dificultó un poco el seguir buscando, pero no los detuvo.

El edificio había sido revisado, no quedeba ninguna chica dentro.

O eso se creía.

El equipo especial, SWAT, se dio a la tarea de buscar de nuevo lugares escondidos, pasadisos ocultos, paredes falsas. Todo lo que se pudiera encontrar.

El mismo capitan tomaba partido en el cateo.

Dando por terminado todo al ver que lo único que se encontró fueron 2 libras de cocaina y una pared falsa vacía se decidió por terminado el operativo.

Hasta que por un pequeño reflejo vio como una manta oscura se movía ligeramente. Fue solo un movimiento.
Pero eso bastó para que el solitario capitán sacara y cargara de nuevo su arma.

Lentamente se acercó a la manta. Y se dio cuenta de como la manta seguía moviendose pausadamente pero apenas se podía notar.

Tomó una orilla y levantó la manta.

Apuntó sin apenas ver nada por lo rápido que todo sucedió.

Cuando su vista ya captó todo se dio cuenta que bajo la manta se encontraba el cuerpo de otra chica, parecía dormir profundamente.

Enfundó el arma de nuevo y se agachó a su altura. Pensó en como despertarla, pero por su cabeza se pasó la idea de que podría estar muerta, así que tomo la iniciativa y al tomar su mano buscó su pulso, era leve y pausado, el de alguien que dormía.

La agitó suavemente para despertarla. Ella no dio indicios de despertar.

La sacudio de nuevo, pero esta vez más fuerte.

La chica despertó agitada. Como si un balde de agua fría le hubiera caido en la cabeza.

La linterna que Allen dirijía  a su rostro la encandiló y su reacción fue esconder su cabeza.

-¡Mierda!- No fue su mejor expreción pero se sintió estúpido al alumbrar el rostro de la chica.

-Me disculpo. ¿Hablas español?- Era la pregunta más razonable que podía hacerle a una extranjera.

-Si- respondió con una vocecilla ronca y un acento extranjero marcado.

-Muy bien. Soy el Capitan Allen, de la unidad especial SWAT. Ya hemos rescatado a otras mujeres en estas mismas intalaciones, ya puedes salir. Necesito que me acompañes.

Su mirada lo escudriñaba, veía sus armas, el uniforme, las bolsas, su rostro. Se sintió analizado.

-Yo... No me siento muy bien... No he comido en días...

Allen se esperaba algo como eso. Y no había ningun problema, otras chicas también habían salido en camillas por el estado en el que se encontrban.

Pero a las demás paramedico las habían sacado. Pero por alguna razón no se le pasó por la mente el llamar por refuerzos. Su mente se veía opacada por la visión de esas dos perlas de occidiana que llevaba por ojos aquella mujer.

-Dejame ayudarte, afuera hay paramédicos que podrán revisarte.

Debido a que ya se encontraban cerca el uno de la otra el capitán solo tuvo que abrir sus brazos para hacer el gesto de levantarla  y la sacó de ese edificio en ruinas...

Continuará...

One Shots DBHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora