♡Segunda parte con la capitana.
La vio de lejos trabajar.
Se veía tan concentrada en dirigir el operativo.
Hermosa sin dudas, hasta dando órdenes imponía lo que ella quería.
Para Connor ver eso era brillante, por alguna extraña razón que su sistema no podía procesar ella resaltaba entre todos los humanos de una forma... brillante. ¿Cómo se explica eso?
Este era otro caso que ella resolvería y el sería el mediador.
–Capitana Hail, soy yo, Connor.
La capitana soltó el botón que permitía oír lo que dijera atraves de la radio satelital.
Ella esperó un momento más a que el androide terminara su típica forma de presentarse, pero no terminó. Solo dijo su nombre.
Un poco extrañada asintió y siguió con el operativo.
–Capitana debo hablar con usted antes de hacer el operativo. — dijo Connor sin moverse de la posición inicial.
Hail le regresó la mirada extrañada y sin entender solo asintió levemente insinuando que continuara.
– Es sobre mis sentimientos sobre usted. —Dijo como quien suelta algo banal, tan alto que cualquiera cerca pudo haber escuchado. Y Hail que no esperaba para nada aquellas palabras le vio dos segundos antes de acercarse a él y tomarlo por el brazo para llevarle a un lugar más privado.
–¿Qué dices? –dijo ahora en un tono bajo y aunque se notaba poco, estaba exaltada.
–Que quiero hablar con usted de mis denominados sentimientos. —dijo de nuevo con una voz impasible.
–¿Eso no puede hablarse después del operativo?– dijo ella con la vista un poco desviada del androide a quien le parpadean el LED de un color amarillo.
– Me temo que no porque deberé volver a Cyberlife y no podré aclarar nada.— dijo tranquilo y casi con obviedad.
–¿Y que es eso que dices sentir sobre mi? — preguntó ya resignada y dispuesta a perder poco tiempo porque aunque lo que el androide fuera a decirle le emocionara, el operativo que estaba llevando a cabo era muy importante.
– Quiero explicar lo confuso que me trae su actitud y comportamiento conmigo, casi puedo decir que me trata co un ser... viviente. Y así es como me hace sentir: vivo de alguna forma.
Ella se quedó estática, ¿esa es una declaración?
¿Que debía hacer?– Puede que sea solo un problema en mi sistema y si usted desea yo pediré que me reinicien pero... — sugiere como un pequeño buscando una salida para no perjudicar a nadie.
No le dejó terminar porque estampó sus labios en los del androide y dejó un beso un poco tosco y brusco. Pero ahí lo dejó junto con los sentimientos que ella también tenía.
Sonrojada se alejó y esperó la reacción del androide.– ¿Eso fue una muestra de afecto humano? — ella asintió dos veces mordiendo su labio con pena. — Que... cálido.
Ella sonrió.
– Pronto sabrá más de mi capitana. — Connor le regaló una sonrisa perfecta y salió del cuarto.
Hail en su mente solo podía pensar en que demonios sentía y si eso es verdaderamente posible.
•••
Fueron meses los que pasaron antes que alguien tocara la puerta una noche de verano, no es como si en Detroit se sienta excesivamente caluroso pero cambia al menos un poco.
Cuando ella abrió la puerta quien le sorprendió fue un androide que ella conoce bien. Aunque su ropa no es realmente la que siempre usaba, el típico traje con los signos fluorescentes azul para diferenciarse de los humanos. Su cabello peinado hacia atrás y una camiseta y pantalón tan normales como cualquier humano, aunque más perfecto.– ¿Connor? — dijo extrañada.
No es como si ella se encontrara realmente arreglada. Una pijama corta y holgada era lo que le proteje y un cabello poco arreglado y mechones mal colocados eran la impresión primera que se llevó el androide.
Pero igual que antes ella simplemente se veía perfecta a sus ojos, tan brillante como en su mente siempre estuvo.
Pero ese Connor no era la misma máquina de hace meses. Ese Connor aprendió mucho de humanos, sentimientos, cariño... amor. Notó entonces lo fuerte que puede ser eso y lo complicado que es llevarlo. Había abierto sus ojos a muchas cosas y en más de una forma.
Así que no dudó en acercarse a ella y besar sus labios como ella había hecho aquella vez. Pero esta vez no se quedó como un simple y pequeño toque. El beso fue más un choque de emociones revueltas y la falta que tenían de verse junto con la emoción de tenerse y la sorpresa de encontrarse por fin. Un beso más pasional que recatado. Ella no dudó en tomar su cabello y profundizar más y él no tenía más opción que aprender sobre la marcha...Eso haría de ahora en adelante, aprender sobre la marcha cada aspecto de ella que le parece fascinante aún solo conociendo poco.
ESTÁS LEYENDO
One Shots DBH
FanfictionPequeñas historias de el juego Detroit Become Human. Disfruten