"No soy muy bueno dando consejos, ¿puedo ayudarte con un comentario sarcástico?"
En donde Gwil tiene más problemas ayudando a una amiga con su bebé que poniéndose en la piel del mítico Brian May.
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| lado b
-Joe, por todo lo viviente en este mundo ¡abrí ya la puerta!- Mia gritó descontrolada, golpeando la madera con sus puños.
El BoRhap con la planificación del actor, se las había ingeniado para dejar a Mia y Gwilym encerrados en la habitación destinada a Lisa.
-Nop. No lo voy a hacer- respondió el americano, que estaba del otro lado de brazos cruzados.
-Mazzello, hay una bebé ahí afuera que me necesita ¿podes comportarte como un adulto?- repitió. La muchacha escupía veneno de su boca.
-Lisa está muy pacíficamente durmiendo abajo, con Kat, Rami y Allen. Compórtense ustedes como adultos y hablen de lo que en realidad les pasa.
Mia se volteó para mirar a Gwil, que estaba apoyado sobre la cuna frotándose la cabeza.
-No la va a terminar más, Mia. Hay que seguirle un poco el juego- admitió el galés.
La muchacha soltó un fuerte suspiro y dejó caer su cabeza hacia atrás. No podía creer que gente de 30 años le estuviese haciendo esto.
Decidió hacerle caso a su amigo, entonces, para salir lo antes posible del encierro.
-Ok, Joseph ¿de qué se supone tenemos que hablar?- preguntó, la voz todavía algo histérica.
-Gwilym lo sabe muy bien- desafió, causando que su compañero abra abruptamente los ojos.
Mia volvió a clavarle la mirada, esperando algún tipo de explicación.
-¿Perdón?- le preguntó Mia.
-Oh, dios- exclamó Gwil, ahora tapándose la cara con las manos. Parece que no había escapatoria. -Joe quiere que hablemos de...- comenzó a toser, intentado evitar el tema.
-¡De ustedes! ¡hablen de lo que pasa entre ustedes!- gritó desde el pasillo.
¿Los estadounidenses eran siempre así de intensos?
Mia abrió los ojos sorprendida y aún en la luz tenue de la habitación se podía percibir su cara tornándose roja.
-Sabe que nos besamos- agregó el gales para cerrar la explicación.
La castaña no quiso ni detenerse a pensar como es que había corrido el chisme tan rápido, pero seguramente incluía a Kat. Era imposible que la rubia no estuviese involucrada.
-Ok, ok- exclamó, mas calma de lo que imaginaba -¿y qué es exactamente lo que tenemos que hablar? Pensé que ya estaba todo claro- respondió.
-Nada, no tenemos que hablar nada. Lo único que deberíamos debatir es si ponerle una perimetral a Joseph o no- Gwil contestó irónicamente.
-Entiendo, si esta es la manera que quieren jugar, la respeto- exclamó el americano- pero no la comparto, así que me voy a quedar acá sentado hasta que los escuche hablar de lo que sienten.