"Arma Protectora"

Capitulo 2 " Conociendome"

- ¿Zoe? despierta,bien Zoe sigue mi voz, despertaras a la cuenta de 3, 1...2... y 3

- ¿Que pasa? ¿Donde estoy?- inmediatamente  Zoe despertó, sintiendo un escalofrió en su cuerpo y se sentía sin fuerzas su vista era nublada, miraba a todos lados pero no lograba identificar bien donde se encontraba-

- Tranquila estas en el hospital, estas bien - dijo la enfermera que estaba a cargo de Zoe.

-¿Donde están mis padres? - Aunque le doliera que ellos le abandonaran, de alguna u otra forma quería saber de ellos, en algún momento ellos habían sido sus padres, aquella chica que se encontraba enfrente de Zoe, hizo una mueca de tristeza, lo cual indicaba que algo estaba mal.

- Bueno ellos... - Zoe la miro fijamente,la doctora le tomo la mano y paso su dedo por sus nudillos, haciendo que Zoe la quitara de inmediato, ese contacto fue extraño para Zoe- L-lo siento 

- Zoe, ya despertaste que bueno- un señor con lentes entro por la puerta, dejando con las palabras en la boca de Zoe - me alegro,el psicólogo quiere verte ¿te sientes débil o mareada? 

- La verdad no siento mi cuerpo, ¿Que me han hecho? ¿porque estoy en un hospital? ¿mis padres? - El doctor parecía ser buena persona, y podría ver su compasión y sinceridad desde lejos- 

- Muchas preguntas señorita Zoe,algunas se las responderá su psicólogo ¿te sientes bien para verlo?- el se acerco a Zoe, tomo su espalda poniendo su palma sobre esta y le ayudo a sentarse en la camilla donde estaba-

- Ahg si... si - el la miro y frunció el ceño- lo lamento no era mi intención- solo asintió y toco la parte en donde se había lastimado,  Zoe se dio cuenta que tenia una venda en el brazo- 

- Bien, doctora retira el suero y que se suba  a la silla de ruedas, por ahora me tengo que ir -  Zoe solo asintió y miro fijamente mientras el se marchaba, aquel hombre tomo la perilla y salio cerrando nuevamente, al sentir la mano de la chica cerca de la de Zoe , volteo rápidamente- N-no te haré nada dijo un poco intimidada- 

- Esta bien... ahora dolerá un poco... solo no te muevas- ella tomo un recipiente dejándolo en una pequeña mesa de metal- y no reacciones mal - la miro compasiva mente y acerco su mano sobre la jeringa que tenia inyectada en la muñeca-

- e-esta bien... - Zoe sentía como la jeringa salia y por fin la quito y salio un poco del liquido que se estaba introduciendo en su cuerpo- ¡Fuck! -no pudo evitar decir eso... no era culpa de la chica solo esta haciendo su trabajo, ella pensó y respiro profundamente, sentía cosquilleo en esa parte como si estuviese adormecida- 

- L-lo siento ¿tienes hambre? - miro a Zoe con mucha lastima y miedo a la vez, algo que Zoe no comprendía muy bien-

- No, no quiero nada ¿gracias?... doctora - Zoe dudo un poco en decir gracias, no sabia si decirlo o no-

- Me llamo Hannie, puedes llamarme así si lo deseas- Hannie miro a Zoe curiosamente esperando que le diera una respuesta, sus ojos se llenaron de brillo-

- Gracias...Hannie - es un bonito nombre pensó Zoe, pero le incomodaba que Hannie la viera de esta forma e inmediatamente Zoe aparto la vista a la silla de ruedas, Hannie desvió la mirada un tanto ruborizada... ¿por que hace eso? Zoe no pudo evitar preguntárselo- 

- Bien, solo sube a la silla te llevare con el psicólogo,espero te guste lo que veas - Zoe asintió, pero el moverse parecía imposible, su cuerpo estaba demasiado débil- Dame tu mano- Hannie dirigió su mano a la de Zoe, pero ello negó varias veces - e-esta bien, p-pero puedes caerte 

Zoe logro subir con mucha dificultad, quien no supiera lo que le habían hecho diría que estaba un tanto pasada de copas

- El hospital parecía... No. este no era una clínica común como las que Zoe había acudido en su niñes, mas bien parecía algún tipo de edificio donde se resguardaban los secretos del gobierno, en donde nadie tenia permitido entrar a menos que fuese alguien importante o que estuviese enredado en estas cosas y por lo que Zoe sabia, no era alguien importante ni mucho menos estaba ligada a estas cosas, por lo que la curiosidad de Zoe aumentaba mas, una voz la saco de sus pensamientos.