Del lat. conticinium;
Hora de la noche en la que todo está en silencio.
ꕥ
—Dame razones para no acabar contigo en este momento, Wang Soo.
El aludido bufó, desviando la mirada en desagrado por sólo unos segundos, antes de volver a fijarse en el hombre que avanzaba a pasos pesados y rápidos. Un segundo después y su camisa era tomada con fuerza por las manos del ex general, amenazando con alzarlo del suelo debido a la fuerza que ejercía.
—Veo que no te andas con rodeos, Park Yeol. Sigues siendo igual de molesto y entrometido.
Su rostro se deformó en una mueca burlona, de algo que todavía no alcanzaba de comprender el otro. Sólo le hizo sentir más furia, casi incapaz de detener las llamas listas para abrazar al más bajo.
—Nunca fuiste tú, su majestad. La historia era entre Jongin y yo, el amor era entre los dos. Tú no formabas parte de sus planes, de su futuro. Él no te amó ni una pizca de lo que me amó a mí.
Sus dientes apretados dejaron salir las palabras con odio, con intención de lastimar y no retractarse. Quería matar a Wang Soo, pero primero quería verlo sufrir, herirlo tal y como él aún se sentía.
—Hablas en pasado porque ahora no tienes ninguna seguridad de eso. —Debajo de sus pies el suelo se quejó, sin embargo no aflojó el agarre.— ¿O me equivoco? Esta vez yo he venido mucho antes, lo he visto crecer y he tomado su mano desde entonces, me he ganado su cariño y el de su familia en esta vida y sé que es nuestra oportunidad. No puedes hacerme nada. —Wang Soo atacó con burla.— Si algo me pasa él no te perdonaría. Él no te recuerda y tengo la seguridad de decir que me preferiría a mí.
Gradualmente su voz fue subiendo, haciendo eco en el vacío palacio; la noche dejaba que ambos se escucharan con precisión, que las palabras golpearan sus recuerdos y el presente al mismo tiempo. Park Yeol lo soltó, hecho una tormenta de ira y frustración. El fuego estaba rasgándole la piel, pero debía detenerse.
—Si él recordara algo vendría corriendo a mí, te alejaría de su vida y no volverías a verlo nunca. No eres un santo, Wang Soo. Y nada te exime de lo que has hecho, de lo que le has hecho a Jongin. Él va a recordarme, y a ti también. Y si no lo hiciera, ¿qué tanta confianza tienes en ti mismo? El Jongin de antes, el Jongin de ahora y el del futuro me van a escoger. Porque yo soy su destino.
El suelo crujió de nuevo, esta vez respondiendo a los puños cerrados de Kyungsoo, quien estaba listo para estampar estos en el duro rostro de Chanyeol.
—Renací esta vez para encontrarlo desde que era un niño, después de varios intentos fallidos, de tantas vidas recordando lo mismo y sin poder hacer nada como penitencia, hemos recorrido juntos un largo camino de años; acéptalo, Park, tú eres el intruso en esta ocasión. —Sonó más como un susurro, a pesar de ello firme y decidido. No habían dudas en las palabras de Wang Soo a diferencia de su pecho que estaba lleno de inquietud. Sin embargo, Park Yeol estaba igual o más decidido.— Incluso antes lo eras, ¡él iba a ser mi esposo!
—¡Contra su voluntad! ¿O crees que él tuvo alternativa? ¿Crees que disfrutaba estar encerrado como tu adorno o como un trofeo que sólo estaba a tu lado? No sabes cuántas veces lloró por no ver a su familia, por no poder estar a mi lado con libertad. —Chanyeol cerró los ojos con fuerza, tomando aire para tranquilizar su acelerado pulso que demandaba con atacar al otro. Con hacerlo trizas.— Te voy a dejar vivir sólo por Jongin, por lo que significas para él en esta vida. Pero no te confundas, a pesar de lo diferente que pueda ser ahora sé que ya tengo un lugar ganado en su corazón. Y sé que no habrá peor castigo que dejarte ver cómo es feliz conmigo de nuevo.
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sempiterno。⌜chankai⌟
Romance「Sempiterno: adj. Que durará siempre; que, habiendo tenido principio, no tendrá fin. 」 Kim Ji es el menor de los hermanos Kim, quien decide sacrificarse por el bien de su familia entregándose al rey Wang. Sin embargo, el general Park hará que desee...