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"Vas a perder a esa chica, vas a perder a esa chica"

Era la misma nota desde hacía dos semanas. La primera vez no le tomó tanta importancia... Pero  ver la sonrisa de Aoko lo ponía molesto, una sonrisa que él no había provocado, quizás la nota trataba de advertirle que alguien la estaba conquistando o peor aún, que el culpable le estaba mandando a él las notas.

—Aoko ¿Por qué estás tan feliz? —preguntó Keiko a su amiga.

Perfecto. Le venía como anillo al dedo, en cuanto escuchó a Keiko no dudó en acercarse a escuchar la conversación.

— ¿Eh?

— vamos dime ¿Cuál es su nombre? Estoy muy segura que se trata de un chico y el por como te has sonrojado, no me cabe duda que he dado en el clavo.

La chica se puso mucho más roja al escuchar a su amiga y trató de quitársela de encima diciéndole que estaba equivocada.

— Tú y yo sabemos que no te dejaré en paz hasta que me cuentes la verdad, así que déjate de tonterías y dime.

Se sentía tonto, mira que ponerse a escuchar una conversación de mujeres, además ya estaba  harto de no saber lo que deseaba,  dispuesto a dejar de oír conversaciones ajenas hasta que; escuchó algo que le llamó la atención.


— No estoy segura. Llevo recibiendo una flor cada miércoles desde hace dos semanas, aunque esas flores son  rosas... Rosas azules, siempre me llegan con una nota. Pero ese tipo de flores, solo hay una persona que me las da y no quiero crearme falsas ilusiones, tal vez se trate de una broma. —Confesó la chica.

¡¿Qué?! ¿Había escuchado bien? ¡Alguien le estaba regalando rosas a su Aoko! y no cualquier rosas ¡sino azules! ¡Solo él podía darle rosas azules!

De acuerdo, debía calmarse y pensar. ¡Sí, debía pensar quién era el sujeto que se atrevía a tal atrocidad! Por el momento solo contaba con tres datos; la primera era que Aoko había estado recibiendo rosas todos los miércoles desde hace dos semanas, la segunda que estaba más que seguro que aquél tipo de las flores era el mismo que le había enviado esa nota con aquella frase y la tercera, la más importante, Aoko tenía una idea de quién podría ser y podría jurar que no se trataba de él.

Qué equivocado estaba. Él era el único que en esos momentos ocupaba los pensamientos de la ojiazul , sólo él. Trató de sacarlo de su mente pero no podía pues de inmediato recordaba lo que venía en las tarjetas anteriores.

"¿Quieres saber un secreto? "

¿De qué secreto hablaba? ¿qué quería decir aquella nota?

"Nunca sabrás cuánto te quiero realmente"

La confundía y no podía pensar con claridad, pues ese día era miércoles, así que debía recibir una flor con una nueva nota.

•••

—Date prisa Ahoko, sabes estoy cansado y quiero descansar un poco —se quejó el chico.

—Si tan cansado estás por qué no te fuiste desde hace rato, BaKaito. Además aún debo ir a comprar algunas cosas para la cena.

—Como quieras, después no me vengas con que no regresamos juntos a casa —respondió  molesto para después marcharse y dejarla sola. 

No entendía, en definitiva no comprendía porque su amigo estaba molesto, sí la que debería de estarlo era ella pues se la había pasando ignorandola todo el día y justo ahora la dejaba sola, quería llamarlo para que le explicará el por qué de su actitud.

—¡Muy bien vete, tampoco estoy para tus cambios de humor! —le gritó antes de que Kaito se alejará más.

"Eres un idiota Kaito y yo que pensaba que eras tú el que.. soy una tonta, será mejor que me olvidé de eso" — con este pensamiento triste  caminó rumbo al centro comercial.

•••
Había sido grosero con Aoko, lo sabía, pero el tan solo imaginarsela con otro sujeto lo ponía  molesto, a parte debía investigar sobre aquél que le enviaba flores a su amada y era una tarea que quería resolver lo antes posible.

Cuando llegó a su casa se dirigió al correo, sin imaginar  que  no solo encontraría los pagos que debía realizar.

Ahí se encontraba otra nota, pero esta vez no contenía lo mismo que las anteriores, traía un mensaje distinto.

"Si no la tratas bien, amigo mío, vas a darte cuenta que se ha ido.
Porque yo la trataré bien y tú serás el que esté solo."

You're Going To Lose That GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora